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Cerca, el final de los Consejos de Guerra
La semana pasada la Cámara de Diputados aprobó cambios trascendentales en materia de justicia, esto en el contexto de la entrada de la reforma penal con la que los juicios orales serán, a partir de junio, el mecanismo para definir la situación de cientos de miles de personas sujetas a proceso en los juzgados del país.
Los cambios implicarán la desaparición de los Consejos de Guerra Ordinarios (en tiempos de paz) y Extraordinarios (en tiempos de guerra), así como la eliminación de los Juzgados Militares de Instrucción Ordinarios.
En su lugar se crearán los Juzgados Militares de Control y los Tribunales Militares de Juicio Oral, los que deberán estar integrados por jueces militares titulados en derecho y especializados en derecho militar.
Hasta aquí todo va bien. El problema es que la Sedena está habilitando a jueces que no tienen la carrera de derecho y muchos la especialización en derecho militar. Son oficiales y Jefes, nada más.
Pero hay más; los cambios aprobados también se traducirán en el cambio de nombre del Supremo Tribunal Militar por el de Tribunal Superior de Justicia Militar, como siempre debió llamarse.
Nos dicen los que saben que esto será fundamental para ir redefiniendo los conceptos jurídicos a aplicar y la manera en que la justicia militar deberá operar a partir de junio próximo.
El detalle no es menor; en México, las únicas instancias que tienen el carácter de supremos son los Poderes de la Nación y en el Poder Judicial y el único tribunal que debe llevar tal membrete es la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Al final, lo de Supremo siempre le ha sobrado al tribunal militar por una sencilla razón: sus resoluciones no son definitivas y pueden ser revisadas por la vía del amparo directo en Tribunales Colegiados de Circuito.
Ahora solo falta el visto bueno del Senado para aprobar los cambios y pasar ya a otra etapa histórica en la vida jurídica y militar del país.
Los que saben, saben.
Más helicópteros gringos a Marina y Sedena
El rearme aéreo en la Marina y en la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) sigue adelante y enfocado en los productos norteamericanos ya probados, como son los helicópteros Black Hawk, fabricados por Sikorsky.
Hace unos días se dio a conocer un nuevo contrato para la compra de al menos siete aparatos UH-60M Black Hawk que serán destinados a la FAM para fortalecer sus operaciones de alto impacto.
El contrato por 54 millones de dólares fue firmado a través del Departamento de Defensa y se cumplirá mediante el Programa de Ventas Militares al Extranjero de los Estados Unidos. Los aparatos serán entregados en el 2017 y tendrán una configuración especial, no detallada, solicitada por la Sedena.
Redacción
Estado Mayor MX