Movimientos tácticos en Sinaloa para reforzar operaciones militares

México, 4 de agosto.- En Sinaloa es notoria la presión estadounidense para que el gobierno mexicano presente resultados que afecten la estructura de protección política y financiera de los grupos criminales, con el reforzamiento de los despliegues militares de fuerzas especiales, los relevos de mandos castrenses y el nombramientos de militares en diferentes cargos en la administración civil como señales inequívocas. La frecuencia con la que se realizaran al menos dos veces por mes las reuniones del gabinete de seguridad al más alto nivel en Culiacán, es una señal de que algo fuerte se podría estar preparando en esta región del país.

Foto: SEDENA

El jueves 31 de julio hubo una reunión en la comandancia de la novena zona militar un día antes de que se realizara la ceremonia de relevo en el mando del cuartel en Culiacán. Presentado como nuevo comandante de la zona militar que abarca el estado de Sinaloa, el general Santos Gerardo Soto llegó al finalizar julio el segundo mes más violento del año con 170 asesinatos, solo detrás de junio que tuvo 207. Relevó en el mando a su colega el general de brigada Porfirio Fuentes Vélez, quien se colocó en la antesala de ascender a divisionario el próximo 20 de noviembre al ser designado comandante de la quinta región militar con sede en Guadalajara y jurisdicción en las zonas militares de Nayarit, Colima, Aguascalientes, Zacatecas y Jalisco. Fuentes Vélez fue enviado a ocupar un puesto para generales de división, y como general de brigada el movimiento es un anuncio por adelantado de su promoción después de que le tocó durante su gestión de casi dos años en Culiacán encabezar las operaciones tras la “captura” o “secuestro” en septiembre pasado de Ismael “el Mayo” Zambada que detonaron el conflicto al interior de la organización conocida como Cártel de Sinaloa. Pocas zonas del país han presenciado una guerra asimétrica y de desgaste entre dos facciones con una amplia red de apoyo como los Guzmán y Zambada, otrora socios desde hace más de dos décadas en el tráfico de drogas, donde el desgaste ha sido continuo para ambos bandos. Producto de esta ola violenta de enero a julio del 2025 se han registrado mil 53 homicidios dolosos, cifra que ya rebasó al total contabilizado en 2024 cuando hubo 993.

La llegada del general Santos Gerardo Soto a Sinaloa se enmarca en un reforzamiento de las operaciones militares anunciadas el pasado domingo 3 de agosto en una reunión en Culiacán del Gabinete de Seguridad Federal efectuada en la base aérea militar número 10, en el aeropuerto de la capital sinaloense. Ahí estuvieron junto al gobernador Rubén Rocha Moya, Omar García Harfuch, Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC), el General Ricardo Trevilla Trejo, Secretario de la Defensa Nacional, el Almirante Raymundo Morales Ángeles titular de Marina, el Comandante de la Guardia Nacional el General Hernán Cortes y el Secretario de Seguridad Pública Estatal el General Oscar Rentería Schazarino.

Rentería Schazarino, un militar en servicio activo designado al frente de la seguridad estatal en diciembre pasado, tiene en común con el General Santos Gerardo Soto que ambos en diferentes momentos de su carrera militar estuvieron de servicio en la sección tercera –operaciones—del Estado Mayor Conjunto de la Defensa Nacional. Esa experiencia en la planeación y ejecución de operaciones la tiene también el General de división Guillermo Briseño Lobera, quien fue jefe de la S-3 y hoy es Comandante de la Tercera Región Militar con cuartel en Mazatlán y jurisdicción en los estados de Sinaloa y Durango.

SEMESTRE CONTRA RELOJ

Las reuniones del gabinete de seguridad federal en Culiacán se realizarán cada dos semanas para hacer evaluaciones permanentes de las operaciones militares. El General Soto llegó proveniente de Puebla, donde estuvo al mando de la 25 zona militar, previamente estuvo al frente de la 23 zona militar en Tlaxcala y en la 36 con sede en Tapachula, Chiapas, tuvo responsabilidades de jefe de Estado Mayor en la Primera Zona en la Ciudad de México, en la 13 de Nayarit y la 45 de Nogales, Sonora. En el ámbito académico resalta en su hoja de servicios que fue subdirector de Educación Militar, rector de la Universidad del Ejército y Fuerza Aérea y director del Centro de Adiestramiento Regional en Rancho Nuevo, Chiapas.

