México, 23 de junio.- La península es de vital importancia para la seguridad nacional por su posición geoestratégica al considerar la relevancia que tiene el canal de Yucatán, que se constituye como Centro de Gravedad de Defensa Estratégica ante cualquier amenaza que se vincule con el área de la Sonda de Campeche. La colindancia y cercanía con el sistema insular que inicia en Cuba y se proyecta hasta Colombia y Venezuela, así como la vecindad con Belice y Guatemala, representan retos de migración ilegal, tráfico de armas y drogas que afectan y continuarán afectando la seguridad interior del país.

Serguéi Kostenko, un ciudadano de origen ruso asentado en Quintan Roo fue señalado en octubre del 2023 de estar detrás de una red creada en Rusia que ofrecía servicios de viaje, hospedaje y atención médica para que mujeres de su país dieran a luz en Cancún con lo que sus vástagos en automático obtendrían la nacionalidad mexicana. Dos años después de destapado el caso, los servicios de inteligencia militar mexicanos identificaron este modus operandi como parte de una estrategia para que ciudadanos rusos pudieran obtener la residencia legal en México con hijos nacidos en territorio nacional.
Obtener actas de nacimiento para ciudadanos rusos es una práctica que los servicios de inteligencia del Kremlin han utilizado como recurso para sus agentes que años después utilizan como “tapadera” para operaciones encubiertas tras reclamar la nacionalidad del país donde se hizo el registro. El diario estadounidense The New York Times publicó hace unas semanas una amplia investigación periodística sobre esta práctica que viene de los tiempos de la KGB soviética y que permaneció vigente con casos documentados en Brasil y Portugal.
La presencia de rusos en Cancún no es nueva, pero adquirió relevancia partir del conflicto en Ucrania cuando los servicios de inteligencia de los países de la OTAN advirtieron a delegaciones militares de Latinoamérica con los que tienen lazos diplomáticos, del reforzamiento de las operaciones de inteligencia del Servicio de Seguridad Federal (FSB) ruso en distintos países donde México es clave en sus planes estratégicos, ya que es el país donde más personal diplomático desplegó en los últimos años con 85 funcionarios hasta marzo del año pasado.
Los ciudadanos rusos junto a los cubanos y venezolanos son las nacionalidades que privilegian la península de Yucatán para ingresar al país y buscar la residencia legal, pese a que las autoridades migratorias pasan por alto los verdaderos fines por los cuales se establecen en esa zona del país, consideró una fuente diplomática consultada al respecto.
ANTAGONISMOS
Un documento militar sobre los “Antagonismos del Estado Mexicano en la Frontera Sur”, señala la importancia estratégica de la Península de Yucatán al estar comprendida dentro de la Cuenca del Caribe, conocida también como el “Mediterráneo Americano”. Dice el estudio que esta cuenca es un brazo del Océano Atlántico compuesta de dos zonas marítimas semi-cerradas, el Golfo de México y el Mar Caribe, unidas por el Canal de Yucatán.
Zona de varias rutas que conectan a la cuenca con el Atlántico, representan las principales puertas para los buques que entran o salen del Caribe. Desde el siglo pasado la vía marítima más significativa en el área es el Canal de Panamá, que une el Océano Pacífico con el Mar Caribe, en el cual existen esencialmente cuatro rutas principales: Del puerto de Colón en Panamá a los puertos del Golfo de México; del puerto de Colón a los puertos estadounidenses de la Costa Este; de Colón a Europa y de los puertos del Golfo de México al viejo continente.
“Estas líneas marítimas de comunicación pasan a través de varios estrechos importantes, dos de ellos en el Golfo de México y a un lado de Cuba, por lo que para Estados Unidos, durante la Guerra Fría, una amenaza clave fue la posibilidad de que la navegación fuera interrumpida por Cuba en caso de un conflicto convencional en el Frente Central de la OTAN. Por estas razones, la Cuenca del Caribe posee un gran valor estratégico debido a que sus islas y costas constituyen bases potenciales para montar operaciones militares y subversivas contra los Estados Unidos y es también, una importante área de tránsito y fuente de vitales materias primas”, dice el estudio.
