Estado Mayor/13 agosto 2021
Jorge Alejandro Medellín

Con la revista de entrada del primer Comandante del Ejército Mexicano, el general de División Eufemio Alberto Ibarra Flores, dio inicio “el proyecto más importante y trascendente” de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA), la etapa de transformaciones administrativas y operativas que le permitirán adaptarse a las nuevas misiones ordenadas por el presidente y comandante supremo Andrés Manuel López Obrador y al entorno mundial de cambios y redefiniciones que han alcanzado a las fuerzas armadas del mundo.
La SEDENA mantuvo su estructura operativa y administrativa sin mayores cambios desde el 13 de noviembre de 1942, cuando el entonces presidente de México, el general Lázaro Cárdenas del Río, publicó el instructivo de reorganización de la secretaría conteniendo asignaciones para el naciente Estado Mayor que comprendían aspectos operativos y aspectos administrativos vinculados con el ámbito civil.

Hoy, esa dinámica operacional y administrativa ha dado un giro que se espera sea histórico, ya no solo busca mejorar las capacidades y resultados de la institución, sino que también intentará insertar a las fuerzas armadas mexicanas en un ritmo de desarrollo y profesionalismo castrense al que, hasta ahora, no ha logrado acceder.
La secretaría explicó en un extenso comunicado los detalles más importantes como contexto del nombramiento del general Ibarra Flores como el primer Comandante del Ejército Mexicano, figura nunca antes contemplada en la estructura militar mexicana y que llevará consigo numerosos cambios y readecuaciones que, asegura la SEDENA, no implicarán gasto alguno.
De acuerdo con la dependencia, “la centralización de funciones y el escalonamiento para interactuar con la Administración Pública Federal generó la necesidad de una transformación institucional, orientada a optimizar el funcionamiento de los diferentes organismos de la Secretaría de la Defensa Nacional y para responder a las demandas de la sociedad mexicana conforme el proyecto de nación”.

Esta modernización, anuncia, “representa el proyecto más importante y trascendente de esta Secretaría de Estado, para hacer más eficiente, transparente y ágil la operación de las Fuerzas Armadas de Tierra y Aire”.
En este contexto, la secretaría recordó cuál ha sido la estructura conservada desde 1942:
– Estado Mayor de la Defensa Nacional.
– Subsecretaría y Oficialía Mayor.
– Inspección y Contraloría General del Ejército y Fuerza Aérea.
– Comandancia de la Fuerza Aérea.
– Órganos del fuero de guerra.
– Direcciones Generales.

Con estos órganos de acción se ha cumplido durante 79 años con las misiones asignadas en la Ley Orgánica del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos de 1971 y su actualización en 1986. Además, se han sacado adelante otras tareas en apoyo a entidades federativas para hacer frente a la delincuencia organizada, darle protección al medio ambiente, contribuir al desarrollo nacional con proyectos prioritarios, así como participando en tareas de transporte de hidrocarburos y brindando seguridad a instalaciones estratégicas en varios puntos del país, señala la secretaría.
La SEDENA pondera en su comunicado las acciones llevadas a cabo para el “bienestar y seguridad en la población”, destacando los proyectos prioritarios como la construcción de infraestructura aeroportuaria, vías férreas, instalaciones bancarias, apoyo en la consolidación de la Guardia Nacional, programas sociales orientados a la generación de empleos y conservación del medio ambiente.
Todas estas actividades han sido realizadas “mediante la correcta articulación de los sistemas: Operativo, Administrativo, Logístico, de Adiestramiento, Educativo y de Inteligencia con los que cuenta la SEDENA.
Sin embargo, la secretaría, “con la estructura y organización actual, la Secretaría de la Defensa Nacional cumple una doble función, una como Secretaría de Estado y otra como Cuartel General Superior del Ejército; además, el Secretario de la Defensa Nacional tiene una triple función: como Secretario de Estado, como Alto Mando para ejercer el control conjunto del Ejército y la Fuerza Aérea y finalmente como Comandante del Ejército Mexicano”.

