Doña Elena

México, 29 de septiembre.- La instrucción no vino del gobernador Graco Ramírez sino de quien verdaderamente manda en Morelos, su esposa Elena.

Había que llevar toda la “ayuda” para damnificados que llegaba al Estado a una bodega del DIF. ¿Por qué? Según declaraciones de ella, porque era ayuda institucional que les pertenecía, también institucionalmente. De acuerdo con los dichos del secretario de Seguridad Pública del Estado, ya que sus policías fueron los encargados de este “embargo”, porque la “emergencia” iba a durar mucho tiempo y ellos, entiéndase doña Elena, sabían mejor a quién y cuándo entregar estos “apoyos”.

La figura “bienhechora” debía prevalecer. Sobre todo, de cara a la elección para gobernador. Y, obvio, la candidatura del PRD está entre doña Elena y su hijo Rodrigo Gayosso Cepeda, que es hijastro del gobernador. Así todo queda en familia.

Quien, por cierto, además de ser líder local del PRD es apodado “Míster 20 per cent” por las presuntas comisiones que recibe.

Elena Cepeda trabajó en el Centro de Estudios del Tercer Mundo que fundó el expresidente Echeverría, es hija de un político priísta que fue gobernador de Coahuila y fundador de la empresa lechera Lala. Fue la secretaria de Cultura de Marcelo Ebrard en el gobierno de la Ciudad de México.

Todo esto sin haber estudiado más que preparatoria.

Además de ser “presidenta honoraria” del DIF, la señora Cepeda controla la Secretaría Técnica de la Gubernatura, la Coordinación para la Adjudicación de Contratos del Gobierno, y tres secretarías: Hacienda, Salud y Cultura. Su nuera es la secretaria de Turismo. O sea, no se mueve una hoja en Morelos sin su aprobación.

Los titulares de estas secretarías son amigos cercanos, o excolaboradores como Cristina Faesler que trabajó con ella en el gobierno de Ebrard.

No contabilizar la influencia directa con Graco Ramírez, formalmente gobernador.

Su control de medios locales, a quienes se les cancelan convenios de publicidad si la critican, es brutal. Y en los nacionales ha utilizado las “revistas del corazón” para promoverse, siempre vestida con ropa de marca muy cara, talla extra grande.

En las columnas políticas nacionales solamente había aparecido por sus insultos contra Cuauhtémoc Blanco, pidiendo ilegalmente que no votaran por él en su campaña política. Y por una casa millonaria que recién adquirió, que no sabemos de dónde surgió el dinero porque no tienen asignado un salario.

La Auditoría Superior de la Federación, tan cuidadosa al tratar los temas del DIF, le encontró el año pasado un faltante, una irregularidad de más de 60 millones de pesos. La señora Cepeda habría ordenado la compra de desayunos escolares a la tienda Soriana, por un total de 128 millones 317 mil pesos, pero resulta, según los auditores, que la tienda solamente habría recibido 68 millones 732 mil pesos…

La cogobernadora de Morelos no ha presentado su declaración 3de3, ya que como sabemos no es funcionaria pública, igual que sucedió con Karime Macías de Duarte. Su marido la puso como “dependiente” y aseguró tener ingresos mensuales de 1 millón 200 mil pesos, así como tener casas y un departamento en la Ciudad de México, además de una residencia de mil metros cuadrados en Cuernavaca.

Su frase favorita es que “no se va a quedar quieta”.

Su intervención, directa, para “controlar” la ayuda humanitaria a las víctimas del terremoto en Morelos le ha provocado más dolores de cabeza de los que imaginó. Tanto así que su respuesta ha sido abandonar su cuenta de Twitter…

Quien manda, manda dos veces…

 

Isabel Arvide

@isabelarvide

Estadomayor.mx

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