México, 2 de noviembre.- El mercado de mercenarios en México se encuentra en auge ante las disputas territoriales que protagonizan en distintas zonas del país los grupos de la delincuencia organizada. Si antes fue Michoacán y después Guanajuato, ahora tocó el turno a Guerrero, donde 16 centroamericanos fueron capturados en la refriega suscitada el jueves 24 de octubre en Técpan de Galeana. Con una cifra de muertos que tres días después sumaba 34 presuntos delincuentes, un enfrentamiento días antes a las afueras de Culiacán, durante un operativo para capturar un líder local de una de las facciones en disputa, dejó 19 pistoleros abatidos, lo que fue una señal de que la era de los “abrazos” llegó a su fin.
Si algo sabían las tropas del 75 batallón de infantería en Petatlán y sus colegas del 109 en Atoyac, era el continuo movimiento de gente armada en los municipios bajo su jurisdicción en la Costa Grande de Guerrero. Sobre todo, porque ambas unidades que dependen de la 27 zona militar al mando del general Andrés Ojeda Ramírez, tenían ubicados desde hace tiempo a los cabecillas del crimen organizado que manejan grupos y pelean rutas desde el interior del estado de Guerrero hacia la franja costera. No hay semana o mes en los últimos años que no ocurran enfrentamientos desde los límites de Acapulco con el municipio de Coyuca de Benítez en dirección a los municipios de La Unión y Coahuayutla en los límites con Michoacán.
Una de las rutas identificadas desde el año 2020 motivo de disputa entre las organizaciones criminales autodenominadas La Familia y Los Granados, es la que va de Tlapehuala (en la Tierra Caliente), Linda Vista (en la sierra de Filo Mayor), y llega a Atoyac de Álvarez. La banda que lideran los hermanos Rubén y Salvador Granados Vargas con sede en Técpan de Galeana, pero con una amplia red que se extiende por la zona de San Luis de la Loma en dirección norte hacia Petatlán y Zihuatanejo, también tiene disputas territoriales con una organización regional identificada como Guardia Guerrerense, quienes se volvieron una franquicia del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) y controlan la zona limítrofe de Guerrero con Michoacán. El motivo de las sangrientas disputas es la producción de marihuana, goma de opio para producir heroína y los laboratorios de drogas sintéticas que se asientan en esa región cuya movilidad hacia la frontera norte del país en gran parte se hace vía marítima.
Un informe “confidencial” de la secretaría de la Defensa Nacional fechado en el año 2020 titulado “Agenda Delincuencial y Social del Estado de Guerrero”, identificó desde entonces la presencia de cinco organizaciones delictivas y 16 grupos delincuenciales locales en toda la entidad quienes estaban en pugna por el control, venta y trasiego de drogas. Los más representativos eran en ese momento el llamado Cártel del Pacífico, los Beltrán Leyva, el CJNG, la Familia, los Caballeros Templarios y Guerreros Unidos. Cuatro años después la mayoría tienen divisiones internas, otros están casi exterminados por detenciones y muerte de sus líderes, y solo la Familia, el CJNG y grupos locales como los Rusos en Acapulco, los Ardillos y los Tlacos, mantienen las disputas en las tres áreas de riesgo en las que fue dividido el estado en el documento. La región Acapulco que comprende el municipio y alrededores, la región Centro que abarca Chilpancingo, Chilapa, Eduardo Neri, Leonardo Bravo y Tixtla. Y la región norte que va de Iguala, Taxco, Tepecoacuilco, Huitzuco, Teloloapan, Tetipac, Pilcaya y Atenango del Río. Llama la atención que la totalidad de los municipios de la Tierra Caliente no aparecen en el mapa, en parte porque la Familia se convirtió desde entonces en el grupo hegemónico al ser desarticulados Guerreros Unidos y los Tequileros.
“Un factor importante para la expansión de estos grupos delictivos es la complicidad que existe de parte de autoridades municipales y estatales”, señala el documento.
