Fragata

México, 27 de junio.- La impecable gestión del almirante Vidal Francisco Soberón Sanz al frente de la Secretaría de Marina (Semar) hace agua. No se va a pique, pero se pantoquea.

Entre las desgracias e infortunios como el de la cadete Eva Lidia Nava Guzmán -tripulante del Buque Escuela Cuauhtémoc, desaparecida en aguas del mar arábigo durante un vendaval- y las revelaciones sobre la jugosa compra por parte del gobierno federal de equipos, sistemas y programas para espionaje contra políticos de oposición, activistas pro derechos humanos y periodistas incómodos al régimen priista, el pabellón naval ha salido desgarrado en la tormenta de fin de sexenio.

En el caso de la cadete, se trata de un terrible accidente, el primero en 35 años de historia del Caballero de los Mares, que mancha desde diversos ángulos el desempeño naval en un caso que ha despertado múltiples inquietudes en la gente cercana a la familia de Eva Lidia.

Amigos de la familia han señalado que la secretaría les dio distintas versiones sobre lo sucedido cuando el buque estaba por acercarse a las costas de Mumbai, en la India. Una ola enorme, el viento, mal tiempo y luego un problema en una maniobra de velamen hicieron que la cadete cayera al mar en algún punto a 560 millas náuticas de la costa.

La Marina explicó parte de lo sucedido en un comunicado emitido el 11 de junio, señalando que el percance sucedió durante una maniobra de velamen, nada más. La Marina de la India dijo en un comunicado que al momento de caer al mar, la joven no llevaba equipo de rescate o salvamento en un contexto de mal tiempo.

En México, la Semar tardó cinco días en ofrecer más detalles, pero lo hizo justo cuando se anunció la suspensión de la operación de búsqueda activa, que pasó a una fase en la que solo se esperan indicios para dar con la cadete perdida.

Ahora, tras la desaparición de la cadete Eva Lidia Nava Guzmán, la Marina ha decidido otorgarle a su familia una pensión vitalicia, así como un seguro de vida y servicio médico integral sus familiares.

Los gastos de la pensión se calcularán de acuerdo con lo que marca la Ley del ISSFAM en sus artículos 60 al 63. Este último señala, en su fracción III, que “Al personal militar que estudie en planteles militares y que no perciba haberes, el cómputo de la suma asegurada será con base en el haber y el sobrehaber mínimo vigente para las Fuerzas Armadas en la República que corresponda a un Sargento Primero en servicio activo o a su equivalente en la Armada…”

En este caso, el equivalente es el grado de Segundo Maestre que, de acuerdo con el tabulador de la Marina, gana un sueldo base de 4,480 pesos, que con una tasa de percepciones bruta se convierte en 7,396 pesos.

El sueldo neto queda en 6,509 pesos luego de ajustes, cantidad a la que se suman el sobrehaber y tras compensaciones si el marino logró permanecer por lo menos 20 año en la institución.

Por eso la Semar estudia con detalle el caso de la cadete Eva Lidia, ya que su circunstancia es por demás especial en todos los sentidos.

Pese a esto, la Marina no contempla una ceremonia con honores para la chica. Tampoco se prevé pabellón a media asta.

Mientras, el alto mando naval y sus asesores se dan a la tarea de achicar agua, enderezar la nave y evitar que vuelva a escora, en la medida de lo posible, por el mal tiempo en tierra.

 

Jorge Medellín

@JorgeMedellin95

Estadomayor.mx

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