México, 19 de febrero.- El Estado Mayor Presidencial ha tenido altibajos en el esquema del poder político. Sin embargo, no hay duda sobre la magnificencia de su fuerza en el sexenio de José López Portillo bajo el mando del general Miguel Ángel Godínez Bravo.
No había gira a provincia o internacional que no estuviese íntegramente en sus manos, desde el horario hasta el protocolo de los actos, pasando por la supervisión de cualquier inauguración. Los gobernadores le temían infinitamente al general Godínez.
Su trabajo no terminaba con la agenda presidencial, que por cierto consiguió terminar seis años sin retrasos, era confesor, ayudante personal, asesor emocional, el hombre de más confianza del primer mandatario, su fuente primaria de información y más cosas.
No hubo hombre más cercano al Presidente ni más poderoso.
Por eso apodaban “Ejercito Imperial” al EMP…
Ni en sus mejores tiempos, presionado por el entonces Secretario de la Defensa Nacional que pospuso su ascenso a divisionario hasta el último año del sexenio, mi general Godínez imaginó que le harían un homenaje, con discursos oficiales y escultura incluidos, a esa institución. Cómo sucedió esta semana.
Desde tiempos inmemoriales la rivalidad de jefes militares en el activo, comisionados a provincia o en labores administrativas en las oficinas de la Sedena, con los militares “comisionados” al EMP ha sido grandísima. Con razón porque los sobresueldos y las oportunidades, tanto de conocer el mundo y rodearse de relaciones políticas como de hacer “negocios”, son inmensos en comparación con lo habitual dentro del Ejército.
El homenaje, supuestamente se instaló el Día del EMP además, a los militares que acompañan al primer mandatario nos demuestra que Peña Nieto no conoce a fondo a los militares, y que se deja llevar por el afecto.
Porque este homenaje equivale a conformar al EMP en una institución ajena al Ejército, con autonomía propia, que tiene comportamientos “heroicos” motu proprio…
El coraje que esto debe haber provocado al interior de las fuerzas armadas.
Así que ahora sí, por fin, el Estado Mayor Presidencial es reconocido oficialmente como se le apodaba en su tiempo de mayor poder: “El Ejército Imperial”.
Isabel Arvide
@isabelarvide
Estado Mayor