Uno de los primeros antagonismos que se enlista es el de la migración ilegal, que ha generado una crisis humanitaria en el país en los últimos años y que se convirtió en uno de los negocios ilícitos más lucrativos después del tráfico de drogas de la delincuencia organizada. Por su ubicación geográfica la península de Yucatán es propicia para el flujo de migrantes, a través de los cruces informales en la ribera del Río Hondo en la frontera de Quintana Roo con Belice; vía marítima proveniente de Cuba, y por vía aérea facilitada por los flujos turísticos hacia la Riviera Maya, esto le da un carácter especial a la región.
“En la península de Yucatán el principal flujo de migrantes es procedente de Cuba, Venezuela y Colombia en el estado de Quintana Roo y centroamericanos a través de la frontera con Guatemala. Por esta razón y por la ubicación geográfica de la península de Yucatán, la décima región militar fue incluida en las estrategias instrumentadas para la atención del flujo migratorio hacia el país”, señala el documento.
La décima región militar abarca geográficamente toda la península donde están las zonas militares 32 en Mérida, 33 en Campeche y 34 en Chetumal. Son 141 mil 523 kilómetros cuadrados, limita al norte y oeste con el Golfo de México, al este con el Mar Caribe con un litoral que tiene de extensión dos mil 501 kilómetros, al sur con Guatemala con una frontera de 194 kilómetros, y 278 de línea fronteriza con Belice de los cuales 85 son marítimos.
“La cercanía de la península de Yucatán con Cuba y la colindancia con Guatemala y Belice, obliga a mantener en estudio y vigilancia permanentes las amenazas y eventos relevantes que se presentan en la zona fronteriza, haciendo necesaria su atención política, económica, social y militar, de conformidad con sus condiciones y trascendencia para evitar un conflicto nacional o internacional; siendo importante resaltar que, considerando el territorio continental como sus aguas patrimoniales, nuestro país comparte fronteras con cuatro países: Estados Unidos, Guatemala, Belice y Cuba”.
NARCOPISTAS
Dada su ubicación geográfica la península ha sido empleada como trampolín para el trasiego de drogas procedente de Sudamérica hacia Estados Unidos, dice en otro apartado el estudio. En virtud de la creciente afluencia de visitantes nacionales y extranjeros hacia sus destinos turísticos, Quintana Roo se ha convertido en un centro de distribución de drogas, por lo que los vuelos de aeronaves ilícitas procedentes de Sudamérica se incrementaron un 20 por ciento nada más en el primer año del sexenio de Andrés Manuel López Obrador en comparación al último de la gestión de Enrique Peña Nieto. Fueron 166 vuelos registrados donde no en todos se pudo alcanzar a decomisar las cargas y solo se encontraron rastros de enervantes. Es una constante que las costas y puertos de la península se usen para cargas y descargas de drogas de los grupos delictivos quienes mantienen violentas disputas territoriales para garantizar la continuidad de sus envíos a la frontera norte e interior del país.
En las operaciones contra el narcotráfico al iniciar el sexenio pasado se aseguraron 13 aeronaves. “Al marcar el punto donde aterrizaron y los sitios donde se localizaron los cargamentos de droga que pretendían ocultar, se observó una coincidencia con ciertas áreas de asentamientos menonitas, quienes cuentan con los medios (maquinaria) para realizar el desmonte de campos y la preparación de caminos de terracería, que pueden ser empleados para el aterrizaje ilícito de aeronaves, desconociéndose aún si los grupos de menonitas apoyan voluntaria o involuntariamente estas actividades ilícitas. Si también registramos los lugares donde ha habido el robo de embarcaciones en la costa norte de la península de Yucatán, podemos identificar tanto las áreas de incidencia de este tipo de ilícito, como de aterrizaje de aeronaves y tres rutas principales de narcotráfico, unas orientadas hacia el centro y Norte del país y otra hacia el área de mayor consumo en la costa de Quintana Roo”, se lee en el documento.
