México, 21 de diciembre.- El cierre de año alcanza a la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) en un tramo de avance muy significativo para entregar buenas cuentas en 2018 en lo que se refiere al Proyecto Azteca, con el que se busca construir un avión entrenador para los cadetes del Colegio del Aire en Zapopan, Jalisco.
Además, la FAM lleva la delantera en proyectos de colaboración en aeronáutica civil avanzada para consolidar la construcción en serie de aeronaves que más adelante puedan ser utilizadas en el medio militar.
Tal es el caso del Proyecto Pegasus de la empresa Oaxaca Aerospace, que ha diseñado un turbohélice entrenador al que pocos le daban esperanzas de crecer. Hoy, el Pegasus ha pasado de ser un biplaza que solo aparecía como un aparato para ser mostrado en exhibiciones estáticas, a un avión que ya ha levantado el vuelo varias veces en distancias cortas y que cuenta con diversos apoyos de alto nivel dentro y fuera de México.
El primer prototipo del Pegasus – el P 210 A – fue presentado como un proyecto ambicioso en la FAMEX 2015 pero sin mayores horizontes, salvo por el esfuerzo y la tenacidad de sus creadores.
En la pasada FAMEX 2017 el aparato fue mostrado nuevamente a los expositores, público y autoridades que se interesaran en él. La FAM, todavía con el general Carlos Munguía al frente, le vio posibilidades el proyecto, alzó la mano, se acercó a los directivos de Oaxaca Aerospace y escuchó propuestas reales, alcanzables, que pudieran beneficiar también a la Fuerza Aérea.
Al final de esta ultima Feria Aerospacial, el ingeniero Rodrigo Fernández González, gerente y director de Oaxaca Aaerospace, anunciaba emocionado la firma de varios convenios con la FAM y con algunas empresas dedicadas al desarrollo de proyectos aeronáuticos en el norte del país.
Algunos de los convenios se desarrollarían en plantas del norte del país y otros en centros de investigación de occidente. En todos habría participación o seguimiento concreto de la Fuerza Aérea. Todos estos escenarios avanzaron mientras el comandante Munguía estuvo al frente de la FAM.
Ya con los cambios en la Plana Mayor de la Sedena y la llegada del general Miguel Enrique Vallín Osuna como nuevo comandante de la FAM, los proyectos sigue su camino y ambos avanzan con buenos resultados de cara al cierre del sexenio.
El Proyecto Azteca cuenta ya con dos prototipos que entrarán en fase de pruebas de vuelo en los primeros meses del 2018, con toda la intención de culminar la presente administración militar con una de las aeronaves volando sobre la Ciudad de México el 16 de septiembre, en el último desfile militar del peñanietismo.
En paralelo avanza el Proyecto Pegasus de Oaxaca Aeroespace, con un segundo prototipo – el P 400T – que presenta mejoras sustanciales, ha realizado varios vuelos cortos y a baja altura y sigue su camino apoyado en el trabajo de la Universidad Aeronáutica de Querétaro (UNAQ), el Concejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACYT), el National Institute for Aviation Research (NIAR), y la FAM.
Videos recientes del P 400T lo muestran en pruebas de vuelo rasante, mencionando que el aparato está diseñado para ser un entrenador avanzado para pilotos de combate, cuenta con un motor a base de turbosina biturbo con una potencia de 400 caballos de fuerza, desarrolla una velocidad de crucero de 550 kilómetros por hora, lleva una hélice enductada de paso variable y una turbina de respaldo para emergencias.
El Pegasus puede alcanzar los 24 mil pies de altitud, tiene un alcance de 2000 kilómetros de distancia y puede volar durante cinco horas aproximadamente, dependiendo de las condiciones climáticas.
De acuerdo con los creadores y desarrolladores del P 400T, el entrenador puede ser artillado con armas ligeras para cumplir misiones de “ataque ligero”, además de efectuar patrullaje marítimo, operaciones de intercepción, reconocimiento y vigilancia y acopio de datos para inteligencia.
Jorge Medellín
@JorgeMedellin95
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