El Estado laico. La reculada del dirigente del PRI

México, 14 de septiembre.- México es un país que garantiza la igualdad. Eso dicen nuestras leyes. Que todos somos iguales. Y que no debe haber discriminación. Punto. Estado laico.

De ahí que la movilización de estos días, no sólo en las calles, contra las iniciativas de ley presidenciales sea muy grave. Sobre todo, por la participación activa de obispos, quienes no deben ni pueden participar en temas políticos.

El pretexto de la iniciativa de Ley sobre el matrimonio igualitario ha permitido ver la inmensa fuerza que tienen la Iglesia Católica para hacer ruido. Conste, para hacer ruido y amedrentar. Porque somos un país de más de 100 millones de ciudadanos, y en las calles había unos cuantos miles.

Infundieron miedo porque no estamos acostumbrados a estas “manifestaciones” retrogradas y de extrema derecha.

Miedo sobre todo a los mismos priístas para vergüenza de los hombres, fajados, que formaron ese partido hace muchos años. Vergüenza en verdad las declaraciones del presidente del CEN del PRI, Enrique Ochoa Reza, de que la iniciativa de Ley de su jefe, del verdadero líder del partido, del que lo puso ahí, “deben discutirse”.

Dirían que esto es pánico escénico, pero hay palabras más fuertes para calificarlo.

Luego por qué gritan en los partidos de futbol…

No debe discutirse por los priístas por disciplina, pero sobre todo porque en los hechos esto, el matrimonio igualitario, que dos personas del mismo sexo puedan casarse legalmente, ya fue aprobado por la Suprema Corte de Justicia.

¿Qué pretendió Peña Nieto? Me parece que, simplemente, darle certeza jurídica, facilidad, certidumbre a esta realidad.

En la Ciudad de México desde el tiempo del Gobierno de Marcelo Ebrard es legal casarse con personas del mismo sexo. Y no se ha incendiado el país. Como legal es, y tendría que ser en todo el país, la adopción por estas parejas.

La familia, guste a quien quiera o no, ya no es esa “pareja” de hombre y mujer con hijos propios. Hace mucho tiempo que las familias están construidas por deseos o necesidades muy distintas. Familias son abuelos y nietos, madres e hijos, madres e hijos y nietos, padres e hijos… familias son todos aquellos que, bajo un mismo techo, a veces bajo un mismo apellido, han decidido vivir juntos y cobijarse juntos y crecer juntos.

No hay ninguna evidencia científica del “presunto daño” que pudiesen existir en hijos, adoptados o naturales, de parejas del mismo sexo. Pero, por sobre todas las razones, se trata de un derecho constitucional: Todos los mexicanos tenemos los mismos derechos, ninguno debe ser discriminado por razones de sexo.

Una de las pocas cosas buenas que ha hecho Peña Nieto no tiene solidaridad, apoyo ni de su partido. Eso es inmoral e inaceptable. Enrique Ochoa Reza tiene poco sustento en su actual encargo, no ha tenido ningún puesto de elección popular bajo las siglas de su partido, no se le conoce pasado alguno de vinculación con las bases del PRI. No tiene la autoridad moral para negarle apoyo al Presidente de la República en una iniciativa de Ley impecable.

Y menos, menos en verdad, en pasarse al lado de las fuerzas más retrógradas de nuestra sociedad.

Quienes quieran casarse por las leyes mexicanas que se casen. Punto. Que las iglesias pongan las reglas que quieran imponer para los matrimonios según sus religiones. El Estado mexicano es laico, y debe seguir siéndolo.

A ver si alguien le regala una Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos a Ochoa Reza. O, por lo menos, los estatutos del PRI.

No nos asustemos de quienes salen a las calles a manifestarse con las banderas cristeras. Simplemente exijamos que la autoridad haga cumplir la Ley y les impida participar en temas políticos como hicieron en las elecciones pasadas. Ese es el verdadero riesgo que no están viendo muchos, autoridades y líderes de partidos políticos. Lo que está en riesgo es el Estado laico.

Isabel Arvide

@isabelarvide

Estado Mayor MX

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