Estado Mayor/28 marzo 2022
Jorge Medellin
Investigadores del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) que indaga desde hace ocho años la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, aseguraron que en el basurero de Cocula en donde fueron incinerados varios de los jóvenes, elementos de la Martina-Armada de México (SEMAR) habrían alterado el lugar antes del arribo de peritos de la Procuraduría General de la República (PGR) y del Ejército Mexicano.
Para apoyar sus pronunciamientos, los expertos del GIEI mostraron videos inéditos tomados con un dron en los que se aprecia a personal de la Marina bajando a la cañada del basurero de Cocula, removiendo objetos, buscando cosas y encendiendo fogatas en varios puntos del lugar.
Esto demostrara el involucramiento de la Marina en los hechos posteriores a la noche del 26 de septiembre de 2014, la noche de la desaparición de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural “Isidro Burgos” de Ayotzinapa, completando asi un esquema más amplio complicidades y presencia de organismos del Estado mexicano, como el Ejército, la PGR, la procuraduría estatal de Guerrero y ahora la Marina.
Al presentar su Tercer Informe en la Secretaría de Gobernación (SEGOB), los investigadores del GIEI explicaron que el video y los datos interpretados a partir de lo que se deriva de éste, indican que al menos 12 elementos de la Marina estuvieron en el basurero de Cocula durante varias horas previo a la llegada de peritos forenses de la PGR, es decir antes de que iniciara formalmente la investigación de lo ocurrido a los normalistas.
De esta presencia y actividades de los elementos de la Marina no existe constancia alguna en las actuaciones o en la indagatoria sobre la desaparición de los normalistas, aseguraron Ángela Buitrago, Carlos Beristain, Claudia Paz y Paz y Francisco Cox, integrantes del GIEI. Indicaron que la “verdad histórica” construida por la PGR de entonces se hizo con base en manipulación, ocultamiento y alteración de toda clase de datos sensibles que no correspondían a la realidad.
Toda esta narrativa fue una forma de ocultar y acomodar los hechos por parte de instancias como la como la policía estatal, el Ejército, la Marina, la Policía Federal, la PGR, la Agencia de Investigación Criminal y la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada; “fue una forma de ocultar el destino de los estudiantes ya que sostuvo por todas las autoridades federales una versión distorsionada, que daba por cerrado el caso y que impedía que los estudiantes fueran realmente buscados y en lo posible encontrados”, aseguraron los expertos forenses.
Añadieron que la llamada anónima que dio pie a las detenciones iniciales de estudiantes normalistas aquella noche, nunca existió; se falseó ese dato y otros más, como fechas, para darle coherencia y credibilidad a una investigación alterada que ya estaba en curso para justificar y cuadrar los hechos.
Además, localizaron más de 60 videos con testimonios de 50 personas que fueron sometidas a interrogatorios con tortura por parte de agentes del Ministerio Público Federal, agentes de la Policía Federal, agentes de la PGR, del Centro de Información y Seguridad Nacional (CISEN). Estos interrogatorios con tortura tuvieron lugar en instalaciones de la Martina y de la y de la SEIDO de la PGR, aseguraron.
Los expertos forenses lamentaron que la Defensa Nacional siga rehusándose a entregar información sensible que serviría para avanzar en la investigación y aclarar partes sustantivas de lo ocurrido aquella noche y en los días posteriores a la desaparición de los 43 normalistas.
Entre los datos que el GIEI le ha solicitado varias veces a la SEDENA y que ésta ha rechazado entregar están las averiguaciones previas abiertas contra oficiales por las denuncias de sobrevivientes golpeados por los soldados en el Hospital Cristina, donde los normalistas llevaron a un compañero herido y de lo cual existen fotos.
@JorgeMedellin95