Jefes narco y su declinación como testigos protegidos de la DEA

México, 17 de septiembre.- La colaboración de narcotraficantes con la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos, no es algo nuevo. A cambio de beneficios, como la reducción de sus condenas o la protección para sus familias, algunos criminales han decidido testificar contra sus antiguos socios o revelar información clave sobre la estructura y operaciones de los cárteles.

Es sabido que la DEA a menudo se basa en informantes para obtener información crucial sobre los ordenamientos que existen en estas estructuras dedicadas al tráfico de droga. A cambio de esta colaboración, los sujetos que fungen como conductos para la fuga de información, que pueden ser narcotraficantes de bajo o incluso de alto nivel, también reciben otros privilegios como la inmunidad o protección.

Foto: Especial

Esto significa que un narcotraficante puede ser protegido de la justicia a cambio de ayudar a las autoridades estadounidenses a desmantelar a cárteles rivales o a capturar a capos de mayor perfil. Esta estrategia, conocida como “apuntar hacia arriba”, puede llevar a la DEA a centrarse en un cártel mientras permite que el informante y su organización continúen sus actividades criminales sin pudor alguno.

A esta estrategia se le conoce como divide y vencerás, debido a que los norteamericanos han utilizado a un cártel para debilitar a otro. Esto puede crear un ciclo en el que, en lugar de desmantelar a todos los cárteles, la agencia simplemente está reconfigurando el panorama del crimen organizado.

Pero según la DEA, dice, que esas acusaciones son falsas y ha reiterado su compromiso de combatir el tráfico de drogas en todos los niveles. Sus informes y comunicados de prensa a menudo destacan los arrestos y decomisos que realizan en colaboración con sus contrapartes mexicanas. Sin embargo, las alegaciones de corrupción y las críticas a sus estrategias han persistido en el discurso público y en informes periodísticos a lo largo de los años.

Algunos narcotraficantes que cooperan con la DEA

Entre los narcotraficantes que se han convertido en testigos protegidos o informantes de la DEA, destacan algunos nombres relevantes en la historia del crimen organizado en México.

Uno de ellos es Vicente Zambada Niebla, alias “El Vicentillo”, quien es hijo de Ismael “El Mayo” Zambada, líder de una de las facciones del Cártel de Sinaloa. Datos oficiales dan cuenta que fue extraditado a Estados Unidos en 2010 y, en 2013, se declaró culpable de tráfico de drogas. Su cooperación fue clave en el juicio contra Joaquín “El Chapo” Guzmán, y en 2019 fue sentenciado a 15 años de prisión. Se informó que fue liberado en 2021, lo que sugiere que se le dio crédito por el tiempo que ya había pasado en prisión y por su cooperación.

Otro narcotraficante cooperador fue Jesús Reynaldo Zambada García, alias “El Rey”, hermano de “El Mayo” Zambada. Este también testificó en el juicio de Joaquín Guzmán Loera y en el de Genaro García Luna. A cambio, recibió una sentencia reducida y fue liberado en 2020.

Precisamente otro de los que ayudó a las autoridades estadounidenses para testificar contra el “Súper Policía”, como fue llamado en México a García Luna, fue Óscar Orlando Nava Valencia, alias “El Lobo”, exlíder del Cártel del Milenio. Testificó en el juicio de dicho exfuncionario federal mexicano; después de su cooperación, se informó que había sido puesto en libertad.

Un caso no tan claro, pero que está dentro del listado de criminales mexicanos colaboradores con agentes federales de Estados Unidos, es el de Édgar Valdez Villarreal, alias “La Barbie”. Este peligroso sujeto exoperador del Cártel de los Beltrán Leyva, se convirtió en testigo protegido, pero la información sobre su estatus ha sido a menudo contradictoria. En enero de 2024, se reveló que había sido liberado de prisión, aunque no se dieron detalles sobre su ubicación actual.

También figura por ahí el de Dámaso López Serrano, alias “El Mini Lic”, quien es hijode Dámaso López Núñez, “El Licenciado”, el cual también cooperó con las autoridades estadounidenses. Datos periodísticos señalan que “El Mini Lic” se entregó a la DEA en la frontera de Baja California con California, y se convirtió en uno de los principales testigos contra los hijos de “El Chapo” Guzmán, conocidos como “Los Chapitos”.

Estos son algunos de los casos en los que la colaboración de altos criminales reduce sus condenas a cambio de información útil para los fiscales. Una vez que cumplen con su parte del trato y su sentencia se reduce, pueden ser liberados, lo que a menudo genera gran controversia en México y preocupación.

Rodrigo Alarcón / @tiburon_alarcon / EstadoMayor.mx

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