México, 7 de abril.- Primero porque decidió ser diputado local, en Coahuila donde todavía gobernó su hermano Rubén, y después porque al dueño de 130 o más taxis, don Enrique Ochoa Reza, se le ocurrió decir que basado en quién sabe cuántos artículos “ya está fuera del PRI”.
O sea que, en nuestro país, el PRI se queda hasta sin aquellos que fueron sus “líderes”. Justo al revés de lo que sucedió durante muchos sexenios priístas. ¿Es un lujo que se pueden dar?
Los priístas de Ochoa Reza, lo que queda pues, las moronitas de aquel pastel inmenso de poder, desconocen la fuerza de Humberto Moreira en su pueblo. Es decir, en todo Coahuila. Y lo que todavía puede desbaratarles la elección de Miguel Riquelme.
Ignoro si sean cuates, o si el candidato de Rubén le caiga bien a Humberto, milagro, lo cierto es que el Partido Joven, que son las siglas por las que será diputado, a su vez va en alianza con el PRI. O sea, equivale a que echaran del PRI a quienes tuvieron que competir, o simplemente presentarse a protestar como diputados federales, por el Partido Verde que es, también, aliado del PRI.
Este partido político, exclusivo de Coahuila hasta ahora, va a llevarle muchos votos a Riquelme por la decisión del Profe… si es que así lo quiere.
Lo cierto es que, además del tema político-electoral, donde el PRI se ha equivocado desde el momento que obedeció a Rubén para negarle una diputación local a su hermano Humberto, esta “incursión” en las primeras páginas ha permitido que el Profe haga público un nuevo, o viejo pero magnificado por los tiempos políticos, rompimiento con su hermano.
El “Profe” declaró, por fin, que él impuso, que él prácticamente le regaló la gubernatura a Rubén. Que él lo hizo líder del PRI, que él lo hizo diputado federal… lo que es, totalmente, cierto.
Y dijo, también, Humberto Moreira que su hermano Rubén le impuso muchos funcionarios cuando era gobernador. O sea, la realidad siempre termina por caer por su propio peso, que todo lo que publiqué, incluido el largo capítulo en mi libro “Entre Políticos y Rufianes”, es cierto. Fue corroborado como cierto por el mismo Humberto Moreira.
Junto a ellos, los Moreira confrontados en esta horripilante lucha silente, en este rompimiento brutal, viene Javier Guerrero como candidato independiente, enemigo acérrimo de ambos Moreira cuando eran equipo. Y trae con él a Carlos Rojas, como jefe de su campaña.
Y el PAN ungió a Memo Anaya que ha prometido, en su campaña, meter a la cárcel a los dos Moreira, Rubén y Humberto.
Otro candidato, independiente, a la gubernatura es Luis Horacio Salinas, que pertenece a una familia de empresarios muy queridos en Coahuila, su sobrino por cierto, puede perder la alcaldía de Saltillo contra un candidato independiente: Fausto Destanave Kuri, una víctima de Rubén Moreira en el sexenio de su hermano.
Se va a poner bueno, dicen en mi pueblo. Es más interesante que una telenovela. Es un asunto de familia que ya trascendió este sexenio y que, definitivo, a querer o no arrastra a Rubén Moreira que sigue siendo el hermano del Profe para muchos miles de coahuilenses.
Echarlo del PRI, podría pensarse que es la última de las preocupaciones de Humberto Moreira. En cambio debería inquietar, ocupar, a muchos priístas que cada día se van quedando más solos.
Miguel Riquelme, su candidato en Coahuila tiene en su contra, por muchas razones, ser el “candidato” de Rubén. Se advierte muy difícil que Humberto pueda pactar con Javier Guerrero o con el mismo Anaya al que abomina, pero las razones políticas tienen muchas sorpresas. Quien está, siempre, desfasado es Enrique Ochoa Reza. Tanto que ya se habla de su relevo una vez que se sepa que perdió el PRI en el Estado de México, pese a los muchos millones de pesos “invertidos” en la campaña.
Humberto Moreira es un político cien por ciento, es también un líder social con mucho arrastre con la gente. Ser diputado local no es sino un inicio, un escalón de un nuevo proyecto que, seguramente, demostrará su capacidad de renacer de sus propias cenizas… Al tiempo.
Isabel Arvide
@isabelarvide
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