Cautela en el Comando Norte

México, 22 de abril.- Mientras el buque Gravely, un destructor equipado con misiles Tomahawk, navega en aguas del Golfo de México y casi choca con pescadores mexicanos, el reforzamiento de la presencia militar estadounidense en la frontera ya generó molestias en la Presidencia de la República aunque los titulares de Defensa y Marina conocen bien el tamaño del despliegue y las misiones encomendadas. El Comando Norte ha mostrado cautela ante las intempestivas órdenes de Trump porque saben que sus socios militares mexicanos están en la mejor disposición de cooperar con respeto a la soberanía de ambos países.

Foto: @USNORTHCOM

Si en política no hay casualidades en el medio militar tampoco, y a diferencia de los civiles, en las Fuerzas Armadas todo responde a una lógica y tiene explicación. El pasado 16 de abril circuló un video en redes sociales donde un grupo de pescadores que partieron de la isla de Holbox, en el Golfo de México, fueron interceptados por una patrulla de marines con quienes mantuvieron un diálogo sobre las razones por las que se encontraban en esa zona del mar. Tras identificarse con uno de ellos que hablaba español con acento puertorriqueño, los pescadores fueron conminados a alejarse por lo menos tres millas de esa área ya que un buque de guerra navegaba muy cerca de ahí. El buque era el USS Gravely, desplegado en el Golfo de México desde los primeros días de marzo pasado. Este es un barco destructor equipado con misiles Tomahawk y que meses atrás tuvo misiones de combate en el Mar Rojo contra la guerrilla hutíe en Yemen. El Gravely está considerado como la avanzada para misiones de intercepción de narcóticos liderada por la Guardia Costera estadounidense.

Este blog corroboró que los pescadores interceptados por una patrulla de marines que navegan con el Gravely, estaban a 80 millas náuticas del puerto de Chiquilá, en el extremo norte de la península de Yucatán, fuera de las aguas territoriales de México. (Embarcación pesquera inspeccionado por buque de guerra de EUA, estaba fuera de aguas territoriales de México https://www.estadomayor.mx/108689 )

Ese mismo día la Embajada de Estados Unidos en México publicó un post en su cuenta de X donde comentaba un mensaje del día 14 de la cuenta en la misma red social del Comando Norte. El texto que posteó la Embajada decía: “El general Gregory Guillot, Comandante de #USNORTHCOM, y altos mandos militares estadounidenses se reunieron con representantes de @Defensa1 y @Semar_mx para discutir las actividades militares de Estados Unidos y México a lo largo de nuestra frontera compartida para coordinar esfuerzos de apoyo mutuo. #AmericaSafer”.

De lo que se conoció de aquella reunión fue que el General Guillot junto a altos mandos del ejército estadounidense algunos que operan desde Fort Huachuca, Arizona, sede de la Fuerza de Tarea Conjunta para operaciones en la frontera con México, mantuvieron una reunión con dos altos mandos de la Defensa y Marina que son enlaces de las fuerzas armadas mexicanas con el Departamento de Defensa. La reunión fue para revisar las operaciones que se llevan a cabo y que en las semanas por venir se incrementarán al quedar completo el despliegue anunciado hace un mes de 10 mil efectivos entre marines, ingenieros militares, personal de apoyo, intendencia, sanidad y logística.


NUEVA BASE MILITAR EN NUEVO MÉXICO

Tras el anuncio del Presidente Donald Trump el miércoles 15 de dar el control de ciertas zonas federales de la frontera con México al Departamento de Defensa, se supo que se planea en un área conocida como Reserva Roosevelt, en Nuevo México, construir una nueva base militar que estará a unos pasos de la línea fronteriza con Chihuahua. Se dijo que al convertir estos terrenos fronterizos en una instalación militar estadounidense, los marines o cualquier unidad castrense podrá detener a cualquier intruso léase migrantes ilegales.

