México, 11 de noviembre.- Siete ascensos en el Ejército y dos en la Fuerza Aérea Mexicana encabezan la promoción superior en el rango de general de división de la Secretaría de la Defensa Nacional. Los ascensos que se anunciarán el 20 de noviembre son los primeros en la gestión de Claudia Sheinbaum Pardo como presidenta de la república, donde el factor de combate al narcotráfico y la relación militar con Estados Unidos destacan en la trayectoria de la mayoría de los nuevos generales de división.
Dos factores marcan la promoción superior del Ejército y Fuerza Aérea Mexicana en el inicio del sexenio de Claudia Sheinbaum Pardo, comandante suprema de las fuerzas armadas. El primero es que la mayoría de quienes ascienden a general de división han tenido algún papel en los últimos años en la relación militar con los Estados Unidos. El segundo es su paso al mando de tropas en alguno de los cinco estados más violentos del país. Ambos factores se enmarcan también en que, en algún momento de su trayectoria de años recientes, la mayoría de ellos trabajaron de cerca con el general Ricardo Trevilla Trejo, hoy secretario de la Defensa Nacional, cuando se desempeñó como jefe del Estado Mayor Conjunto de la Defensa Nacional (EMCDN).
Como se publicó en este Blog el mes pasado, quien encabeza la promoción superior es Arturo Coronel Flores, sucesor del general Trevilla al frente del EMCDN, quien recibirá su tercera estrella junto al escudo nacional que lo acredita como general de división el próximo 20 de noviembre en el aniversario 114 de la Revolución mexicana. Coronel Flores es parte del grupo compacto del secretario de la Defensa. De su hoja de servicios resalta que es egresado del curso de Comando y Estado Mayor en Fort Leavenworth, Kansas. Cursó la maestría en Ciencias y Recursos Estratégicos Nacionales en el Colegio Industrial de las Fuerzas Armadas de la Universidad Nacional de Defensa en Fort Lesley J. McNair, en Washington D.C. También tiene maestría en Administración Militar para la Seguridad y Defensa Nacional en el Colegio de Defensa Nacional, en Popotla, CDMX. Además de un curso para personal directivo de estudios del extranjero, en la Academia de Defensa del Reino Unido. Fue comandante del 97 de infantería en Querétaro y tiempo después agregado de Defensa, Militar y Aéreo en la Embajada de México en los Estados Unidos. Se desempeñó como jefe de Estado Mayor de la cuarta zona militar en Hermosillo, Sonora, y tiempo después en esa posición pero en la 27 zona militar en Pie de la Cuesta, Guerrero. En los primeros meses de 2018 fue comandante del mando especial de la Laguna, en Torreón, Coahuila. Antes de ser nombrado jefe del EMCDN era director general de administración de la Sedena.
El segundo en la lista y que también estaba en la antesala para ser general de división es Guillermo Briseño Lobera, comandante de la tercera región militar con sede en Mazatlán y jurisdicción en los estados de Sinaloa y Durango. Como su colega al frente del EMCDN, es parte del círculo más cercano del general secretario. En su expediente militar resalta que estuvo al mando de la quinta brigada de policía militar entre 2015 a 2018, donde participó en operaciones de apoyo a la seguridad pública en Guerrero, Tamaulipas y Michoacán. Tiempo después ya como subjefe de operaciones en el Estado Mayor Conjunto de la Defensa Nacional, se convirtió en uno de los generales más activos en las tareas para desarrollar la agenda en la Junta de Comandantes Fronterizos con los mandos del Ejército Norte de los Estados Unidos, como la celebrada en octubre del 2021 en San Antonio, Texas. En ese mismo mes fue el jefe de la delegación que asistió a una visita de trabajo a la Guardia Civil en Madrid, España, y a la Gendarmería francesa, donde lo acompañaron los generales Inocente Prado López, en ese entonces jefe de la coordinación policial de la Guardia Nacional y el general Maximiliano Cruz Ramos, que en aquel año era comandante del Cuerpo de Policía Militar.
Desde el 1 de octubre tras tomar posesión de la comandancia de la tercera región militar, Briseño Lobera encabeza las operaciones de apoyo a la seguridad pública derivado del conflicto al interior de la organización criminal hegemónica en Sinaloa que ha incrementado los niveles de violencia. Lo que se ha registrado en la capital del estado, en la zona del valle del Évora y en parte de la región serrana es un despliegue importante de tropas que han tenido enfrentamientos con células criminales donde se han capturado algunos cabecillas de las facciones en disputa.
