Estado Mayor/26 noviembre 2021
Jorge Alejandro Medellín

Los niveles de violencia e ingobernabilidad ocasionados por grupos de la delincuencia organizada en varios estados de la república han obligado al gobierno federal a recomponer la estrategia de seguridad y crear mecanismos emergentes para tratar de responder a la escalada criminal.
Más de 22 mil militares, marinos, guardias nacionales y policías estatales y municipales están involucrados en esta nueva fase del combate a la delincuencia, fenómeno con el que el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador no ha podido y que ha dejado 100 mil asesinatos y decenas de miles de desaparecidos en casi tres años de gestión y de presencia militar en las calles.
En los últimos dos meses, el presidente y su gabinete de seguridad han lanzado cuatro estrategias denominadas Plan de Apoyo, que han sido puestas en marcha en los estados de Guerrero, Michoacán, Zacatecas, Guanajuato y en el puerto de Cancún.

En el caso de Guerrero, pese a dirigirse a una entidad golpeada durante décadas por el abandono, la pobreza, la explotación, la violencia y represión combinadas con distintas formas de violencia social, el mecanismo de apoyo obedeció más a un tema de corte político –el apoyo al morenista Félix Salgado Macedonio y a su hija Evelyn Salgado, ganadora de la gubernatura– que a una emergencia por el desbordamiento de la violencia.
Para la entidad ahora gobernada por Morena, se anunciaron cuantiosos apoyos económicos, inversiones y obras sociales que significarán un incremento de 50 mil a 90 mil millones de pesos en programas de desarrollo. En este caso no se anunció el desplazamiento de tropas, la llegada de más marinos o el arribo de guardias nacionales para reforzar la seguridad.
Se anunciaron fuertes inversiones y más programas sociales en zonas de ancestral atraso social, especialmente en La Montaña.

En cambio, en estados como Colima, Michoacán, Zacatecas y Guanajuato, atacados incontrolados en extensas zonas por cárteles de la droga, la situación es muy distinta. En Colima el Plan de Apoyo obedece al súbito incremento de la violencia, a las desapariciones, extorsiones y ejecuciones registradas en ciudades como Tecomán, convertida en escenario de enfrentamientos y territorio en disputa por células de varios grupos delictivos.
Allí, el apoyo significará la presencia de guardias nacionales en 9 cuarteles que se construirán o habilitarán en los próximos meses. Mientras tanto, la federación y las policías estatal y municipales incrementarán la vigilancia y los puestos de control carretero.
El mayor signo de intervención para apuntalar la pacificación o el control de la violencia fue entregarle la administración del puerto de Manzanillo a la Armada de México, aseguró ahí en Colima el presidente López Obrador.
El caso de Michoacán ha sido más peculiar y marcado por el favoritismo político, dado que el gobernador saliente, Silvano Aureoles, abanderado por el PRD, siempre se quejó del abandono de la federación, de ser rehén del narcotráfico y de los grupos de autodefensa.

Asediado al final de su mandato por los cárteles de Jalisco y de Sinaloa y por los grupos delictivos locales como Los Viagras, la Familia Michoacana y las autodefensas, Aureoles fue incapaz de contener o siquiera enfrentar la violencia y la toma de regiones y municipios enteros por parte de estos grupos.
Intentó zafarse de sus responsabilidades asumiéndose como víctima de la violencia, acusando a Morena de estar ligada al narco. En tanto, en los cuarteles militares y de la Guardia Nacional prevalecían la inmovilidad y la pasividad ante el despliegue de caravanas de blindados del Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG) y sus fuerzas especiales del Mencho, controlando amplios tramos carreteros en varios municipios en disputa.
El hartazgo de los habitantes de Aguililla fue mayor que su miedo y terminaron por pasar del reclamo a los ataques y actos de violencia contra el cuartel militar de esa ciudad para hacer que la tropa actuara y es garantizara desplazamientos seguros, abasto, reactivación de la actividad comercial y salir del aislamiento.
Hacia allá se enfocó el Plan de Ayuda anunciado el 10 de octubre por Obrador y que implica la movilización de 16, 892 elementos (4 mil 402 soldados del Ejército de los cuales 4 mil 052 son operativos; 4 mil 990 elementos de la Guardia Nacional y 7 mil 500 policías estatales).

El Plan de Apoyo a Cancún, centro turístico que lleva años asediado por cárteles de la droga y hoy vuelve a entrar en disputa tras el descenso del COVID, se dio luego de tres masacres en las que al menos diez personas fueron asesinadas en bares y centros nocturnos, ante la mirada de turistas extranjeros, a plena luz del día, en la zona hotelera y con visitantes de otros países como víctimas mortales del fuego cruzado.
En este caso el general Luis Cresencio Sandoval anunció la creación de un Batallón de Seguridad Turística integrado por 1,445 elementos de la Guardia Nacional. El secretario de la Defensa reveló que en Cancún ya estaba en operaciones una Compañía de la Unidad de Operaciones Especiales UNOPES) de la Armada de México integrada por 126 efectivos. Es decir, que este grupo ya operaba cuando ocurrieron los dos últimos hechos de violencia en la zona.
El Plan de Apoyo más reciente es el anunciado para tratar de rescatar a Zacatecas, territorio en disputa por ser paso estratégico hacia el sur de los Estados Unidos y puente hacia el Golfo de México. El estado se volvió zona de guerra entre el CJNG, el Cártel de Sinaloa, el de Juárez y sus bandas aliadas y el Cártel del Noroeste, lo que queda del Cártel del Golfo y sus escisiones y otras bandas locales.

Las masacres de policías que no se unen a estos grupos han dejado a una decena de municipios sin un solo guardia. Todos huyeron o renunciaron o no se presentaron más a trabajar por el terror de aparecer ejecutados, desmembrados o colgando de alguno de los puentes y pasos carreteros que cruzan el estado, En ese contexto de huida se dio la visita del presidente y su gabinete de seguridad a Zacatecas.
En la capital del estado anunció el plan, que consiste en el envío de más tropas, más guardias nacionales y la redistribución de policías locales para dinamizar a vigilancia. Los guardias nacionales que lleguen a Zacatecas serán enviados a los municipios en donde los policías municipales se hicieron humo.
El general Sandoval dijo en esa conferencia mañanera que el Plan de Apoyo a Zacatecas comprende la instalación de 16 cuarteles de la Guardia Nacional y la presencia de 3 mil 848 elementos militares distribuidos en tres regiones: norte, sur y centro.

Adicionalmente, dijo, se unirán a esta estrategia las zonas militares de San Luis Potosí, de Guanajuato, de Aguascalientes y de Jalisco. Estas zonas militares dispondrán personal, 90 elementos por cada zona militar, un total de 360 efectivos donde ellos van a actuar a los límites hacia Zacatecas para contener el movimiento de grupos delictivos.
¿Cuál será la característica principal que le vamos a dar a este refuerzo?
Bueno, una flexibilidad importante para apoyar y reforzar en donde se requiera. Si bien van a tener una ubicación, un despliegue las tropas, van a tener la posibilidad tanto o tienen su capacidad para moverse por vehículos o también por aeronaves, por helicópteros, detalló.
Agregó que habrá un periodo de 30 días para analizar los resultados del Plan de Apoyo, evaluarlo y corregir lo que deba corregirse.
@JorgeMedellin95