Ensayos de guerra al sur del Mar Caribe 

México, 25 de agosto.- Las Fuerzas Armadas mexicanas observan con cautela cómo uno de los despliegues navales más robustos se posiciona al sur del Mar Caribe como no se había visto en los últimos años. La expedición estadounidense se dirige a las costas de Venezuela en medio de una tensión en la región donde el primer objetivo serían las rutas que operan los cárteles de la droga, dos de ellos de origen mexicano. Las implicaciones de esta operación tocan la geopolítica mexicana en virtud de las relaciones de personajes del gobierno con el régimen de Nicolás Maduro. Además de las conexiones aéreas y marítimas detectadas por la inteligencia estadounidense a los carteles mexicanos. 

Clase Arleigh-Burke Foto: USNORTHCOM

El anuncio del despliegue naval compuesto por tres destructores estadounidenses con lanzamisiles guiados en funciones de escolta de una flota más amplia y nutrida, que se contempla tome posiciones en los últimos días de agosto al sur del Mar Caribe frente a las costas de Venezuela, encendió las alertas de una posible acción militar como parte de una operación ordenada por el presidente estadounidense Donald Trump para combatir a los cárteles de la droga en América Latina con énfasis en la cúpula gubernamental venezolana calificada como narcoterrorista. 

Los buques que navegan hacia esta zona del Mar Caribe son el USS Sampson, el USS Jason Dunham y el USS Gravely –que estuvo en el puerto de Veracruz en abril pasado después de realizar maniobras en el Golfo de México—los tres destructores de la clase Arleigh Burke, considerada como la columna vertebral de la flota en superficie de la marina estadounidense. Este tipo de naves son conocidos por su versatilidad y por sus sistemas avanzados de combate simultáneo, son barcos diseñados para contrarrestar amenazas vía aire, tierra y mar incluso submarinos. 

La prensa estadounidense consideró que su posicionamiento al sur del Mar Caribe añade una combinación de poder de fuego, vigilancia y flexibilidad a una región donde la administración del presidente Trump calificó como un corredor para el contrabando de droga y el crimen trasnacional con redes que se expanden por la región hacia las costas de Centroamérica y México. La agencia Reuters adelantó el lunes 25 de agosto que la tripulación del despliegue en su conjunto sumaba alrededor de 4 mil marineros e infantes de marina, a los que se sumaron naves de reconocimiento P-8 Poseidon, buques de guerra adicionales y al menos un submarino de ataque nuclear. Los funcionarios citados por la agencia dijeron que en conjunto el despliegue representa una de las fuerzas navales más robustas posicionadas en el Caribe en las últimas décadas. 

Una de las primeras misiones de los buques de guerra de la Armada estadounidense es ubicar y atacar naves operadas por los cárteles de la droga, como los que transportan fentanilo y cocaína a Estados Unidos. La flota se complementa con el Grupo Anfibio Listo Iwo Jima, que se integra con el buque USS San Antonio, el USS Iwo Jima y el USS Fort Lauderdale, que en conjunto componen los más de 4 mil marineros a los que se suma la Unidad Expedicionaria de Marines número 22 compuesto por dos mil 200 infantes de marina, de acuerdo con funcionarios del Departamento de Defensa citados por The New York Times

Los barcos y los marines partieron de Norfolk, Virginia a principios de la penúltima semana de agosto, las condiciones climáticas adversas debido al huracán Erin, obligó a su regreso a puerto a la espera de que mejoren los pronósticos para la navegación. El escenario es que lleguen a finales de mes en conjunto con los aviones de vigilancia P-8 y un submarino que mencionó la agencia Reuters.

Los destructores USS Jason Dunham y el USS Gravely tuvieron acción el año pasado en campaña militar contra la milicia hutí en Yemen, en las costas del Mar Rojo. El segundo de ellos realizó maniobras y operaciones de inteligencia naval en aguas internacionales del Golfo de México. El tercer destructor, el USS Sampson, se dirige al Canal de Panamá proveniente del Pacifico oriental para sumarse a la flota. 

