México, 6 de octubre.– En la conmemoración del 204 aniversario del surgimiento de la Marina Armada de México, los símbolos y la memoria se conjugaron en los mensajes de los dos oradores principales, el secretario de Marina y la presidenta de la república. La relevancia del acto la dio la coyuntura que vive la institución por el caso de una red de altos oficiales, dos de ellos familiares políticos del ex titular de la dependencia, que presuntamente operaban una red de huachicol fiscal. En esta ocasión no hubo entrelíneas en los mensajes, como el de Claudia Sheinbaum Pardo, comandanta suprema de las fuerzas armadas, quién subrayó que la corrupción es deslealtad, y cuestionó de “qué sirve el dinero mal habido si con él se pierde la reputación y el legado”.

En medio de la tormenta mediática por el escándalo de huachicol fiscal que involucra a altos oficiales de la Armada, y la publicación documentada de una casa de lujo en un exclusivo fraccionamiento en Cuernavaca del ex secretario de Marina Rafael Ojeda Durán, el rostro social de esta Fuerza Armada fue recordado el pasado sábado 4 de octubre durante la celebración del aniversario 204 del surgimiento de la Marina Armada de México.
El discurso del Almirante Secretario Raymundo Pedro Morales Ángeles fue breve y conciso, considerado por algunos columnistas como el mensaje con menos contenido político en sus últimas intervenciones públicas, y se centró en el perfil solidario en los momentos difíciles cuando la institución entra en auxilio de la población civil a través del Plan Marina, equivalente al Plan DN-III de la secretaría de la Defensa Nacional.
“Ahí está el Plan Marina, que acude en auxilio cuando la naturaleza golpea a nuestras comunidades. Ahí están nuestras jornadas médicas, que llevan salud a nuestros lugares más alejados. Ahí está la salvaguarda de la vida humana en el mar, que nunca conoce descanso. Aquí están los proyectos y obras en favor del desarrollo nacional y de nuestro pueblo, como la recién inaugurada Plaza del Heroísmo Veracruzano. Una armada presente en mar, aire y tierra, siempre firme siempre al lado del pueblo. (…) Así es la Armada de México, firme y decidida, porque conoce su rumbo, cercana y humana, porque escucha el llamado de su pueblo. Igualitaria y respetuosa, porque conoce el valor indispensable de las mujeres y hombres en cada misión, impulsando la igualdad sustantiva y el respeto a los derechos humanos”.
El lado político en el contexto de la sacudida al interior de la Marina por los oficiales detenidos por huachicol fiscal, lo dio la Presidenta de la República Claudia Sheinbaum Pardo, Comandanta Suprema de las Fuerzas Armadas, quien aludió a la naturaleza de la soberanía, uno de los mandatos constitucionales de la defensa del país que tienen las instituciones como la Armada de México.
“Para defender la soberanía se necesitan valores, en las personas y en las instituciones, las fuerzas armadas mexicanas las tienen. El honor que obliga a vivir con rectitud y a saber que cada acción representa a México. La lealtad que significa fidelidad absoluta al pueblo y a la Patria. El deber que empuja a cumplir la misión sin vacilación. El patriotismo que es amor a la Nación expresado en entrega y sacrificio, Y la honestidad, que es la base que da sentido y fuerza a todos los demás valores”.
Sheinbaum subrayó que “lo contrario a la honestidad es la corrupción, la cual debe verse siempre como lo que es, una traición a todos los valores. La corrupción es deslealtad, por eso no puede tener cabida en nuestras instituciones, por eso debe sancionarse con firmeza y, al mismo tiempo, enaltecer la honestidad como principio de vida. Debemos ser claros, la lealtad a la Patria exige también lealtad a los valores y a la verdad”.
Para nadie fue una sorpresa de que el mensaje llevara destinatario en el círculo de poder que operó desde las oficinas del ex secretario de Marina Ojeda Durán por medio de sus sobrinos, el Vicealmirante Manuel Roberto Farías Laguna, preso en el penal del Altiplano, y su hermano el Contralmirante Fernando Farías Laguna, prófugo de la justicia. Ambos acusados presuntamente de encabezar una red de corrupción de oficiales de la Armada comisionados en las aduanas marítimas y recintos fiscales para facilitar el contrabando de al menos 31 buques de transporte de combustible que ingresó por los puertos de Altamira y Tampico, Tamaulipas.
La jefe del Ejecutivo Federal fue directa en su alocución frente a los oficiales de la Armada encabezados por el Almirante Morales Ángeles, el Secretario de la Defensa Nacional, el General Ricardo Trevilla Trejo, la Secretaria de Gobernación Rosa Icela Rodríguez, las líderes de ambas cámaras, el presidente de la Suprema Corte, Hugo Aguilar, entre otros funcionarios presentes en el estrado en la recién remodelada Macroplaza en el malecón del puerto de Veracruz, cuando remarcó el imperativo de mantener la rectitud en todo momento.
“La misión de la Marina Armada no se cumple únicamente en las horas críticas, sino en cada momento, en la guardia silenciosa, en la navegación paciente, en la vigilancia constante de los mares y costas, en la operación discreta, en la mano extendida que auxilia al pueblo cuando más lo necesita, esa es la valentía que sostiene a México. Hoy al recordar la creación de la Armada, también pensamos en su futuro, pero sobre todo que mira hacia adelante, consciente de que el servicio a la Patria no termina nunca”.
Fue un mensaje de poco más de 13 minutos donde la Presidenta les dijo a los marinos que el patriotismo no es exclusivo de quienes portan uniforme, sino un deber compartido con los funcionarios de los otros poderes del Estado. Junto a la exhibición de elementos de unidades de operaciones y rescate anfibio, quienes hicieron un ejercicio de alto impacto en una demostración “multipropósito” aeronaval en mar y tierra, así como de uso de artillería de salva, el festejo fue el último de los eventos previos al informe que Sheinbaum dio al día siguiente en la plancha del Zócalo capitalino con motivo de su primer año de gobierno.
Para los analistas y columnistas que a lo largo de la primera semana de octubre se ocuparon del caso de las presuntas corruptelas de Adán Augusto López, detrás de sus millonarios ingresos en un lapso muy corto de tiempo a la par de la omisión del pago completo de impuestos por esos recursos y las acusaciones de crimen organizado, extorsión y tráfico de migrantes, contra su ex secretario de seguridad cuando fue gobernador de Tabasco, el tema del huachicol fiscal presuntamente operado por oficiales de la Marina el sexenio pasado desde las oficinas aledañas al titular del ramo, siguió en la agenda de seguridad y justicia como uno de los asuntos que se perfila como de mayor calado para el segundo año del sexenio.
Juan Veledíaz / @velediaz424 / EstadoMayor.mx