México, 2 de julio (Redacción).- Como cada proceso electoral que ha vivido nuestro país, estas elecciones del 2012 nos dejan lecciones que aprender, vicios que resolver y datos que analizar. El primero es el regreso al poder del que fuera el partido “oficial” por más de siete décadas y el nuevo mapa político electoral del país.
Previa aparición de Enrique Peña Nieto en la Universidad Iberoamericana, este candidato contaba con una cómoda delantera de 20 puntos en las encuestas de intención de voto.
Una ventaja que todo analista concuerda, es imposible de vencer. Tener alrededor de la quinta parte del electorado convencido implica que esa misma quinta parte debe, primero, rechazar a su candidato, y, segundo, dar su preferencia al contricante más cercano. El resultado de las elecciones de acuerdo al PREP es de menos de 8 puntos entre Peña Nieto y López Obrador, su contricante más cercano. ¿Cómo perdió 12 puntos en menos de 45 días?
Interrogante que debe tener a la cúpula priista en análisis constante.
Un factor claro en el cambio de estos 12 puntos -¡más de la mitad de la ventaja de EPN!- fue el #YoSoy132 como aglutinador de los jóvenes y la ciudadanía. Ese día en la UIA, la campaña de EPN mostró fallas y debilidades desde el área de seguridad (un candidato presidencial “cercado” en un baño, memorias de Lomas Taurinas rondando) pasando por el discurso (falta de conexión con la audiencia) y logística (no saber que los organismos de las Sociedades de alumnos son pro-AMLO como hace casi 15 años eran pro-PAN, muchas discusiones tuve directamente con Fernando Aboitiz, también ex-UIA).
Empero la falla más grande fue de control de daños mediático. La omisión (o falta de visión) de pensar que a los jóvenes se podía atacar y manipular. Y la falta de visión (u omisión también) de saber que el contricante domina las redes sociales y que estas son el medio de comunicación de los jóvenes. La misma maquinaria de campaña de EPN creó al #YoSoy132, ellos mismos le dieron el fuego necesario para encenderse y convertirse
como polvorín en un movimiento que agrupó a toda la inconformidad histórica de México en contra del regreso del PRI al poder. En los medios tradicionales, lejos de articular una estrategia pensada, estuvieron siempre a la defensiva, respondiendo cubetazo tras cubetazo
de agua fría. Factor que, para la OPINIÓN PÚBLICA , la cual difiere de la Realidad e incluso la modifica y construye, inclinó la balanza.
He sido maestro de la UIA y conozco a sus alumnos. He sido maestro de otras universidades. La mayoría de los maestros concordamos en la apatía generacional de lo estudiantes por ser protagonistas de su propia vida, de su propio cambio. Esta ocasión, EPN les facilitó un “para qué unirse”. El cómo lo hicieron ellos mismos con sus herramientas que dominan: YouTube, Facebook, Twitter. Herramientas de comunicación que los “adultos”
consideran de “niños”. Las redes sociales son los NUEVOS MEDIOS. A diferencia de otros países, en México Twitter está dominado por los protagonistas del llamado “círculo rojo”: políticos y líderes de opinión. En contraste con Estados Unidos de América, en México
no es una herramienta exclusiva de farándula o “chismes” (como dice un amigo doctor investigador) sino de divulgación y generación de conocimiento de primera fuente.
Este fue el arranque de un cambio de la mediocracia (el poder ejercido por los medios) hacia un esquema de PODER CIUDADANO, inédito para nuestro país acostumbrado al paternalismo político, al pase de responsabilidades siempre al “otro”, ya sea Gobierno o bien, “el perro que se comió la tarea”.
A diferencia del proceso de hace seis años, habría que analizar si el candidato fue mejor, si la maquinaria partidista estuvo más aceitada o si verdaderamente el PRI ha aprendido del pasado y su proceso de 12 años de “Renovación” finalmente rindió frutos.
La izquierda nacional muestra sus aciertos y desaciertos. La eterna incapacidad de caminar juntos, de presentarse como bloque sólido versus la contundencia de sus propuestas. Este 2 de julio hay tres líneas definidas y claras de la izquierda, cada una con un representante.
Miguel Angel Mancera como el sucesor del PRD capitalino, Marcelo Ebrard a la cabeza del ala “intelectual” de la izquierda mexicana y Andrés Manuel López Obrador como el gran caudillo del ala más combatiente. Un segundo análisis nos muestra como AMLO en lo individual, al sumar los votos del PT y Movimiento Ciudadano, ambos partidos bajo su liderazgo moral y político, él consigue más de 4 millones de votos, casi el 10% del total de las elecciones. Esto lo colocan como el caudillo de la izquierda, la cuarta fuerza política del país y el líder político más importante; bajo su mando moral estará también el 10% del Congreso.
