Inviable intervención militar entre socios

México, 17 de marzo.- México como socio estratégico de los Estados Unidos no puede aceptar intervenciones militares unilaterales por graves que sean las condiciones que se tomen como pretexto. La cooperación militar y el intercambio de inteligencia, sumado a la ponderación de los mandos militares de ambos países para realizar operaciones conjuntas, es la mejor fórmula frente a los retos de ambos gobiernos para los próximos años, de acuerdo a un análisis militar al que se tuvo acceso.

Foto: Especial

Desde el inicio de la primera administración de Donald Trump en la Casa Blanca, el gobierno mexicano dejó claro que es inviable una intervención militar unilateral en virtud de los acuerdos y cooperación que se han construido en la última década entre las fuerzas armadas de Estados Unidos y México. Un análisis elaborado por uno de los altos mandos militares que desempeñó cargos de importancia a nivel jefatura de Estado Mayor y al frente de comandancias de región durante el sexenio de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, hoy en retiro, advirtió que la intención de Trump de enviar tropas a México para apoyar la lucha contra el narcotráfico era “inaceptable” dado que todos los actores políticos, sociales y económicos rechazarían cualquier intervención extranjera en asuntos domésticos por muy graves que sean.

“Bajo ninguna circunstancia podría México aceptar que tropas de otros países vinieran a solucionar sus problemas, esto sería tanto como reconocer una incompetencia que no existe”, escribió el general de división Humberto Alfonso Guillermo Aguilar en un análisis del Instituto Mexicano de Estudios Estratégicos en Seguridad y Defensa Nacionales (IMEESDN).

“México no ha bajado la guardia, ha venido luchando desde hace más de 40 años en el plan “Canador” y poco más de 30 años en el trasiego de droga que proviene de Sudamérica. Día a día se ha ido incrementando el esfuerzo de las Fuerzas Armadas Mexicanas para responder a las múltiples estrategias de los narcotraficantes”.

El escrito recuperó vigencia esta semana tras la comparecencia el jueves 13 de marzo del coronel retirado Ronald Johnson ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense, propuesto por Trump como nuevo Embajador de Estados Unidos en México. En su presentación ante los senadores norteamericanos, el ex agente de operaciones especiales de la CIA dijo que trabajará para fortalecer la seguridad fronteriza, combatir los cruces ilegales de drogas y migrantes, y para garantizar un juego justo en los negocios y los trabajadores estadounidenses. Oficial de fuerzas especiales (boina verde) en retiro, reconoció que la orden del presidente Trump para desmantelar los cárteles de la droga “que siembran la violencia (…) y hacen un daño tremendo a las comunidades tanto de Estados Unidos como de México”, se acatará y no descartó la posibilidad de usar “todas las cartas sobre la mesa” como una intervención militar directa.

Por segunda ocasión desde que fue nominado como Embajador, el coronel Johnson matizó y dijo que siempre será preferible trabajar en conjunto con las fuerzas armadas mexicanas de quienes sus pares estadounidenses han hecho una gran sociedad y cooperación. “Hay mucho que celebrar acerca de nuestra relación con México que a menudo se pierde en discusiones sobre los desafíos, más del 10 por ciento, es decir cerca de 40 millones de personas son de herencia mexicana… En resumen nuestra relación con México es única”, subrayó.

Se prevé que Johnson sea ratificado en los próximos días y como parte de su agenda hay una avanzada de acciones conjuntas donde, de acuerdo a fuentes oficiales, la CIA lleva la batuta en las operaciones contra los cabecillas y organizaciones de tráfico de drogas. Existe intercambio de información al más alto nivel y el objetivo ha sido golpear las finanzas, la logística del trasiego y desmantelar estructuras de las organizaciones más grandes e importantes como la que opera en Sinaloa.

DESAFÍOS BILATERALES

La sociedad y acuerdos de cooperación que han alcanzado las fuerzas armadas de los Estados Unidos y México, es algo que el próximo Embajador estadounidense tiene muy presente. El eco de las declaraciones de su jefe sobre el uso de la fuerza militar contra los cárteles de la droga mexicanos, que regresó con más fuerza en este segundo periodo al frente de la Casa Blanca, Johnson ha intentado matizar pero ante la presión de senadores ha tenido que aceptar que la posibilidad está en la mesa.

En su análisis elaborado durante el primer año de inicio de los trabajos del IMEESDN, el general Guillermo Aguilar, escribió que había que tener presente el volúmen de drogas que ingresan por aire y mar a la Unión Americana y que no necesariamente provienen del territorio nacional o pasan por la frontera. Los Estados Unidos pese a “todo su potencial en personal y material” no ha podido frenar su entrada a territorio norteamericano.

“Desde hace muchos años se lucha en forma coordinada entre México y Estados Unidos, intercambiando información que en algunas ocasiones ha resultado valiosa y cuyos resultados están a la vista, también el apoyo que México ha recibido a través de la Iniciativa Mérida ha servido para facilitar la tarea.

“El presidente Trump no debe decir que las fuerzas armadas no cumplen su tarea de combate a los criminales. En este caso, ellos tampoco cumplen al no poder evitar la entrada a EUA de la droga que proviene de diferentes partes del mundo. Valdría la pena pensar para qué ha servido su desarrollada tecnología”, escribió el general en retiro. Desde su punto de vista México sólo debería aceptar el intercambio de información, algo que se mantiene vigente y se ha fortalecido, y consideraba se que analizara la viabilidad de recibir apoyo económico o material, pues de aceptarlo “estarían en condiciones de exigir mayores resultados como prácticamente ya lo está haciendo”.

Pese a que el análisis data de 2018, la vigencia de buena parte del escrito se sustenta no solo en el regreso de Trump a la Casa Blanca sino en la renovada presión contra la política mexicana antidrogas en función de la fiebre mortal del fentanilo que golpeó con más fuerza a partir del 2021 y el aumento del control territorial de los cárteles que han impuesto su autoridad en alrededor de 40 por ciento del territorio nacional según estimaciones de las agencias de inteligencia estadounidenses.

Para el general Guillermo Aguilar, México no puede permitir que ningún país pretenda solucionar sus problemas internos. Por lo que recomendaba revisar las estrategias contra el narcotráfico y continuar con el intercambio de información con el gobierno estadounidense.

Juan Veledíaz / @velediaz424 / EstadoMayor.mx


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