BITACORA DE VUELO
Ciudad de México/ 28 enero.- ¿Con qué cartas credenciales llega el general Carlos Antonio Rodríguez Munguía a la dirección general de la Agencia Federal de Aviación Civil, la AFAC si esta es una de las áreas más castigadas de la administración aeronáutica federal?

¿Con las de la efectividad en el control de accidentes e incidentes cuando fue Comandante de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) y el arma del aire atravesó su peor etapa desde su creación, con más de 61 accidentes e incidentes, más de 30 muertos y 80 heridos?
La situación fue de tal magnitud que el general designado al frente de la FAM en 2013, no terminó su encargo en la administración de Enrique Peña Nieto y aunque el general secretario Salvador Cienfuegos intentó mantenerlo en esa posición estratégica luego de la tragedia del derribo del Cougar 1009 el 1° de mayo de 2015, Rodríguez Munguía fue removido en diciembre de 2017 por el general Miguel Enrique Vallín Osuna.
Ese mando también fracasó en la misión de detener la trágica administración militar aérea, se acercó al presidente electo Andrés Manuel López Obrador y le hizo llegar información sobre la Base Aérea Militar Número 1 (BAM-1) de Santa Lucía, fue cesado por semejante atrevimiento por el general Cienfuegos con menos de un año de permanencia en el cargo y luego el presidente lo rescató y lo hizo Comisario General de la Dirección General de Transportes Aéreos de la Guardia Nacional en octubre de 2019.
Premios aquí y allá. Ahora el premiado es el general Rodríguez Munguía, un general del grupo de Cienfuegos a quien la administración de López Obrador y del secretario Luis Cresencio Sandoval han dado el aval para para llegar sin mayores problemas a la AFAC pese al historial de accidentes e incidentes registrados bajo su mando.
El paso del general Rodríguez Munguía por la comandancia de la FAM se dio en la peor etapa del arma del aire en el último medio siglo, con más de 61 accidentes y otros tantos incidentes que costaron la vida al menos a 35 personas entre militares y civiles y dejaron más de 80 heridos.

El general Rodríguez Munguía fue designado como comandante de la Fuerza Aérea el 1° de noviembre de 2013, ya en el gobierno de Peña Nieto, para encabezar la ambiciosa etapa de modernización aérea militar que incluía la fabricación de una aeronave turbohélice monoplaza como aparato entrenador básico para los cadetes del Colegio del Aire en Zapopan, Jalisco.
El Proyecto Azteca fue anunciado por el general Cienfuegos con algunos detalles en el 2015, en el centenario de la FAM. Cienfuegos dijo incluso que el primer avión iba a estar listo para ser presentado en el desfile militar del 16 de septiembre de 2018, el último del sexenio. No ocurrió así.
El entrenador ligero no encontró fuentes de cofinanciamiento y el proyecto quedó suspendido momentáneamente. El Azteca 1 se iba a construir en las nuevas instalaciones de la Industria Militar ubicadas en la nave industrial de La Célula, en el municipio de Oriental, en Puebla.
El proyecto del Azteca 1 era responsabilidad del general Rodríguez Munguía, a quien le tocaron los años difíciles de la siniestralidad en la FAM. En agosto de 2017, la Sedena contestó una solicitud de acceso a la información sobre el tema de los accidentes aéreos militares en los gobiernos de Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña.
Con los dos primeros hubo 34 y 38 accidentes respectivamente y con Peña hubo 53 hasta antes del 21 de agosto de 2017. La llegada del general Rodríguez Munguía a la FAM no mejoró las cosas. Con él ocurrieron 53 accidentes en los que fallecieron 22 militares y 90 resultaron heridos.
Se registró incluso la caída de una Aeronave No Tripulada (ANT), un Hermes 450 israelí, que “rebotó” sobre la pista del aeródromo de Agua Leguas, en Nuevo León, durante un vuelo de adiestramiento.
Rodríguez Munguía es originario de Mazatlán, Sinaloa, y egresó como piloto aviador de la Escuela Militar de Aviación del Colegio del Aire en Zapopan, Jalisco.
Su formación profesional incluye el Curso de Mando y Estado Mayor Aéreo, la licenciatura en Administración Militar en la Escuela Superior de Guerra, el Curso de Mando Superior y la Maestría en Seguridad Nacional en el Centro de Estudios Superiores Navales.
El ex comandante de la Fuerza Aérea Mexicana fue comandante de la Región Aérea del Centro en Santa Lucía, Estado de México; comandante de las Bases Aéreas Militares número 1, en esa misma base y número 10 de Culiacán, Sinaloa.
También estuvo al frente de las Bases Aéreas Militares de la Primera Ala de Combate, Primer y Tercer Grupos Aéreos, todos ellos en Santa Lucía, Estado de México, y fue jefe del Estado Mayor de la Fuerza Aérea, jefe del Estado Mayor de la Región Aérea del Centro y subjefe operativo de la Fuerza Aérea.

Fue director del Centro de Estudios de Idiomas del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos e instructor de Alumnos y de Vuelo en la Escuela Militar de Aviación dependiente del Colegio del Aire.
También fue agregado de Defensa Nacional y Aéreo Adjunto a las embajadas de México en Estados Unidos, con sede en Washington, D.C. y en la Federación de Rusia, Polonia y Rumania, con sede en Moscú, cargos estratégicos al más alto nivel que le dieron cartera y un blindaje que hoy se refleja en su llegada a la AFAC, instancia encargada ni más ni menos que de la seguridad de la aviación civil en México y que opera en este año con reducciones presupuestales severas, recibiendo 379 millones de pesos para cumplir su trabajo.
Sin dinero suficiente para programas de seguridad y con un mando o director de cuestionable récord…
Jorge Medellín / @JorgeMedellin95 /EstadoMayor.mx