Bye bye a los rusos; se quedan los Black Hawk
En la Marina, las acciones para zanjar de una vez por todas la tortuosa relación de casi 20 años con el complejo militar ruso, representado por la empresa estatal Rostec (holding que controla a una amplia gama de compañías fabricantes de equipo bélico), se definieron con la compra de un simulador de fabricación estadunidense para entrenar a los pilotos aeronavales mexicanos.
Hace unos días, el alto mando naval cerró el trato para adquirir, en principio, un sistema de entrenamiento para pilotos de helicópteros UH-60M Black Hawk.
La compra de este simulador, fabricado por la empresa estadunidense Rockwell Collins, tuvo un costo superior a los 12 millones de dólares. El sistema está diseñado para dar un entrenamiento especializado a unos 20 pilotos aeronavales de la Marina.
El simulador será entregado a principios de 2018 y es parte de un paquete que podría incluir un sistema más, con lo que la Marina cierra filas con sus pares de Estados Unidos de cara a futuras adquisiciones de los que se espera sea material aéreo artillado de fábrica, es decir, helicópteros de combate de los cuales no cuenta con ninguna unidad.
En febrero de este año el especialista en comercio internacional de armamento, Iñigo Guevara, publicó el análisis Black Hawk acquisitions boost U.S.-Mexico military ties (http://www.eldailypost.com/security/2016/02/mexicos-new-black-hawks-from-air-assault-to-re-writing-policy/), en el que anticipaba que la compra de al menos 26 de estos aparatos por parte del gobierno de México al de Estados Unidos no solo fortalecía más los nexos militares entre ambas naciones, sino que de paso eliminaba la presencia de intermediarios en este tipo de operaciones.
Buenos muchachos
Uno de los saldos inmediatos de la sacudida que se llevó la Defensa Nacional por el video en el que dos militares y un elemento de la Policía Federal torturan a una presunta delincuente, es el de tratar de empujar con todo una campaña de acercamiento y buenas costumbres entre los principales medios de comunicación.
Por instrucciones del alto mando de la Sedena, ahora el general Marco Antonio Álvarez Reyes, titular de la Dirección General de Comunicación Social de la secretaría, debe rehacer y sanear las relaciones de la dependencia con los directores de los diarios, revistas, estaciones de radio, noticieros de televisión y jefes de sitios de internet para presentar un nuevo rostro militar.
Las invitaciones a toda clase de eventos de tipo militar o en los que los Secretarios de Defensa y Marina estén presentes, no se han hecho esperar.
En el caso de la Sedena y de su comandante el general Salvador Cienfuegos Zepeda, no solo se trata de mostrarle a los medios nacionales y extranjeros el esfuerzo que hace la institución para sanear su relación con el mundo civil, especialmente en todo lo que tiene que ver con el respeto de los militares hacia los derechos humanos.
El objetivo de fondo, nos dicen desde Lomas de Sotelo, es el de dejar patente que el general secretario mantiene el control de la dependencia, enseñar que no hay fracturas y que las muestras de inconformidad de la tropa expuestas en las redes sociales han sido más que aisladas y, en todo caso, producto de alguna de esas campañas oscuras de innombrable origen que solo buscan desprestigiar a las fuerzas armadas mexicanas.
Redacción
Estado Mayor MX