Fragata

México, 16 de agosto.- El almirante Vidal Francisco Soberón, titular de la Secretaría de Marina, está en Holanda. Pasará a la historia de la institución y del país no solo por el protagonismo de la dependencia a su cargo en el combate al narco.

Lo hará también, de manera más marcada y perenne, por el impulso que le dará en el último tramo de su administración a la construcción naval, al desarrollo científico y tecnológico de varios de los proyectos de la secretaría y a la proyección del poder naval de México en el extranjero.

El inicio de la construcción de la primera fragata de largo alcance para la Marina en astilleros navales mexicanos -proyecto conjunto pactado con la firma holandesa Damen Shipyards Building- será para darle luz a una fragata Clase Sigma 10513, con amplias capacidades oceánicas, diseñada para cumplir labores de vigilancia y acción más allá de las 200 millas de mar patrimonial, hecha además para proyectar poco a poco el poder marítimo en aguas internacionales.

El proyecto implica además una inusitada transferencia de tecnología por parte de los ingenieros holandeses, respaldados por 140 años de experiencia en la construcción naval.

La construcción de la fragata deberá ser, en conjunto, un salto cualitativo que estará obligado a impulsar desarrollos regionales, economías primarias, proyectos navieros nacionales que activen en un nuevo y superior nivel las capacidades de fabricación de buques de todo tipo -no solo militares- en astilleros del país.

Las expectativas que genera el inicio de la construcción de la Sigma 10513 son enormes y giran en torno a un contexto de emergencia en el que México, con más de 11 mil kilómetros de litorales, cuenta solo con 60 astilleros y cerca de 200 mil empleos están a punto de cancelarse por la crisis que aprieta al sector.

En abril de este año el presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de Transporte Marítimo (Cameintram), Luis Ocejo Rodríguez tocó de nuevo el tema de la emergencia en un sector que ha caído dramáticamente en los últimos, que busca oxígeno a bocanadas y sufre el desplome de Petróleos Mexicanos (Pemex), su principal y quizá único empleador ya que ocupa el 70 por ciento de la flota de transporte marítimo.

Ocejo da cifras sobre el tema y recuerda que la flota total asciende a 352 embarcaciones, con inversiones superiores a los seis mil millones de dólares en los últimos cuatro años. El problema es que sólo 62 se encuentran activas, con la consecuente pérdida de 125 mil fuentes de empleo, según datos del organismo, cuyos números no han sufrido gran variación hasta el momento, dijo el empresario apenas en julio pasado.

En febrero de este año, la revista Expansión publicó una nota sobre el tema en la que entrevistó, entre otros empresarios, a Abelardo Esparza, director general de Navalina, compañía con sede en el puerto de Mazatlán. Su firma es una de las pocas dedicadas a la consultoría en ingeniería naval.

Esparza señaló hace meses que “la construcción de buques debería ser un área prioritaria para el Estado”. El especialista advertía también que en México “se han perdido trabajadores calificados, porque la industria ha venido a menos”.

La publicación destacaba que de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi), la industria naval alcanzó en 2013 un valor de mercado de 3,214 millones de pesos. Para 2015, esa cifra bajó a 1,917 millones de pesos.

La misma nota de Expansión cita datos del Anuario estadístico de Acuacultura y Pesca del año 2012, en el que estaban registradas entonces 82 mil 069 embarcaciones en el país, de las cuales 1,896 son barcos camaroneros y poco más de 78,000 están en el registro de pesca ribereña”.

Hoy, de acuerdo con la base de datos de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca), solo hay 45 mil 487 embarcaciones Mayores y Menores registradas en todo el país hasta abril de 2016.

De ese tamaño es la expectativa y el reto que puede tener en el corto plazo la Armada de México con el inicio en firme de este proyecto de construcción naval, cuyo costo inicial supera los 300 millones de dólares tan solo en lo que corresponde a la construcción del buque.

Su mantenimiento y refaccionamiento en un periodo de 30 años de vida útil esperada, es otra cosa.

 

Jorge Medellín

@JorgeMedellin95

Estadomayor.mx

 

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