Vehículos antimotín del Ejército tendrán cámaras de video

México, 20 de abril.- La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) instalará cámaras de video y fotografía de alta resolución en sus vehículos antimotines DN-Cobra para modernizar y reforzar la operatividad de estas unidades adquiridas hace casi 25 años en el contexto del alzamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).

Los 26 camiones vendidos a finales de 1993 al gobierno mexicano por las empresas estadunidenses Custom Armoring -fabricante original de los Cobra- y Textron, en aquel tiempo intermediaria en la compra de los camiones marca International adaptados para operar como unidades de choque antimotin.

Para modernizar los 26 camiones DN-Cobra con los que cuenta el ejército, la Sedena ordenó abrir la licitación LA-007000997-E61-2018, a través de la Jefatura de Adquisiciones de la Dirección General de Industria Militar (DGIM) con la finalidad de convocar a empresas nacionales y extranjeras que estén interesadas en vender el equipo solicitado con las especificaciones técnicas requeridas.

El ejército necesita 26 cámaras montadas en igual número de camiones antimotin DN-Cobra, con diversas características que van desde contar con filtros día/noche, tener 811 x 508 pixeles de definición, así como ser compatibles con protocolos de DVR,s Fast Trax y contar con protocolos de detección automática de objetivos prioritarios.

Otras especificaciones que deberán cumplir los equipos a licitación son las de contar con sistemas de alta definición y que sean capaces de filmar en condiciones de luz muy baja, que puedan girar 360 grados en forma continua para hacer un barrido completo de la zona de operaciones. Los equipos deben ser capaces de operar de manera alternada en velocidades baja, normal y turbo, señala el requerimiento de la Sedena.

Pero este aspecto técnico exigido por la Sedena no es lo único; la secretaría ha planteado ciertos temas para calificar con la puntuación más alta a la empresa a la que le comprarán las cámaras de video y fotografía. Para conseguirlo deberán cumplir a cabalidad aspectos como los siguientes:

  • Se otorgará la puntuación al licitante que entregue garantía por un 1 (un) año contra defectos de fabricación y/o vicios ocultos.
  • Se otorgará la puntuación al licitante que entregue copia de la declaración anual 2016 y declaración provicional 2017 (sic) (en caso de haber declarado 2017, se considerará la declaración anual y no la provicional) (sic) realizadas ante la S.H.C.P.

 

La Sedena exige también, para otorgar la puntuación más alta, que “el licitante cuente con el 5% de su plantilla o más, de personal discapacitado en su empresa con 6 meses de antigüedad, debiendo presentar el documento que ampara el alta en el I.M.S.S. del personal discapacitado”.

Además, el licitante deberá demostrar que se trata de una Micro, Pequeña y Mediana Empresa (MIPYME) y también tendrá que “acreditar llevar prácticas y políticas de igualdad de género, así como la certificación emitida por la institución facultada”, señala la Sedena en un anexo de la convocatoria.

En su portal de internet, la Sedena tiene en su sección de Transparencia Focalizada un micrositio denominado Características del Parque Vehicular, en el que aparecen 49 tipos de unidades (desde motocicletas hasta camiones de pasajeros de carga, de volteo, para la basura, ambulancias y blindados ligeros Sandcat), pero no se muestra ninguna foto ni se menciona nada de los 26 antimotines DN-COBRA.

 

Del EZLN a AMLO

Los 26 carros antimotin del ejército fueron adquiridos por el gobierno mexicano a finales de 1993, semanas antes de que el EZLN hiciera su aparición en Chiapas. En aquel tiempo no existían en México ni el internet ni las políticas e instituciones en pro de la transparencia y la rendición de cuentas.

La noticia de la compra de los camiones antimotin Cobra fue trabajada por los diarios norteamericanos San Antonio Express News y New Orleans Times. En abril de 1994, el periodista Álvaro Delgado, de la revista Proceso, publicó una nota sobre la compra de los Cobra, señalando precisamente que su adquisición trató de mantenerse en secreto, pero al fina fue reconocida por el entonces subsecretario de Relaciones Exteriores, Andrés Rozenthal, quien reconoció que sí se habían comprado dichas unidades.

Días más tarde, la propia Sedena hizo pública la compra de los Cobra, a los que modificó y rebautizó como DN-COBRA, indicando que la adquisición “forma parte de la modernización del parque vehicular del ejército” y parte “orgánica de las diferentes fuerzas armadas del mundo”.

Álvaro Delgado señalaba entonces que “John Kelly, directivo de la empresa Textron, informó al New Orleans Times que el gobierno mexicano adquirió 18 vehículos a su empresa en 9 millones de dólares (alrededor de 30 millones de nuevos pesos) Otros seis vehículos fueron comprados a la empresa Custom Armoring, fabricante de los Cobra”.

Los dos principales partidos de oposición, Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD), y los más importantes organismos independientes de defensa de los derechos humanos reaccionaron con preocupación ante la revelación de la compra de los vehículos antimotines, escribía Delgado.

En ese contexto, la nota de Proceso agregaba que “el PRD y su candidato presidencial, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, relacionaron la importación de los carros con la creación de la Coordinación de Seguridad Pública de la Nación, y concluyeron que el gobierno busca compensar con esas medidas la debilidad del candidato del Partido Revolucionario Institucional, Ernesto Zedillo”.

El texto añadía que el PAN había fijado su posición en una conferencia de prensa semanal encabezada por Felipe Calderón, entonces secretario general panista, quien declaraba: “es preocupante este tipo de adquisiciones, pues suponen una preparación del gobierno para enfrentar problemas políticos futuros”.

Calderón Hinojosa exigía al gobierno “promover una cultura de responsabilidad política y no modernizar la maquinaria de represión”.

La Red Nacional de Organismos Civiles de Derechos Humanos consideraba que “lo que se está anunciando con la adquisición de ese equipo es que no habrá elecciones presidenciales limpias”. La nota de Proceso es de abril de 1994.

 

Jorge Medellín

@JorgeMedellin95

Estadomayor.mx

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