El homenaje que levantó polémica

México, 19 de mayo.- A menos de seis meses que se publicaran las pruebas de “los vuelos de la muerte” durante la campaña militar contra la guerrilla de Lucio Cabañas en Guerrero que funcionaron como mecanismo de desaparición forzada de disidentes, la Defensa Nacional homenajeó al general Hermenegildo Cuenca Díaz, el secretario de la Defensa Nacional con Luis Echeverría, quien ordenó este y otros procedimientos para aniquilar el foco subversivo en la llamada Guerra Sucia. El evento abrió de nuevo la herida y provocó una polémica sobre la impunidad que impera en estos hechos considerados crímenes de lesa humanidad.

El lunes 12 de mayo el general Ricardo Trevilla Trejo, secretario de la Defensa Nacional, encabezó una ceremonia militar por la colocación de los restos fúnebres del ex secretario de la Defensa Nacional Hermenegildo Cuenca Díaz, fallecido el 17 de mayo de 1977 cuando se encontraba en campaña por la gubernatura de Baja California como abanderado del PRI, en el panteón Dolores de la ciudad de México. El evento fue organizado por la Asociación del H. Colegio Militar que preside el general de división retirado José Ángel García Elizalde, quien acompañó al titular de la Defensa, junto a familiares del general Cuenca. En el presídium reapareció el actual diputado federal por Morena y general de división retirado Luis Arturo Oliver Cen, mentor del general Trevilla, también estuvo el ex secretario de la Defensa Nacional Enrique Cervantes Aguirre, quien fue jefe de estado mayor de la 35 zona militar en Chilpancingo, Guerrero en la época de la “Guerra Sucia” con Cuenca como secretario, y asistió el general de división retirado Gastón Menchaca Arias, vicepresidente de la Asociación.

En el evento se develaron también placas alusivas para honrar las memorias del alumno Juan Rico “primer hijo del Colegio Militar en ofrendar su vida en defensa de la investidura presidencial, el 15 de julio de 1840; y del capitán Ignacio Luis Barba Castillón, quien perdió la vida al escoltar al presidente Venustiano Carranza, durante su traslado al Puerto de Veracruz, en la llamada “Columna de la Legalidad”, el 14 de mayo de 1920”, informó en su cuenta de X la Defensa Nacional. En esa columna que escoltaba a Carranza iba también el entonces cadete del Colegio Militar Hermenegildo Cuenca, como quedó registrado en su hoja de servicios militares, expediente que fue publicado en 2007 (https://archivo.eluniversal.com.mx/notas/443063.html).

Cuenca tuvo una carrera militar donde destacó como oficial de inteligencia entre las fuerzas armadas mexicanas y estadounidenses en la Segunda Guerra Mundial, fue cercano colaborador del general Gilberto R. Limón, secretario de la Defensa Nacional en el sexenio de Miguel Alemán Valdés (1946-1952), donde fue subjefe y después jefe de Estado Mayor de la Defensa. Fue el primer secretario de la Defensa Nacional egresado de la Escuela Superior de Guerra con lo que inició la etapa de los Diplomados de Estado Mayor (DEM) al frente de la dependencia. De su expediente resalta que fue senador del PRI en el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz (1964-1970), posición de la que pasó para encabezar la Sedena. Sus contemporáneos decían que era más su vocación política que su experiencia militar cuando el presidente Luis Echeverría lo nombró al frente de la dependencia.

HOMENAJE CUESTIONADO

La difusión en redes sociales del evento homenaje al general Cuenca generó una ola de indignación en organizaciones no gubernamentales de derechos humanos y de libertad de expresión, así como en ex integrantes de la Comisión de la Verdad de la Guerra Sucia, establecida con bombo y platillo en el inicio del gobierno de Andrés Manuel López obrador y prácticamente nulificada al terminar el sexenio.

El periódico español El País, en su portal web en edición México, tituló: “El homenaje a un general siniestro de la guerra sucia en México evidencia el poder de los militares. El secretario de la Defensa de Sheinbaum rinde honores a Hermenegildo Cuenca Díaz, artífice de los vuelos de la muerte”. En el sitio web de Aristegui Noticias se publicó una nota titulada: “Ejército rinde homenaje a Hermenegildo Cuenca Díaz, general que autorizó los “vuelos de la muerte”. En esa nota se citó a la organización no gubernamental Artículo 19, que criticó el homenaje al general Cuenca por ser “uno de los implicados en el Plan Telaraña, y cuya responsabilidad en violaciones a derechos humanos fue señalada incluso por el mismo Estado”. También la organización civil Fundar, rechazó el ceremonial al extinto exsecretario por considerar que “el Estado tiene una deuda con las víctimas del terrorismo de los años 70. La verdad y la justicia siguen siendo negadas, mientras actos como el reconocimiento a Hermenegildo Cuenca Díaz, implicado en la represión en Guerrero de aquella época, profundiza el agravio”.