La SEDENA reconoció que sus acciones, con el tiempo, fueron topándose con limitaciones en materia de “interacción, coordinación y entendimiento con Fuerzas Armadas de otros países, debido a que sus estructuras están basadas en Ministerios de Defensa y Estados Mayores Conjuntos responsables de administrar y operar a la totalidad de las fuerzas militares”.
Para solucionar estos problemas, la secretaría “realizó diversas acciones para mejorar su estructura orgánica, considerando la reorganización de la misma mediante la descentralización y creando la Comandancia del Ejército Mexicano para contar con una dependencia moderna, eficaz y eficiente, incrementando sus capacidades y hacer frente a retos futuros”.
Con esta perspectiva, el Ejército y la Fuerza Aérea fueron asumiendo las misiones ordenadas por el mando supremo (Estrategia para el Fortalecimiento de Aduanas, Protección y Vigilancia del Espacio Aéreo Nacional, Combate al robo de hidrocarburos, Plan de Migración en las fronteras norte y sur, Ciberdefensa y Ciberseguridad) para “mantener la integridad y soberanía nacional, garantizando en todo momento el respeto y protección a los derechos humanos”, asegura el texto.

La SEDENA asegura que con los cambios proyectados “se descentralizan las funciones asignadas dentro de la Administración Pública Federal a través de la Subsecretaría y Oficialía Mayor de la Secretaría de la Defensa Nacional, reasignando el efectivo de los recursos humanos, materiales, tecnológicos y financieros, para que el personal del Estado Mayor de la Defensa Nacional se enfoque en la planeación, coordinación, y supervisión de las actividades operativas del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, auxiliando al Alto Mando en sus tareas principales”.
Con esto la secretaría está convencida de que logrará lo siguiente:
– Generación de doctrina, adiestramiento y equipamiento al interior de la Secretaría de la Defensa Nacional.
– Mejorará el control administrativo para atender asuntos de la Administración Pública Federal. – Se incrementará la eficiencia y eficacia en el uso de los recursos humanos, materiales y financieros.
– La restructuración de los organismos que atienden asuntos de la Administración Pública Federal, separando aquellos del ámbito militar como Fuerzas Armadas de tierra y aire.
– Optimizará el funcionamiento de los organismos de las fuerzas de tierra y aire.
– La actualización de la División Territorial conforme las necesidades operativas y de creación de nuevas unidades.
– Facilitará la transparencia y rendición de cuentas conforme a la normativa vigente.
– Organismos ágiles y prácticos para atender las demandas de la sociedad.
– La unificación del Sistema Educativo Militar, que cuente con una ruta profesional para el Ejército y Fuerza Aérea, incluyendo el Doctorado en el Instituto Mexicano de Estudios Estratégicos en Seguridad y Defensa Nacionales, así como la formación de líderes para el ejercicio del mando y la toma de decisiones.

En cuanto a las misiones y lo que se espera con la creación de la Comandancia del Ejército Mexicano, la Defensa Nacional explica que “esta será responsable del desarrollo de la fuerza, generar doctrina, adiestrar y equipar a los soldados de tierra para ponerlos a disposición de las áreas operativas, además de ejercer el control administrativo”.
Las ventajas que se espera obtener son las siguientes:
– Se hará cargo del desarrollo de la fuerza, generación de doctrina, adiestramiento, equipamiento y control administrativo de esta Fuerza Armada.
– La homologación de la estructura del Ejército y Fuerza Aérea para su administración y desarrollo en cumplimiento a Misiones Generales.

Con esta división de trabajo, añade la SEDENA, el Estado Mayor de la Defensa Nacional (EMDN) estará en condiciones de realizar sus tareas fundamentales como auxiliar inmediato del Alto Mando y transmitir las disposiciones que se giren a las comandancias del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, así como verificar y supervisar su cumplimiento.
Al mismo tiempo, la Inspección y Contraloría General del Ejército y Fuerza Aérea realizarán sus funciones propias en los componentes que se proponen, “en el concepto que esta reorganización no implica la erogación de recursos económicos, coadyuvando con la transparencia en el manejo de recursos, sostiene la SEDENA.
@JorgeMedellin95