Sufre la Fuerza Aérea Mexicana más accidentes con EPN

México, 20 de octubre.- El gobierno que ha impulsado como ninguno otro la modernización de las fuerzas armadas, en particular de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) -por lo menos en cuanto a la renovación de material aéreo-, es también el que más pérdidas humanas y materiales ha registrado en la historia reciente de esta arma.

Entre diciembre del 2000 y el 21 de agosto de 2017, la FAM registra 125 aeronaves accidentadas (aviones y helicópteros). De esa cantidad, 53 aparatos han caído durante el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto -bajo la administración del general Salvador Cienfuegos Zepeda al frente de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y con el general Carlos Antonio Rodríguez Munguía como Comandante de la FAM-.

Los datos abren la respuesta que la secretaría entregó vía el Instituto Nacional de Acceso a la Información (INAI), en la que se le pidió a la Sedena actualizar información entregada, publicada y verificada sobre la incidencia de accidentes e incidentes en la FAM.

La solicitud fue hecha semanas antes de los dos accidentes sufridos en Chiapas (12 de septiembre, helicóptero Mi-17, matrícula 1706) y Durango (un helicóptero Bell-412, matrícula 1211). En el primero solo hubo un tripulante con fractura de rodilla. En el segundo, fallecieron siete militares (seis de las Fuerzas Especiales) y sobrevivió un tripulante.

Los datos, una vez actualizados, indican que con Peña Nieto han caído 55 aparatos, han muerto 14 militares (21, si se suman los siete fallecidos en Durango) y al menos 83 elementos han sobrevivido a los percances (88, si se suman los cinco sobrevivientes en los dos últimos sucesos mencionados).

 

Volando bajo

Con Enrique Peña Nieto al frente de las fuerzas armadas en su condición de Comandante Supremo, la Sedena ha recibido un presupuesto acumulado -entre el 2013 y el 2017- de 338 mil 979 millones, 862 mil 951 pesos.

De ese monto, 42 mil 263 millones, 515 mil 329 pesos han sido destinados a la Comandancia General de la Fuerza Aérea Mexicana (Operación y Desarrollo).

Las cifras, pese a estar basadas en los Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) que cada año se otorga a todas las dependencias de la administración pública federal, son aproximadas ya que al final de cada ejercicio fiscal la Sedena (y otras instituciones) terminan gastando más de lo autorizado.

La variación entre lo autorizado, lo recibido y lo que al final se ejerce no aparece en los presupuestos de la dependencia ni en sus Informes de Labores o de Logros. Hace una semana el Instituto Belisario Domínguez del Senado de la República publicó un análisis en el que se advierte sobre el incremento en los presupuestos de la Marina y el Ejército en el 2018.

Al referirse a la muy probable asignación federal para el Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos, los analistas ofrecen datos para contrastar el presupuesto actual contralo lo que sería el presupuesto a recibir.

En el caso del Ejército se menciona la cifra de 72 mil 731 millones de pesos como la que se está ejerciendo este año, cuando el PEF autorizado por hacienda muestra que son 69 mil 407 millones, 968 mil 044 pesos lo autorizado. Esto significa que la Sedena tiene un sobre ejercicio aproximado de 3 mil 323 millones, 031 mil 956 pesos.

En 2013, la Sedena dio a conocer el Programa Sectorial de Defensa Nacional 2013-2018, documento relevante que no solo perfilaba la modernización del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos en un horizonte a alcanzar en el 2030.

También revelaba numerosos aspectos que la secretaría siempre ha negado y mantenido bajo reserva, como el del número de aeronaves con las que cuenta la FAM, cuántas están operativas y cuántas fuera de servicio.

Entre los datos revelados en el programa destacaban que se contaba con “una flota de 346 aeronaves, de las cuales, 204 se encuentran operativas y 142 están fuera de servicio”.

Al respecto, señalaba esa parte del documento, “el 55% de las aeronaves cuentan con más de 21 años de servicio. Para revertir esta situación, se tiene considerado la adquisición de diverso material de vuelo, entre ellos, 91 helicópteros, 81 aviones y tres sistemas aéreos no tripulados”.

Para ello es imprescindible completar dos tripulaciones por aeronave de ala rotativa (actualmente se cuenta en promedio con 1.5 tripulaciones) y mantener la proporción conforme se incremente la flota aérea, teniéndose un déficit de 66 pilotos aviadores, añadía el texto.

 

Más dinero, más accidentes

En septiembre de 2016 los datos de la Sedena sobre accidentes sufrido por las aeronaves de la FAM abarcaban un universo menos amplio (de 2006 a 2015), pero dejaban ver ya un aumento en los percances sufridos por el personal de la Fuerza Aérea.

En ese lapso (que incluía el gobierno de Felipe Calderón), se reportaba el fallecimiento de 59 efectivos ya sea por accidentes o por ataques armados desde tierra.

No solo eso; los datos entregados por la Defensa Nacional indicaban que en los ataques y accidentes se perdieron 14 aparatos, lo cual ocasionó también una pérdida económica superior a los 18 millones 312 mil dólares y de 26 millones 938 mil 100 euros, esto en el caso del Cougar 1009 derribado el 1° de mayo de 2015 en Casimiro Castillo, Jalisco.

El Cougar 1009 era uno de los tres aparatos comprados por la Sedena y que se entregó con aviónica y blindaje superiores, ya que estaba destinado al grupo de Fuerzas Especiales del Alto Mando para realizar intervenciones de alto impacto.

Los aparatos fueron comprados en 2010 y tuvieron un costo de 13 millones 956 mil 250 euros; 8 millones 979 mil 366.67 euros, y 27 millones 912 mil 500 euros (este era el Cougar 1009, que elevó su costo por el blindaje y la aviónica desarrollada para las operaciones de la FAM).

 

Jorge Medellín

@JorgeMedellin95

Estadomayor.mx

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