En el mismo portal informativo se cita a la investigadora del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM, Eugenia Allier, quien formó parte de la Comisión de la Verdad de la Guerra Sucia, quien dijo que el homenaje era un reflejo de “la falta de voluntad gubernamental para enfrentar con justicia el pasado de violencia en México”.

Las críticas al evento fueron por la forma en como la Defensa Nacional homenajeó al general Cuenca cuya gestión fue revisada y analizada por órdenes de López Obrador cuando autorizó crear la Comisión de la Verdad para documentar las violaciones a los derechos humanos en los gobiernos de aquella época, y por el desenlace que tuvo al concluir el sexenio donde se criticó la forma en cómo se dio carpetazo a los sucesos investigados.

ECHEVERRÍA Y CUENCA

El homenaje al titular de la Defensa en el sexenio echeverrista sucedió seis meses después de que se publicó una de las investigaciones periodísticas más completas que se han realizado sobre las desapariciones forzadas de aquella época, las que consistieron en arrojar personas al mar desde aeronaves militares, realizadas por órdenes presidenciales con participación de policías y elementos de distintas unidades del Ejército. El trabajo se tituló “Toda la verdad sobre los vuelos de la muerte”, firmado por los veteranos periodistas Jacinto R. Munguía y José Reveles.

De lo más relevante de ese reportaje publicado en el sitio web Fábrica de Periodismo, destacan los documentos militares como el fechado el 6 de septiembre de 1974 cuando se hizo el primer vuelo de la muerte durante las operaciones contra la guerrilla de Lucio Cabañas en la sierra de Guerrero. Otra de las evidencias que señala directamente a Cuenca Díaz es un documento del inicio de las operaciones fechado el 28 de agosto de 1974, donde el general anotó en tinta negra su firma y una breve leyenda que decía “aprobado”. “De esta forma quedó constancia de que la operación para arrojar al mar los cuerpos de quienes eran ejecutados extrajudicialmente contaba con el conocimiento y la autorización de la más alta cúpula militar mexicana y que la participación de las tripulaciones que intervenían compensaba con un sobresueldo”.

La documentación que identifica con nombre la cadena de mando de “los vuelos de la muerte” y que apunta al general Cuenca, se suma a una serie de documentos militares publicados en el año 2009 en el libro “El general sin memoria. Una crónica de los silencios del Ejército Mexicano”. En ese trabajo se dio a conocer un radiograma fechado el 3 de agosto de 1974 elaborado por el general de división Salvador Rangel Medina, quien en esa fecha era comandante de la 27 zona militar con cuartel en Acapulco, Guerrero, dirigido al presidente Luis Echeverría donde sin mencionar con todas sus letras la estrategia conocida como ”aldea vietnamita”, que consistió en sacar a los pobladores de sus comunidades para destruirlas, dejaba entrever que por no estar de acuerdo con esa práctica, era uno de los motivos por los cuales solicitaba al general Cuenca que lo relevara del mando, además de que el general secretario era quien directamente dictaba las órdenes en el terreno haciendo a un lado la autoridad del comandante de zona lo que equivalía a una “duplicidad en el mando”, situación que generaba confusión en las tropas.

“Permítome hacer de superior conocimiento usted que con esta fecha digo al c. gral. de div. S.D.N. lo siguiente: “Permítome manifestar usted que desde establecimiento su cuartel general en plaza Atoyac para dirigir operaciones contra cabecilla LC, mi labor como comandante zona es indefinida debido disposiciones directas tiene usted bien dictar dando lugar incertidumbre en mandos subalternos.- Igualmente y con todo respeto exprésole difiero sus puntos de vista sobre evacuación población civil y otras medidas ordenadas por usted por considerarlas contrarias a los fines se persiguen y a labor acercamiento han venido realizando tropas con población ambas costas desde diciembre pasado.- Tal virtud y por elemental disciplina ruego a usted sea bien servido en disponer mi relevo como comandante esta zona militar. Muy respetuosamente Gral. Div DEM Salvador Rangel Medina”.

El radiograma sumado a las órdenes de operaciones para las unidades del Ejército en el teatro de operaciones de la sierra de Atoyac y en la Costa Chica de Guerrero bajo el concepto de Fuerza de Tarea, formadas para eliminar el foco guerrilleros de Lucio Cabañas y aniquilar a su base social, son parte de las evidencias que junto las bitácoras de “los vuelos de la muerte”, quedaron sin que generaran algún tipo de acusación penal, de acuerdo a los posicionamientos posteriores al fin de las actividades de la llamada Comisión de la Verdad.

Juan Veledíaz / @velediaz424 / EstadoMayor.mx

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