México, 23 de septiembre (La Crónica).- La fuga de 131 reos del de Piedras Negras, Coahuila, tiene un rasgo estremecedor: a pesar de su abultado no es la más grande del sexenio. Hace poco, en Tamaulipas, 151 reos dejaron de serlo y regresaron a las calles. No es sencillo explicar cómo pudimos alcanzar un de descomposición tan brutal. La vulnerabilidad del sistema penitenciario del país es, además de una vergüenza colectiva, un grave desafío para la interior del país. Su problemática no es reciente, está a la vista de todos. No obstante, autoridades federales y estatales no han tomado al toro por los cuernos. Han dejado que la herida se pudra. De vez en vez en ocasión de alguna escandalosa las autoridades dicen que, ahora sí, tomarán cartas en el asunto, pero después caen en un ominoso silencio que rompe un nuevo escándalo, cuando las autoridades vuelven a decir que ya están trabajando en el tema.
En el sistema penitenciario la corrupción alcanza proporciones atmosféricas. Toca todas las acciones que se desarrollan dentro de los reclusorios, desde la revisión de los visitantes, hasta las visitas conyugales, pasando por los alimentos, el menaje de algunas celdas, hasta las evasiones concertadas. La prensa suele publicar notas de que después de una revisión sorpresa en las celdas se encuentran aparatos electrónicos, bebidas alcohólicas, armas hechizas y de fuego. Se encuentran hasta personas viviendo irregularmente en las cárceles. Pagando el precio todo puede entrar y todo puede salir. En muchos , los reos ejercen el gobierno . Se hace su santa voluntad.
La fuga más reciente, la de Piedras Negras, dio lugar a un nuevo jaloneo entre autoridades federales y estatales que recurrieron al desgastado de echarse la bolita, como si eso redujera el ridículo nacional. El gobierno federal dice que las fugas se registran en cárceles estatales o municipales. Las autoridades locales responden diciendo que los reos que causan los problemas son del fuero federal, que no deberían estar recluidos ahí. Desde luego este forcejeo no sirve para nada, que no sea dejar al descubierto la falta de una estrategia clara. La guerra en contra de las bandas del crimen organizado se declaró sin tomar en cuenta un detalle: en ¿dónde purgarían sus condenas los delincuentes que se lograra atrapar?
El sexenio está en su recta final. En los pocos días que quedan, poco o nada podrá hacerse, de manera que el tema pasará a la siguiente administración como una bomba de tiempo con la mecha muy corta.
PUERTA GRANDE
El procurador general de Justicia del estado de Coahuila, Homero Ramos, dijo en conferencia de prensa que los 131 internos que se fugaron del Cereso de Piedras Negras, salieron caminando por la puerta principal del centro penitenciario. Añadió que la mayoría de los reos del fuero federal que huyeron, habían sido desplazados hacia el vecino estado de Tamaulipas para sumarse a las fuerzas de Los Zetas, de manera que la fuga habría sido una forma de reclutamiento de sicarios ya capacitados y que conocen la región noreste del país.
LASTRE
El presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, Raúl Plascencia, afirmó que las circunstancias en las que operan los penales del país, son uno de los grandes lastres nacionales. Es muy delicado, agregó el ombudsman, que a un delincuente se le envíe a una cárcel para que pueda escapar. Hizo un llamado a las autoridades federales y estatales para que refuercen de inmediato las medidas de seguridad en esas instalaciones. Recordó que en muchas cárceles mexicanas los internos viven en situación infrahumana.
AUTOCRÍTICA
Desde la perspectiva de Manlio Fabio Beltrones, coordinador del PRI en la Cámara de Diputados, al gobierno le falta autocrítica en el caso de las fugas de reos, porque aquel que siempre anda encontrando una justificación o un pretexto, nunca se va acercar a la solución. Para el legislador, el gobierno carece de una política penal y de una inversión adecuada al tamaño del problema. Otro diputado, Arturo Escobar, del Partido Verde Ecologista, dijo que es necesario cambiar el concepto de los penales para volverlos más eficaces.