Su arribo a Culiacán fue el mismo día que llegaron 300 efectivos de las unidades de Fuerzas Especiales que se sumaron a los que días atrás arribaron para reforzar los patrullajes en zonas rurales y en municipios como Navolato, San Ignacio, Cosalá y Elota donde los enfrentamientos entre grupos armados antagónicos no han cesado. Destaca la presencia de unidades de Fuerzas Especiales de la Marina que han realizado operaciones “quirúrgicas” en comunidades como Imala, Culiacancito y San Pedro donde han entrado en acción helicópteros artillados en apoyo a las operaciones en tierra.

El pasado martes 8 de julio la línea de mando militar en corporaciones de seguridad civiles se complementó con la designación del Coronel Alejandro Bravo Martínez, ex comandante del 110 batallón de infantería con cuartel en San Ignacio, quien fue nombrado Secretario de Seguridad Pública municipal en Culiacán. Su arribo a la corporación se dio después de una fuerte sacudida protagonizada por grupos criminales que asesinaron en los últimos 10 meses a varios elementos, presumiblemente con vínculos con alguno de los dos grupos antagónicos. La corporación estuvo desarmada varias semanas el año pasado por sospechas de participar en asesinatos ordenados por grupos criminales. La purga en la corporación precedió la llegada del Coronel Bravo Martínez quien llegó con un Teniente Coronel y otros oficiales de su confianza para tomar la seguridad de la capital sinaloense.

El reforzamiento militar en Sinaloa se da con la prórroga de 90 días de la administración Trump de los aranceles para que el gobierno mexicano presente resultados relevantes que afecten de forma real la estructura de protección política y financiera de los cárteles de la droga. Analistas consultados al respecto señalaron que es notoria la presión con el reforzamiento de los despliegues, los nombramientos de militares en diferentes cargos en la administración civil, y la frecuencia con la que se realizaran al menos dos veces por mes, las reuniones del gabinete de seguridad al más alto nivel.

DESPLIEGUE EN EL NORTE

Una compañía de elementos de Fuerzas Especiales (alrededor de 100 efectivos) fue desplegada el primer fin de semana de agosto en los municipios de Ahome (con cabecera en Los Mochis) y Guasave, en el norte del estado de Sinaloa. Las tropas forman parte del contingente que llegó en días previos para reforzar los patrullajes en zonas donde se sabe operan las huestes de Fausto Isidro Meza Flores, alias “el Chapo Isidro” por quien el gobierno estadounidense ofrece una recompensa de ocho millones de dólares por información que lleve a su captura.

El “Chapo Isidro” está identificado como aliado de los Zambada en la disputa criminal en el centro y sur del estado que mantienen con los hijos del Chapo Guzmán, los hermanos Iván y Alfredo Guzmán Salazar.

El sábado 2 de agosto se reportó en diferentes canales de información el despliegue de al menos 14 unidades del Ejército y 11 de la secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.

La columna reforzó la presencia del 89 Batallón de Infantería que tiene su sede en Los Mochis y tiene como jurisdicción el norte de Sinaloa. Un convoy de Fuerzas Especiales estuvo durante el fin de semana en varias comunidades de Guasave, de estación Bamoa a El Burrión. Posteriormente ampliaron el patrullaje a Ahome donde se apostaron en las salidas hacia los límites con Sonora y rumbo a los municipios serranos.

El mes de agosto inició con unidades de fusileros paracaidistas patrullando comunidades como Nío, Unfonseca, Estación Bamoa y las playitas. Su presencia no pasó desapercibida y fue notorio que a diferencia de meses pasados ahora no se notó la presencia de “halcones” en moto. También hicieron acto de presencia los vehículos blindados conocidos como “Ocelótl”, que son unidades utilizadas para operaciones en zonas minadas y en enfrentamientos donde se usan fusiles de alto calibre.

En municipios como Salvador Alvarado, Guamúchil y Badiraguato donde tiene su área de operaciones el 42 batallón de infantería, también se notó el reforzamiento de la seguridad aunque no se informó de despliegue de unidades en zonas donde en las últimas semanas hubo sangrientos enfrentamientos, como Pericos y la Majada de Abajo entre otras comunidades, donde los barones de la droga de esa región presumiblemente rompieron su sociedad con “los Chapos” para pasarse del bando de los Zambada.

Juan Veledíaz / @velediaz424 / EstadoMayor.mx

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