Mercenarios Centroamericanos
El pasado jueves 24 de octubre un comando integrado por al menos 20 vehículos donde había camionetas con blindaje artesanal, irrumpió en la cabecera municipal de Técpan de Galeana. La versión oficial señaló que atacaron las instalaciones de la policía municipal donde murieron dos agentes. Después tirotearon una base del Ejército lo que provocó un enfrentamiento que duró más de ocho horas. La secretaría de la Defensa Nacional difundió un comunicado horas después que decía:
“Sobre el enfrentamiento registrado hoy en Técpan de Galeana, Guerrero, entre sicarios de una célula del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y Fuerzas Federales y Policías Municipales de Técpan de Galeana, Guerrero, con saldo de 16 muertos y 7 heridos, la Secretaría de la Defensa Nacional informa lo siguiente:
Los hechos ocurrieron aproximadamente a las 5 de la mañana, en la periferia de Técpan de Galeana sobre la carretera que conduce al poblado El Moreno, rumbo a la región serrana, donde se tiroteaban dos grupos de delincuentes, en el que se vieron involucrados policías municipales que se encontraban de servicio, resultando 2 fallecidos y 4 heridos quienes fueron atendidos en una instalación hospitalaria del lugar y se encuentran estables.
Durante esos hechos, una base de operaciones cercana del Ejército encargada de dar seguridad a la población de esa comunidad, fue agredida también atacada con armas de fuego, por lo que el personal militar tuvo que defenderse y pidió el apoyo de unidades cercanas.
Agentes de la Guardia Nacional con base en El Ticuí, Gro. que acudieron en apoyo también fueron agredidos con armas de fuego, por lo que hicieron uso de su equipo de protección individual y su adiestramiento para salvaguardar su vida y repeler la agresión en acatamiento a la Ley Nacional sobre el Uso de la Fuerza y el irrestricto respeto a los derechos humanos de las personas, resultando lesionados 3 soldados que fueron evacuados en un helicóptero para su atención médica a Acapulco.
En el lugar de los hechos se aseguraron a 11 delincuentes, 16 vehículos (3 con blindaje artesanal), 15 armas largas, 1 fusil Barret, 1 ametralladora Minimi, múltiples cargadores y cartuchos de diferentes calibres, artefactos explosivos improvisados, resultando 14 sicarios fallecidos.
Personal de la Fiscalía General de Guerrero acudieron al lugar de la agresión para iniciar las diligencias ministeriales correspondientes; también se dio vista a la Fiscalía de Justicia Militar para investigar si se cometió algún delito del orden militar.
La SEDENA ratifica el firme compromiso de velar y proteger al pueblo de México y de actuar en todo momento en el cumplimiento de sus misiones con irrestricto apego al respeto de los derechos humanos”.
Al paso de las horas la cifra de detenidos aumentó a 21, de los cuales 16 eran de origen guatemalteco, una mujer de origen salvadoreño y cuatro mexicanos. La detención de extranjeros al servicio del crimen organizado no es algo nuevo en el país, es un fenómeno que se agudizó en el sexenio de López Obrador cuando mercenarios colombianos y guatemaltecos, como militares kaibiles, fueron detenidos en Michoacán y Guanajuato. Tocó ahora el turno a Guerrero, lo que a decir de especialistas en seguridad confirmó que México es un mercado en auge para el paramilitarismo que fomentan los grupos delincuenciales por sus disputas territoriales.
Durante el fin de semana circularon versiones que otras células del grupo que se identificó como Guerrero Nueva Generación (GNG), se habían dispersado hacia Tenexpa en dirección a la costa y con rumbo a Atoyac. El hallazgo de cuerpos en estas rutas hizo que la cifra de muertos aumentara al día lunes 28 de octubre a 34.
El viernes 25 la presidenta de la república y comandante suprema de las fuerzas armadas Claudia Sheinbaum Pardo, afirmó que cuando las fuerzas armadas sean atacadas pueden responder a la agresión dentro de los márgenes que la ley les confiere en defensa propia. Lo que para varios columnistas y analistas en seguridad, fue un reconocimiento tácito de que la era de los “abrazos” ha llegado a su fin.
Juan Velediaz / @velediaz424 / EstadoMayor.mx