IMPLICACIONES PARA MÉXICO

Una evaluación de los riesgos que el despliegue naval estadounidense tendría para México, en un escenario de tensión militar al sur del Mar Caribe, implicaría un incremento en la vigilancia naval y aérea de las comunicaciones de las costas de esta región con la península de Yucatán. 

En términos militares los llamados Cursos de Acción Activos de los estadounidenses, llevarían al registro de vuelos/envíos de aeronaves y/o buques venezolanos o iraníes (Irán es el principal socio del régimen venezolano de Nicolás Maduro cuyos flujos marítimos son monitoreados por el Comando Sur), que utilizan instalaciones mexicanas, como el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y puertos del Golfo. Un documento de acceso restringido elaborado por analistas de defensa de una consultora estadounidense con acceso a funcionarios de alto nivel en la administración Trump, al que este Blog tuvo acceso, señala que existe “información de inteligencia que vincula a los cárteles con el régimen venezolano, especialmente en el tráfico de combustible, armas y personas”. 

La “inacción del gobierno mexicano podría justificar medidas unilaterales de Estados Unidos en virtud de la doctrina antiterrorista”. Esto implicaría una serie de riesgos operativos para México, entre los que estarían los diplomáticos: “una acción repentina estadounidense sin acuerdo bilateral podría tensar las relaciones”. Los de seguridad: “posibles redadas de precisión contra la infraestructura de los cárteles en los estados costeros”. Y políticos, “amplificación de la narrativa del “Estado fallido” en los medios de comunicación de Washington”. 

Como previsión estratégica en documento señala un “escenario base” con una probabilidad del 60 por ciento, donde las operaciones se centran en Venezuela mientras que “México es objeto de vigilancia, pero no de ataques directos”.

FUERZA NAVAL 

El despliegue anfibio estadounidense en el Mar Caribe tomando como referencia la directiva del presidente estadounidense Donald Trump, tiene todas las características estructurales de un Grupo Anfibio de Ataque con una Unidad Expedicionaria de la Marina. “Los patrones operativos sugieren planes de contingencia para operaciones de desembarco anfibio en lugar de una presencia marítima indefinida. Dada la doctrina operativa del Cuerpo de Marines, es improbable una presencia prolongada sin acción terrestre. La inteligencia disponible indica al menos dos Cursos de Acción activos en caso de escalada en Venezuela, con contingencias secundarias que podrían involucrar territorio mexicano debido al supuesto apoyo logístico al régimen de Maduro”, señala el documento.

La composición de la fuerza naval y sus capacidades operativas están basadas en los buques de asalto anfibio con capacidad para helicópteros y aeronaves, muelles de transporte, buques de desembarco para el despliegue rápido de lanchas. La Unidad Expedicionaria de los Marines está integrada por el equipo de desembarco de unidades de infantería, el elemento de combate aéreo, los efectivos de combate logístico y el destacamento de reconocimiento de fuerzas. 

Los recursos aéreos los componen los helicópteros multiusos MV-22 Ospreys, los Sikorsky CH-53E Super Stallions de carga pesada, y los helicópteros de combate AH-1Z Viper, los AV-8B Harrier y los F-35B Lightning II. Las implicaciones que esto tiene son que “se trata de una fuerza expedicionaria de espectro completo, capaz tanto de asaltos anfibios de alta intensidad como de incursiones de precisión”. 

El escenario a corto plazo según el análisis, es que están todos los ingredientes militares para una operación de desembarco “inminente”. El aumento de los vuelos de aeronaves no tripuladas de reconocimiento y recopilación de inteligencia sobre las zonas marcadas como objetivo, y la posible actividad de guerra electrónica en sectores marítimos designados, serían la primera señal de que la operación entró en curso. Mientras la tensión aumenta, las primeras señales aparecen en el horizonte al sur del Mar Caribe. 

Juan Veledíaz / @velediaz424 / EstadoMayor.mx

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