México, 4 de mayo.- Lo que vimos en Jalisco el día primero de mayo fue una ofensiva bélica con capacidad de provocar terror, paralizar poblaciones y causar bajas importantes al Ejército.
Todo ello sin una respuesta inmediata, eficaz y contundente.
Fue una batalla donde las fuerzas del orden público, comenzando por el Ejército, fueron derrotadas ante el asombro pasmado de la ciudadanía, la falta de información oficial y los tropezones internos en el gobierno federal.
El saldo, además de los muertos, es de un helicóptero bélico, moderno, con un costo de 40 millones de dólares, derribado por criminales que se dedican al trasiego de drogas.
Y de tres militares, cuyas identidades han sido intencionalmente ocultadas, “desaparecidos”.
Hay versiones fantasiosas sobre los motivos, inexplicables frente a la opinión pública, que originaron esto. Una de ella afirma que el líder del Cartel Jalisco Nueva Generación, Nemesio Oseguera alías “El Mencho” fue detenido ese mismo día. Y que los militares desaparecidos son jefes, fueron secuestrados y se pretende canjearlos por éste.
Lo cierto es que no hay información suficiente y confiable al respecto.
¿Cómo pudieron derribar a un helicóptero que en Afganistán ha demostrado ser, precisamente, indestructible? ¿Los criminales tienen mayor entrenamiento y mejor armamento que un ejército regular? ¿Hubo una falta de previsión por parte del personal militar?
El piloto del helicóptero “Cougar” estaba más que entrenado, era un capitán segundo cuyo nombre no se ha dado a conocer ¿por qué? Surgen preguntas, entre ellas ¿a qué altura estaba el helicóptero para ser un blanco fácil cuando puede volar hasta seis mil metros de altura? ¿Por qué se acercaron a las camionetas que viajaban en convoy en una carretera poco concurrida? ¿Qué trabajo estaban, realmente, haciendo?
Porque en este sospechosísmo crónico de la sociedad lo que abunda son versiones que parecen más creíbles que la “verdad oficial”, misma que -por cierto- no fue dada a conocer por el titular de Gobernación como había anunciado el Presidente Peña.
La falta de un homenaje oficial, apenas unas palabras del general Cienfuegos en un evento social donde iba acompañado de su esposa, a los soldados u oficiales (no se sabe quiénes fueron) muertos en contraste con la gran ceremonia a un policía de Jalisco, alimenta interrogantes.
No se diga las declaraciones del Fiscal de Jalisco, Luis Carlos Nájera, que parecen un mensaje dirigido a los miembros de Nueva Generación: “Nos debe quedar claro que no era un operativo, aunque tal vez los delincuentes que se trataba de algo más grande, no solamente un helicóptero…” Esto en contraste con la versión de Rubido.
Así como la advertencia de que habrá “más bloqueos” y “violencia” si se continua con la presencia militar y de policías federales… Cualquiera pensaría que Nájera está al lado de los criminales.
Las imágenes, por más que se pretendió bajar el tono de la información, de lo sucedido el día primero en Jalisco son de una batalla, de una guerra donde los ciudadanos quedan en medio en total estado de indefensión. Una guerra más cruenta de al que se libró en Chiapas hace más de veinte años.
Es obvio que el Cartel Jalisco Nueva Generación creció al amparo de las instituciones de seguridad locales, que su dominio de poblaciones enteras en esa entidad viene de mucho tiempo y que la irrupción federal ha venido a crear una situación de enfrentamiento.
Lo que sorprende es que no lo supiese el gobierno de la República, que las instituciones de seguridad pública federales todas no estuviesen preparadas para esta ofensiva. Y que no demostrase capacidad de respuesta, fueron los criminales los que ganaron a toda vista…
Quedan muchas preguntas. ¿Qué sucede con los militares “desaparecidos”? ¿Cómo pudieron desaparecer? ¿Fueron secuestrados? ¿Por qué no se da a conocer los nombres de los militares y policías federales muertos? ¿Se detuvo al líder de este grupo criminal, “El Mencho”? ¿Por qué no pudieron desbloquear las avenidas de Guadalajara de inmediato? ¿Por qué el gobernador de Jalisco pidió a todos sus colaboradores que no salieran de puente la víspera de este enfrentamiento? ¿Qué va a suceder con el presunto operativo federal en esa zona del país?
No asusta tanto estar en guerra, como atemoriza pensar que estamos en una guerra perdida por incapacidad de nuestras autoridades…
Isabel Arvide
@isabelarvide
Estado Mayor
