La disputa por el ‘nudo’ tabasqueño

Gral. Arturo Ramírez Delgado. Foto: EspecialLos Caballeros Templarios aliados con una facción del cartel del Golfo pelean por el control de la zona de Tabasco que colinda con Veracruz, donde la ciudad de Cárdenas es una de las más violentas en esta área del país. Pese a la presencia de un general al frente de la seguridad pública de Tabasco, y de un veterano comandante militar al frente de la 30 zona, los índices delictivos no bajan y se augura un cierre de año muy violento en la región.

México, 24 de octubre.- La estrategia es la misma que han utilizado varios grupos de la delincuencia organizada. Una treintena de hombres con armas largas, el rostro cubierto, y vestidos con uniforme verde camuflado, aparecen frente a las cámaras en un video tomado en lo que parece ser el fondo de una galera deshabitada. Las imágenes subidas a la red de Internet a mediados de mayo pasado, forman parte de la estrategia de propaganda del autodenominado Pueblo Unido Contra la Delincuencia (PUCD), membrete que utiliza un grupo delictivo aparecido el año pasado en diferentes municipios y la capital del estado de Tabasco. Desde su irrupción dejaron claro que su objetivo era “limpiar” la entidad de quienes forman parte de la organización criminal conocida como los Zetas.

Las imágenes son las primeras que se conocen del PUCD, asegura un individuo que aparece al centro de la toma, sentado, cubierto del rostro, con una gorra puesta y sosteniendo el comunicado al que da lectura. En los poco más de siete minutos que dura el video, uno de los destinatarios del mensaje es el gobernador Arturo Núñez. En tono de reclamo le dicen que “su casa está sucia”, ya que “la propia delincuencia empieza en el gobierno”. En tono directo y asumiéndose como “la sociedad tabasqueña”, los encapuchados le dicen al mandatario de extracción perredista, que “voltee a su casa, voltee a ver su gobierno”. Y enumeran una serie de preguntas, algunas de ellas dirigidas a otro de los destinatarios del video, el general Audomaro Martínez Zapata, ex jefe de logística y seguridad de Andrés Manuel López Obrador durante la campaña presidencial del 2012, y actual secretario de Seguridad Pública del estado. Al militar retirado le preguntan por qué en lugar de remover  a varios mandos de la policía del estado, los ratificó. Este hecho, aseguran, forma parte de la cadena de complicidades que existen con la organización de los Zetas en los órganos de seguridad de la entidad.

“Sabemos de sus casas que les han regalado en Villahermosa, sabemos de la canasta de dinero que usted recibió, sabemos de las chicas que le mandan a usted para prostituirse. Señor, nosotros sí somos de Tabasco y sabemos muchas cosas de aquí”, le dicen al general Martínez Zapata. Segundos después cuestionan a un jefe policiaco sobre un familiar de nombre Jeremías Vázquez Bautista, a quien vinculan con secuestros, “levantones” y asesinatos relacionados con los Zetas, y preguntan por qué le permiten operar sin que nadie lo detenga. “Si usted no hace nada señor gobernador, nosotros haremos algo”, le reclaman a Núñez.

En la parte final, sin hacer pausa y en el mismo tono de énfasis, le dicen al gobernador que “todo tiene un límite”. Y lanzan una advertencia: “Si usted no ha entendido el mensaje de que limpie su casa, nosotros lo vamos a limpiar. Al gobierno federal, soldados, marinos, la lucha no es contra ustedes. Si hay un marino un soldado que la deba y esté en contubernio con los Zetas, lo vamos a cobrar”.

Templarios en Tabasco

El mensaje del autodenominado Pueblo Unido Contra la Delincuencia (PUCD) forma parte de una estrategia bien definida donde hay injerencia de la organización michoacana de los Caballeros Templarios, aseguró una fuente adscrita a la 30 zona militar con cuartel en Villahermosa, Tabasco. La clave está en su “autoafirmación” de identidad con el pueblo, de denuncia contra funcionarios supuestamente coludidos con el narco y cierta alusión de respeto hacia las fuerzas armadas, refiere.

La presencia de los Templarios en Tabasco también fue registrada por un reporte hecho público hace unos días por la consultoría en seguridad e inteligencia Stratfor. La firma estadounidense aseguró que existe un embate contra los Zetas en la zona central del estado de Tabasco, con epicentro en la ciudad de Cárdenas, donde las organizaciones de los Caballeros Templarios y el cartel del Golfo realizan una serie de incursiones para tomar el control de la región donde las carreteras del estado se dividen al norte hacia Veracruz, y al sur hacia Chiapas y Oaxaca.