FUERZA ARMADA
El número y la variedad de unidades militares asentados en las tres entidades que conforman la décima Región Militar, que suman poco más de cinco mil 800 efectivos, permiten enfrentar las necesidades de orden interno que se presentan en la península, además de apoyar con tropas a otras regiones militares del país con problemas derivados del narcotráfico, delincuencia organizada y “deficiencias en las estructuras de seguridad pública”.
Las operaciones en las zonas militares de los tres estados se realizan con un despliegue básico que “no es predecible” en ningún momento. El despliegue básico lo conforman cinco puestos militares de seguridad, 12 bases de operaciones; 14 puestos de vigilancia; ocho destacamentos de seguridad y nueve fuerzas de reacción. “Este despliegue se incrementa de acuerdo a la dinámica de las operaciones. (…)Las tropas desplegadas pueden ejecutar operaciones de intercepción terrestre y aérea, explotando la información proporcionada por el escalón superior o de proximidad social en las áreas con altos índices delictivos de la jurisdicción”.
El comandante de la décima región militar y los tres comandantes de las zonas militares participan en las juntas de comandantes fronterizos que forman parte del Grupo de Alto Nivel de Seguridad (GANSEG). La finalidad es intercambiar información “e incrementar la coordinación para acotar a las organizaciones criminales que operan en las zonas fronterizas, llevándose a cabo de manera conjunta operaciones coincidentes en las fronteras de Guatemala y Belice (cada fuerza armada en su propio territorio), con la finalidad de definir áreas y puntos críticos, rutas de escape o de aproximación y otros detalles de interés para ambos países”.
La coordinación de estas operaciones ha tenido resultados importantes con decomisos en ambos lados de la frontera. Han sido este tipo de movimientos los que en un principio hicieron que las organizaciones criminales movieran sus rutas e itinerarios, como sucedió a finales del año 2019.
“La dinámica y sorpresa del dispositivo implementado, orilló a las organizaciones criminales a incrementar sus vuelos ilícitos, sobre todo en el último cuarto del año 2019. Debido a que buscaron como alternativa aterrizar en diferentes puntos de la franja fronteriza con México, principalmente en Guatemala y Belice, tuvieron que emplear acémilas para buscar la dispersión en diferentes direcciones a través de la selva; sin embargo, el arribo de tropas cada vez con mayor rapidez, les impidió lograr su objetivo. Tuvieron, incluso, un enfrentamiento con tropas guatemaltecas donde se estima que una célula importante del trasiego hacia Campeche, fue neutralizada resultando detenidos varios de sus integrantes, otros murieron y algunos más resultaron heridos.
Todo lo anterior, llevó a las organizaciones criminales a intentar el tráfico a través del aeropuerto de Cancún, donde igualmente se logró el aseguramiento de cocaína por parte de fuerzas federales. “Al final, buscaron aterrizar en áreas de Quintana Roo, muy próximas a Chetumal, de donde pudieron salir apoyados por elementos de la policía estatal quienes impidieron el arribo oportuno del personal militar, argumentando estar actuando con motivo de un accidente aéreo. Los reconocimientos posteriores permitieron la identificación de sitios probablemente utilizados para ocultar temporalmente la carga ilícita, que si bien, no fue posible obtener la orden de cateo correspondiente, sí sirvió para evidenciar que se tiene la capacidad de detectar tanto sus actividades como el involucramiento de algunas autoridades. Finalmente, el desarrollo de operaciones sorpresivas con efectivos considerables, a pesar de la época decembrina, incluyendo efectivos de otra Zona Militar, dio como resultado la disminución de vuelos ilícitos en la última quincena del año”.
“La intensidad del flujo aéreo y rutas marítimas, serán aprovechados por el crimen organizado transnacional para desarrollar sus actividades de tráfico de drogas, trata de personas y lavado de dinero. El cambio de las rutas del narcotráfico en los últimos 10 años entre Colombia, Venezuela y Estados Unidos, continuará en el futuro”.
Juan Veledíaz / @velediaz424 / EstadoMayor.mx