Transferir tierras al Departamento de Defensa en la frontera con México ha sido considerado el mayor avance de la administración de Trump en el uso que le está dando a las Fuerzas Armadas para labores de contención y combate a los cárteles de la droga en los límites territoriales con México. Antes la intervención militar se había limitado en apoyo en la construcción de fortificaciones y secciones del muro fronterizo por medio de sus unidades de ingenieros militares.

Al ser cuestionada sobre el anuncio de Trump de darle el control de ciertas zonas de la frontera a las Fuerzas Armadas estadounidenses y levantar una nueva base militar, la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum, informó en su conferencia matutina del jueves 16 que su gobierno había enviado una nota diplomática a Estados Unidos donde le dicen que esperan no traspasen la frontera y siguiera la misma colaboración que ha habido hasta este momento en materia de seguridad.

Sheinbaum sabía que los secretarios de la Defensa Nacional y de la Marina, días antes, fueron informados por los enlaces de la Armada y del Ejército de lo que habían tratado en la reunión con el jefe del Comando Norte. El tema de la frontera ha sido llevado con cautela por el general Guillot, sabe de la importancia estratégica de la sociedad con las Fuerzas armadas mexicanas y las líneas de acción sobre las que se trabajan desde hace más de seis años, dijo una fuente militar consultada sobre el tema.

AVANZA DESPLIEGUE

Uno de los últimos reportes de la la Fuerza de Tarea Conjunta (JTF-SB) con sede en Fort Huachuca, Arizona, y que está al mando del General Scott M. Naumann, es que van siete mil militares de distintas unidades los que se han desplegado en diferentes puntos de los más de tres mil kilómetros de frontera terrestre con México.

Uno de los primeros resultados es que aumentaron los decomisos de fentanilo en puntos de entrada como El Paso, colindante con Ciudad Juárez en Chihuahua y en Nogales, Arizona, ciudad hermana del mismo nombre del municipio sonorense. Ambos puertos fronterizos se encuentran dominados por grupos criminales con ligas con el clan Zambada en el primer caso, y con los Guzmán Salazar en el segundo.

El 14 de marzo pasado el USNORTHCOM anunció que había activado la Fuerza de Tarea Conjunta cuya misión sería “sincronizar tácticamente los esfuerzos del Departamento de Defensa para asegurar y sellar la frontera sur”. La Fuerza de Tarea Conjunta, quedó bajo el mando del General Nauman, quien es comandante de la 10ª división de Montaña de infantería ligera con sede en Fort Drum, Nueva York. Al hacer el anuncio de la llegada de Naumann a la frontera, el USNORTHCOM informó que se encargará de “alinear los esfuerzos para sellar la frontera sur y repeler la actividad ilegal bajo un único Grupo de Trabajo Conjunto, responsable de operaciones a gran escala, ágiles y en todo el dominio, lo que permitirá operaciones más efectivas y eficientes. El Grupo de Trabajo Conjunto-Norte continuará con su misión principal de detectar y monitorear amenazas de las organizaciones criminales trasnacionales dentro y a lo largo de los Estados Unidos”.

Al inicio de febrero pasado se desplegó la 10 división de Montaña de infantería ligera desde su sede en Fort Drum, Nueva York, a Fort Huachuca, Arizona, teniendo entre sus objetivos establecer la infraestructura necesaria para el cuartel general de la Fuerza de Tarea Conjunta que quedó apoyada en dos comandancias adjuntas, una de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), y otra del Cuerpo de Marines.

En aquella ocasión se recordó no sólo cuál era la misión, los medios con que se contaba y los primeros objetivos. El General Naumann también recordó que “el ejército estadounidense tiene una historia de casi 250 años de proporcionar capacidades militares únicas a nuestros líderes nacionales. Esta misión no es diferente. Desde Imperial Beach, California hasta McAllen, Texas, emplearemos esas capacidades y tecnología para reforzar los esfuerzos de nuestros socios interinstitucionales, con el fin de obtener el control operativo de la frontera, según lo ordenado”.

Juan Veledíaz / @velediaz424 / EstadoMayor.mx

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