El llamado “desafío” a los Zetas en Tabasco por parte de los Templarios sería una estrategia bien planeada donde estarían apoyados por una facción del cartel del Golfo que encabezó Iván Velázquez Caballero, alias “el Talibán”, un individuo que fue detenido hace unos meses y cuyo grupo estaría ahora encabezado por sus hermanos Daniel “el Tabilancillo” Velázquez y Rolando “El Rolys” Velázquez Caballero. El Golfo y los Templarios, según Stratfor, serían quienes están detrás del PUCD en su pelea por el control territorial.

Stratfor prevé un recrudecimiento de la violencia para lo que resta del 2013 en esta región de Tabasco. El motivo es que los Templarios asociados con ésta facción del Golfo, buscaran apoderarse del “nudo” carretero y de vías férreas que atraviesa y sale de la ciudad de Cárdenas hacia distintos puntos del país. Hasta estos días de octubre, añade la consultoría, la balanza aun no se inclina hacia algún grupo.

Los generales que no pueden

El general de brigada Arturo Ramírez Delgado conoce bien el estado de Tabasco. En 1995 su ascenso al grado de coronel le llegó cuando era subjefe de estado mayor de la 30 zona militar con sede en Villahermosa. En los primeros meses de este año, regresó pero ahora como titular de la comandancia de zona en sustitución del general Luis Crescencio Sandoval. Su arribo se dio cuando el gobierno de Arturo Núñez apenas llevaba pocos meses de haber iniciado y la situación de inseguridad con el incremento de delitos graves, como secuestros y homicidios, encendía todas las alertas.

Ramírez Delgado, nacido en Iguala, Guerrero hace 60 años, es un oficial de infantería que se graduó  en 1974 del Colegio Militar. Sus primeras encomiendas fueron en el 21 batallón de infantería y en el 72, entre otras unidades, de donde pasó a la Escuela Superior de Guerra para graduarse como Diplomado de Estado Mayor en 1984. Años antes de su primera misión en Tabasco, viajó al cono sur donde estuvo entre 1990 y 1992 en la agregaduría militar en la Embajada de México en Buenos Aires, Argentina.

En el verano de este 2013, pocos meses después de su llegada como titular de la 30 zona militar, recibió una serie de informes que referían sobre un creciente malestar en la policía estatal en contra de su colega, el general de brigada Audomaro Martínez Zapata, secretario de Seguridad Pública, quien hace un par de años pasó a retiro del ejército.

Martínez Zapata pocos días después de su toma de posesión el año pasado, despidió a poco más de 200 elementos que no acreditaron los exámenes de confianza. Junto a otros inconformes, los agentes cesados comenzaron a organizarse y en septiembre pasado realizaron un plantón a las afueras de la sede de la corporación donde pidieron el cese del general retirado. El tema no pasó a mayores, dado que la situación de inseguridad continuaba a alza y llenó la agenda de los medios locales.

El índice delictivo en las últimas semanas de septiembre, declaró hace unos días el general Martínez Zapata, aumentó en 46 por ciento en relación al mismo periodo del año pasado. Las cifras que proporcionó el funcionario referían que hubo una ola de asaltos en las ciudades más grandes del estado como Cárdenas, Nacajuca y Villahermosa.

Lo que vino a preocupar a su colega, el general Ramírez Delgado, fue que las acciones conjuntas para detener los secuestros, robo de autos y asesinatos vinculados al crimen organizado han resultado infructuosos. Más allá de que la violencia está “controlada” en la zona fronteriza con Guatemala, que abarca el municipio de Tenosique que corresponde a la 38 zona militar, la zona centro del estado y su colindancia con Veracruz sigue como una de las más álgidas del país.

La opinión pública tabasqueña ha sido muy crítica con el gobierno, ya que señalan que la coordinación entre el ejército y la policía estatal ha resultado infructuosa en algunos municipios donde la presencia del autodenominado PUCD, ha dejado una estela de cadáveres regados con mensajes alusivos a que la disputa continuará hasta “expulsar” y “acabar” con los Zetas, el grupo paramilitar que se estableció desde hace más de un lustro en la entidad.

Juan Veledíaz

@velediaz424

Estado Mayor

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