Cualquiera que vea Twitter sabe que quién domina las conversaciones ahí es AMLO. Todos los que trabajan como asesores, analistas o líderes de proyectos en redes sociales saben la fuerza imparable que AMLO tiene en este ámbito. No se hizo de la noche a la mañana, en el 2006 cuando nadie creía en la importancia de la información y comunicación vía digital, él le apostó y con todo. Hoy cosecha los frutos de esa apuesta gracias a SDP noticias y el ejército de seguidores, bots y trolls con los que controla las redes sociales. Tal es su control que es una práctica común no enfrentar directamente a este ejército blitzkrieg de información digital.
Decir que la caída del partido en el poder, el PAN, al tercer puesto político del país se debe a un descontento con las últimas dos administraciones sobrepasa este espacio. Lo que sí es cierto es el desatino, mala suerte, falta de visión, del equipo de Josefina Vázquez Mota durante la campaña. Primer error gravísimo: copiar una campaña de otro país (slogan incluido) para México sin tropicalizarla. Siguiente error: la falta de atención a la
OPINION PÚBLICA y las líneas de mensaje. A todo mexicano nos irrita la falta de respeto hacia nuestra identidad, sea cual sea esta. Una falla imperdonable para las aspiraciones de quien busca ser el presidente de TODOS los mexicanos es el desconocimiento de cómo se escriben los nombres de su país… si fue error de la becaria o de quién fuera, eso nos habla de una sola cosa: quiénes escribieron, revisaron y aprobaron ese comunicado, no sabían dónde ni qué ni cómo es TlaXcala. Ni posteriormente sabían en qué evento estaban.
Esos mensajes se quedan en el inconsciente colectivo y afectan a la OPINION PÚBLICA, nuevamente, creadora de percepción y, a su vez, de la REALIDAD misma. El reconocimiento de que los resultados no le favorecían fue una gran muestra de madurez y ejercicio democrático. Pero aceptar en público que gracias a la campaña conoció México… sólo afirma la decisión de los mexicanos de que ella no estaba preparada para gobernarnos.
Sin duda el mejor ejemplo de la importancia de la comunicación, líneas de mensaje y el giro de una mediocracia al poder ciudadano es Gabriel Quadri. Antes del primer debate su participación era prácticamente nula en el proceso electoral, tanto que hasta corrían chistes
de lo “aburrido que deben estar sus escoltas”. Quadri salió al primer debate y lejos de atacar, se dedicó a proponer y construir imagen, OPINIÓN PÚBlICA, comunicar propuestas.
A denominarse el “ciudadano”, palabra que desde enero del 2012 estuvo en boca de todo analista y estratega político. Tan grande fue su acierto, tan bien conectó con la AUDIENCIA, los receptores, el electorado, que al día siguiente ya rebasaba el tan ansiado 2% para mantener el registro político del PANAL. Desde ese día, no se bajó de esa línea. De los protagonistas de estas elecciones, Quadri seguirá en el ojo público el resto del sexenio gracias a convertirse en el abanderado de la opción CIUDADANA.
Tres grandes vacíos quedn como asignaturas pendientes para las plataformas políticas y ejes de gobierno: La revisión y reconocimiento del papel del Ejército Mexicano como salvaguarda de la vida civil del país; el eterno olvido de la cultura (“¿eso a poco da votos?”); y la protección del futuro de México, la inclusión de la niñez en TODOS los ámbitos de desarrollo nacional.
Los partidos políticos tienen una tarea monumetal: analizar los resultados estatales con detenimiento. Enclaves priistas cayeron al igual otros panistas. Votos de castigo en contra de los Gobernadores se repitieron mientras que simultáneamente los votos favorecieron a los candidatos (personas) a senadores y diputados. Las alianzas perjudican más que lo que ayudaron. Queda claro que los ciudadanos, los RECEPTORES de los mensajes políticos, dejaron la pasividad por una postura crítica de análisis.
La era de la información marca cambios mundiales y locales como a su vez la revolución industrial transformó las sociedades humanas. La transición actual de un modelo vertical de flujo de información donde los medios eran quienes emitían el mensaje y los receptores pasivamente lo recibían; a uno horizontal de constante retroalimentación activa por los receptores quienes a su vez se convierten en emisores mismos, ha remoldeado el esquema social de México. La sociedad mexicana en el siglo XXI está organizada, informada y ha despertado finalmente del soponcio paternalista. El contagio de las revoluciones sociales del mundo árabe que han usado como herramienta las redes sociales, ha “viralizado” nuestra
sociedad. Esta es la gran lección, México, MX como se le conoce en las redes sociales, ha pasado de ser una sociedad mediocrática, dominado por los medios tradicionales a ser una sociedad que despierta a ser CIUDADANA, donde el poder y responsabilidad recae en cada uno de nosotros. Y esto, partidos políticos, gobernantes y gobernados, debe estar presente en el ejercicio constante de #sermexicano.
*Bruno Cárcamo (@Bruno_m9) reconocido imagenero (documentalista) es también
académico comunicólogo y asesor político.
1 comment for “De la mediocracia al poder de los ciudadanos”