SIN INCIDENTES
En varias ocasiones, el ingeniero Genaro García Luna ha sostenido que el problema de las cárceles no es federal, sino estatal. Aunque en el ámbito federal hay muchos reos peligrosos, no se ha tenido ningún incidente comparado con los que ocurren en las cárceles de los estados. Reconoció, eso sí, que en penales federales también hay corrupción. Negó que las fugas se den por sobrepoblación. Según el titular de Seguridad Pública hay en proceso de construcción de 8 penales federales, pero no cuentan con presupuesto para operar.
LOS COMPROMISOS
Los incidentes ocasionados por la sobrepoblación ocurren en penales estatales, dijo Alejandro Poiré. El Secretario de Gobernación ha reiterado en diferentes ocasiones el compromiso de la administración Calderón de retirar antes de diciembre a todos los reos federales que están cumpliendo condenas en penales estatales, así como terminar con la construcción de las nuevas cárceles. El funcionario añadió que la dependencia a su cargo está colaborando con las autoridades estatales para lograr capturar a los reos fugados a principio de semana en la cárcel de Piedras Negras.
PROMISCUIDAD
El ex titular de la Secretaría de Seguridad Pública, Alejandro Gertz, ha dicho que el tema de la sobrepoblación en las prisiones es alarmante, principalmente en inmuebles ubicados en el Distrito Federal y en el norte de la República donde prevalece una promiscuidad brutal. Para el ex funcionario el problema no se reduce a entregar más dinero, sino que se debe hacer un diagnóstico general de los problemas de seguridad y justicia en el país, pero traería como consecuencia la necesidad de emprender un cambio real, al que nadie se quiere enfrentar.
Las fugas más comentadas
Guzmán
El narco más acaudalado también es protagonista de la fuga más recordada. En enero del 2001 Joaquín Guzmán Loera escapó del penal federal de máxima seguridad de Puente Grande, Jalisco. Para poder escapar El Chapo tuvo que pasar por seis controles de seguridad. Ninguna cámara de video lo detectó. Salió, dicen, en un carrito de ropa sucia. Pocos lo creen.
Kaplan
En la tarde del 18 de agosto de 1971, un helicóptero descendió en uno de los patios del penal de Santa Martha Acatitla. Antes de que tocara el suelo dos internos lo abordaron, uno de ellos fue el norteamericano David Kaplan, traficante de armas. Entre sorprendidos o tal vez sobornados, los custodios se quedaron viendo. No se volvió a saber de él.
Mendoza
Entre las fugas que se recuerdan por su ingenio y audacia destaca la de Guillermo Mendoza Ramírez, detenido por robo calificado y quien en diciembre del 2001 huyó del Reclusorio Oriente vestido de mujer, con peluca, tacones, maquillaje, por lo que pudo salir por la puerta como si hubiese terminado una visita conyugal. Su éxito fue efímero porque terminó siendo recapturado.
Ríos Galeana
Se le conoció en su tiempo, en la década de los años 80, como el enemigo público número uno. Alfredo Ríos Galeana era, en efecto, un hombre muy peligroso. Salía y entraba de los reclusorios. La última fuga fue del Reclusorio Sur de donde se evadió a sangre y fuego en 1986. Fue recapturado en el 2005 en Estados Unidos.
Sicilia
Se decía que era agente de la CIA y fue amante de celebridades y chicas del jet set, el narco de origen cubano Alberto Sicilia Falcón cayó en desgracia y fue a dar a Lecumberri de donde logró escaparse cavando un túnel con un grupo de cómplices. No obstante, fue recapturado a los pocos días y terminó su condena.
Caletri
Otro hombre peligroso, vinculado sobre todo al secuestro, que logró escapar de prisión varias veces fue Andrés Caletri. Las crónicas dicen que logró evadirse hasta en tres ocasiones, de Santa Martha y del Reclusorio Oriente. Fue uno de los más buscados por el gobierno mexicano. Escondido en Oaxaca fue recapturado por policías federales bajo el mando del comisionado Wilfrido Robledo.
En juandelacosa@cronica.com.mx se reciben comentarios y aportaciones para esta columna sobre el quehacer político nacional.
Juan de la Cosa
Opinión
La Crónica

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