México, 12 de abril (La Jornada).- Una tarde cualquiera Jethro Sánchez Santana, joven ingeniero mexicano, festejaba su primer negocio. Esa misma noche moría asfixiado: militares lo enterraron vivo con el rostro desfigurado por ácido después de torturarlo, explica su padre a la Afp junto a su tumba…nota completa.
