México, 24 de octubre (Proceso).- El levantón y la ejecución de 10 pobladores de un municipio michoacano en julio pasado tiene inquietantes semejanzas con la desaparición forzada de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, Guerrero, cometida en 2014. Dado el horror del crimen, el gobernador Silvano Aureoles se apresuró a barajar versiones que ofendieron a los familiares de las víctimas, pero el contradictorio expediente del caso deja entrever que en éste también se ocultaron pruebas, se falsearon declaraciones y se intimidó a los testigos…nota completa.
Jesusa Cervantes
