Bomba migratoria en puerta

México, 2 de enero.- El escenario para después del 20 de enero de 2025 una vez que inicie el segundo mandato de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos, es que la expulsión de migrantes irregulares con sus familias genere una crisis de servicios que impacte en la seguridad de los municipios de la frontera norte. Existe un antecedente de respuesta institucional coordinada donde la secretaría de la Defensa Nacional coadyuvó por órdenes presidenciales para contener flujos migratorios en 2019, lo que da una idea de la capacidad que tiene el gobierno mexicano para hacer frente a los riesgos que podrían darse en esta región del país. 

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Captura de pantalla documento “Plan de Migración y Desarrollo en la Frontera Norte”

En el cenit de la gestión del primer mandato de Donald Trump la crisis migratoria detonada por las caravanas que recorrían el país rumbo a la frontera norte tuvo una respuesta institucional articulada y planeado donde la comandancia de la cuarta región militar con sede en Monterrey y jurisdicción en los estados de Tamaulipas, Nuevo León y San Luis Potosí, se transformó en el Centro Coordinador de Operaciones “Frontera Norte”. Ante las amenazas de expulsiones masivas de migrantes a partir del 20 de enero del 2025, cuando inicia el segundo mandato de Donald Trump en la Casa Blanca, y la crisis que provocaría por los altos flujos de personas en los puntos de acceso en los estados fronterizos, la posibilidad de que se vuelva a activar la estrategia migratoria en esta zona del país es alta debido a los antecedentes del año 2019. 

De acuerdo con diversas fuentes militares, en la comandancia de la cuarta región militar al mando del general de división Juan José Gómez Ruiz, en la 11 región en Torreón a cargo del divisionario Eufemio Alberto Ibarra Flores, con jurisdicción en Coahuila y Chihuahua y en la segunda región con cuartel en Mexicali al mando del general de división José Roberto Montes de Oca, con jurisdicción en Sonora y la península de Baja California, se realizan preparativos para el posible reforzamiento de las áreas de ingreso formales e informales a lo largo de los tres mil 178 kilómetros de la franja fronteriza. 

En aquella ocasión la Defensa Nacional por órdenes presidenciales creó el agrupamiento “Frontera Norte”, conformada por seis zonas militares en 6 estados con 38 municipios fronterizos, en las que hubo 10 coordinaciones regionales con dos mil 864 efectivos para realizar patrullamientos a lo largo de la franja fronteriza y 952 soldados desplegados en puntos de paso formales. Hace cinco años como hoy día siguen existiendo las tres rutas de tránsito migrante que son la Noroeste, Centro y Noreste. En estas rutas fue donde se fijó el objetivo de contener las caravanas en su intento por llegar a la frontera. 
El agrupamiento “Frontera Norte” fue integrado por células, hubo una de inteligencia y otra de contrainteligencia, una de la policía ministerial, una de comunicación social, de asesoría jurídica, componente aéreo, naval y de Policía Federal además de un equipo de la dirección general de derechos humanos. Todos en coordinación con el Instituto Nacional de Migración (INM). El objetivo era tener cubiertos los 53 cruces formales y los 104 informales. 

De acuerdo al documento titulado “Plan de Migración y Desarrollo en la Frontera Norte” fechado en julio de 2019 del que este Blog obtuvo una copia, el despliegue operativo quedó de la siguiente manera: en Baja California la segunda zona militar desplegó mil 100 efectivos, en Sonora la 45 zona movilizó a 324, en Chihuahua la quinta zona desplegó 427, en Coahuila la sexta zona hizo lo mismo con mil 56, la séptima zona en Nuevo León movilizó a mil 598 efectivos y la octava zona militar en Tamaulipas hizo lo propio con dos mil 120, haciendo un total de seis mil 635. A los que se sumaron cuatro mil 500 efectivos de la Guardia Nacional en sus 10 coordinaciones regionales en la frontera. 

El resultado de aquella operación fue una disminución significativa en los flujos migratorios que también tuvieron réplica en la frontera sur en los diferentes puntos de ingreso a territorio nacional. Lo que se prevé es que el flujo migratorio ahora sea a la inversa, dice una fuente militar consultada en la cuarta región militar. La cantidad de personas que ingresen a México en calidad de deportados de territorio estadounidense ameritará una respuesta coordinada entre todos los órganos que operaron en 2019 en aquella estrategia, señala.  

“AMBULANCIAS” MIGRATORIAS

En febrero de 2022 una alerta circuló entre los comandantes de unidades del Ejército en estados con alta concentración de flujos migratorios. El mensaje refería que en tres acciones diferentes habían detectado ambulancias “hechizas” del IMSS y camionetas balizadas con el logotipo de Telmex donde se transportaban migrantes de forma ilegal. El primer caso ocurrió en enero de aquel año cuando personal de la Guardia Nacional en un puesto de control en Coatzacoalcos, Veracruz, revisaron una camioneta balizada como ambulancia del IMSS donde encontraron a 25 migrantes. Ese mismo mes en el puesto de seguridad Santo Marqués en Oaxaca, elementos de la Guardia Nacional revisaron una camioneta balizada como ambulancia del IMSS donde había 28 migrantes, al revisar la unidad hallaron que no contaba con documentación que avalara su pertenencia a esta dependencia. Un tercer caso ocurrió también ese mes, pero en el punto de control migratorio “Veracruz”, donde personal del Ejército revisó una unidad con logotipo de Telmex donde hallaron 16 migrantes. 

El documento refería que los casos suscitados eran reflejo de cómo se adoptaban nuevas técnicas para el tráfico irregular de personas a bordo de vehículos de transporte de pasajeros de carga y particulares, “incluso a bordo de vehículos con logotipos de organismos públicos y/o privados”. Se hacía un exhorto a que con apoyo de agentes del INM no se dejara de revisar tractocamiones con adaptaciones en la parte superior de las cajas cerradas y se ampliara la revisión a la totalidad de vehículos que pudieran ser empleados para el tráfico de migrantes, “poniendo atención especial a vehículos “ambulancia””.

PLAN EMERGENTE

Dentro de la estrategia que el gobierno federal prepara para atender las deportaciones anunciadas, se encuentra el que los gobiernos centroamericanos reciban de manera directa a los ciudadanos de sus países que sean expulsados de los Estados Unidos. El jueves 26 de diciembre la presidenta de la república Claudia Sheinbaum anunció que el canciller Juan Ramón de la Fuente está en pláticas con diversos gobiernos de la región para que reciban de forma directa a sus deportados y se evite que pasen por el país. Esto ante la posibilidad de que se saturen los puntos fronterizos y los municipios que los reciban resulten rebasados ante la cantidad de personas que sean deportados por los distintos cruces entre ambos países. 

Datos oficiales del 2024 señalan que la cifra interanual de flujos migratorios registró un récord de 925 mil migrantes irregulares de enero a agosto pasado, lo que representó una subida de 132 por ciento. Con estos números la preocupación porque se sumen los deportados a la población flotante en la frontera estriba en los problemas de seguridad y sanitarios que se podrían generar. 

Juan Velediaz / @velediaz424 / EstadoMayor.mx

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