De quienes también estaba anunciado su ascenso a general de división por la responsabilidad que conlleva el cargo que asumieron al iniciar el actual sexenio, eran Roberto Claudio del Rosal Ibarra, comandante de la segunda región en Mexicali, con jurisdicción en la península de Baja California y Sonora, y Hernán Cortés Hernández, comandante de la Guardia Nacional. Ambos se encuentran en posiciones donde su labor para enfrentar la crisis de seguridad interior, como el reforzamiento de la seguridad fronteriza, el control de vías de comunicación terrestres y despliegue de unidades en zonas de conflicto, será fundamental para aminorar los altos índices de violencia que imperan en este año.
Quizá por ello el ascenso a general de división de José Roberto Flores Montes de Oca, comandante de la octava zona militar en Reynosa, Tamaulipas, llegó en un momento en que esta entidad del país permanece de alta conflictividad con los grupos criminales. La importancia estratégica que significan las aduanas de Nuevo Laredo, Reynosa y Matamoros, con las implicaciones del tráfico de armas, combustible y droga hacen que esta posición sea de las más importantes en el mapa militar del país.
Por ello el ascenso a general de división de Juan José Gómez Ruiz, comandante de la cuarta región militar con sede en Monterrey y jurisdicción en San Luis Potosí, Tamaulipas y Nuevo León, se lee no solo por su hoja de servicios sino por la manera en que ha desarrollado la agenda en esta explosiva zona del país en los últimos años.
El general Gómez Ruiz estuvo al mando de la octava zona militar en Reynosa, donde los enfrentamientos de los grupos criminales y el Ejército se incrementaron en los últimos dos años. Nombrado al frente de la cuarta región militar en la ciudad donde se asienta el poder económico del país y donde está una de las líneas de batalla más compleja por la colindancia con Texas, entidad cuyos mercados de armamento son de los principales que surten a los grupos delincuenciales en Tamaulipas y Nuevo León y resto del país. El general conoce bien esta parte de la república ya que también previamente se desempeñó como comandante de la séptima zona militar con cuartel en Apodaca. De su hoja de servicios militares destaca su paso como comandante del Cuerpo de Fuerzas Especiales y al frente de varios regimientos de caballería. Fue agregado militar en la Embajada de México en París, Francia y tiempo después en la agregaduría militar en Washington se desempeñó como director de la secretaría de la Junta Interamericana de Defensa.
La importancia de la Junta Interamericana de Defensa en la promoción superior del 2024 quedó manifiesta con el ascenso a divisionario del general Marco Antonio Álvarez Reyes. Este oficial de caballería fue hasta junio pasado presidente del consejo de delegados de la Junta Interamericana de Defensa. Antes de su adscripción a la agregaduría militar en la Embajada de México en Washington, fue comandante de la 45 zona militar en Nogales, Sonora, y previamente ocupó el cargo de director de comunicación social de la Sedena cuando el general Salvador Cienfuegos era secretario de la Defensa. Fue comandante de la primera zona militar en la ciudad de México al inicio del sexenio pasado, y en mayo del 2020 fue designado comandante de la 19 zona militar en Tuxpan Veracruz. Hizo el curso Superior de Defensa y Seguridad Hemisférica a nivel maestría, en el Colegio Interamericano de Defensa, Washington, D.C. Y realizó el curso de Planeamiento de Defensa y Transformación de Fuerzas en el Centro de Estudios de Defensa Hemisférica de la Universidad Nacional de Defensa de los Estados Unidos.
Por la Fuerza Aérea Mexicana quienes ascienden a general de división son Carlos de Jesús Gracia Ríos, actual comandante de la región aérea del noroeste con sede en Hermosillo, Sonora. Y Edgar Salvador Rodríguez Franco, comandante de la región aérea del sureste, con sede en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.
Entre la promoción de 24 ascensos a general de brigada destacan el de Francisco Enríquez Rojas, quien inició el sexenio pasado como director de comunicación social de la Sedena, y el de Avigaí Vargas Tirado quien fue jefe de la subsección de operaciones contra el narcotráfico en la sección séptima del Estado Mayor Conjunto de la Defensa Nacional.
Entre los 31 ascensos a general brigadier está el de Carlos Javier Pérez Vara, quien el sexenio pasado se desempeñó como jefe de la oficina de enlace de la secretaría de la Defensa Nacional con el Departamento de Defensa de los Estados Unidos.
Juan Veledíaz / @velediaz424 / EstadoMayor.mx