Surgen versiones desde Estados Unidos de que la captura de Miguel Treviño Morales, jefe de Los Zetas hasta el pasado fin de semana, fue producto de colaboración con agencias norteamericanas y “tips” de informantes sin identificar. Y no sólo una actuación en “solitario” del gobierno mexicano. Casualidad o no, la caída del capo se dio en los días en que los Secretarios de Defensa y Marina realizan una gira en conjunto, hace mucho no vista, por Estados Unidos y Canadá.
México, 18 de julio.- Desde enero pasado tropas de la octava zona militar estaban en alerta permanente en la frontera de Tamaulipas. La información que llegaba todos los días al escritorio del general de brigada Miguel Gustavo González Cruz, (ver Tamaulipas cuando la alerta es permanente. Estado Mayor 13/04/13), comandante de la zona con sede en Reynosa, referían que esta ciudad era el epicentro de una despiadada lucha entre grupos armados afines a una facción del cartel del Golfo, apoyada por gente del cartel de Sinaloa, contra columnas vinculadas a Los Zetas encabezados por Miguel Treviño Morales, quienes se habrían aliado con una escisión del Golfo.
Desde abril el Ejército comenzó una labor de mayor presencia en patrullajes de vehículos artillados y dos pelotones —cada uno integrado por 10 o más elementos-—por calles y avenidas de ciudades como Nuevo Laredo, Miguel Alemán, Mier y Río Bravo. El objetivo fue, refiere una fuente militar en esa zona del país, mantener una presencia disuasiva y estar lo más cerca posible a posibles focos que estaban detectados como de enfrentamientos frecuentes entre pistoleros.
Al paso de las semanas en el cuartel de la octava zona militar llegaron informes de que Miguel Treviño Morales, líder del grupo paramilitar de Los Zetas desde que en octubre del 2012 cayó abatido Heriberto Lazcano en Progreso, Coahuila, había vuelto a ser padre de familia por lo que realizaba visitas continuas a Nuevo Laredo, su ciudad natal. Previo a este reporte, entre mayo y junio, el Ejército realizó cateos a casas de seguridad en esta ciudad y en Miguel Alemán donde no encontró nada. Era una verdad que no se reconocía de manera abierta entre los mandos militares en Tamaulipas, pero había fugas de información.
La Marina en acción
Mientras el Ejército realizaba a plena luz del día patrullajes y apoyaba a las policías local y federal de Tamaulipas cuando se suscitaban hechos violentos, la Marina tenía de tiempo atrás un equipo que rastreaba los movimientos de los principales mandos de Los Zetas en Reynosa y Nuevo Laredo. Algo comenzó a ser notorio en los últimos meses, cada vez aparecían un mayor número de mantas en Nuevo Laredo firmadas por Joaquín El Chapo Guzmán, donde le advertía al líder de Los Zetas que su caída y la de sus cómplices era cuestión de tiempo. En esos mensajes subrayaban que el Cártel del Golfo tenía todo “su apoyo” para “limpiar de Zetas al país”.
La Marina comenzó a desplegar una estrategia apoyada con intercambio de información de las agencias estadounidenses, informó un despacho del New York Times publicado el miércoles 17 de julio. Fue una operación quirúrgica de la que a cuenta gotas han surgido detalles en las que dos palabras parecieran marcar la diferencia con eventos similares ocurridos el sexenio pasado: coordinación e inteligencia. La captura de Miguel Treviño Morales la madrugada del pasado lunes 15, en un camino local entre los municipios de Nuevo Laredo, Tamaulipas, y Anáhuac, Nuevo León, ha sido considerado un “golpe mortal” a la cúpula de la organización paramilitar de Los Zetas.
La versión oficial de la captura refirió que fue una labor de inteligencia de la Armada donde, pese a que Treviño Morales intentó escapar, no hubo un solo disparo. Horas después otras versiones sobre su captura referían que el cuerpo de élite de la Armada que realizó la operación, lo hizo apoyada por informantes —sin especificar de qué tipo—que conocían los movimientos del capo. El texto del New York Times refirió que fueron los estadounidenses quienes informaron a los marinos —con quienes desde el sexenio anterior han trabajado con mayor cercanía y coordinación—del nacimiento de un hijo de Treviño Morales. Las comunicaciones del jefe de Los Zetas estaban intervenidas, se tenía el dato de cuantos individuos y qué tipo de armamento portaban los grupos que formaban sus anillos de protección.
Por redes sociales, donde comenzó a ser difundida la versión de la captura del Z40 desde medio día del lunes 15, y tras el anuncio oficial de aquella noche que confirmó la detención, comenzaron a circular versiones de que había sido “un tip” de un grupo rival el que llevó a la Marina a cerrar el cerco y a delimitar su radio de acción a carreteras secundarias entre Nuevo Laredo, Tamaulipas, y el municipio de Anáhuac, Nuevo León, que fue donde al final cayó.
De gira por el Pentágono
No había transcurrido ni un día de su recibimiento en el Pentágono cuando los Secretarios de Defensa y de Marina, fueron informados de lo que ocurrió la madrugada del lunes en ese trayecto desértico que comunica Nuevo Laredo y Anáhuac. De gira desde el domingo 14 por Estados Unidos y Canadá, el General Salvador Cienfuegos Zepeda y el Almirante Vidal Francisco Soberón Sanz, fueron informados en tiempo real de lo que ocurría en esa zona donde colinda Tamaulipas con Nuevo León.
Cada uno por separado, estaban en constante comunicación desde que horas antes se efectuara el operativo. Sabían que había un alto grado de efectividad de que resultara positivo, dice una fuente castrense consultada al respecto.
El General Cienfuegos y el Almirante Soberón fueron recibidos con honores en la base del Comando Norte del ejército estadounidense, al mando del general Charles Jacoby, posteriormente en Fort Lesley J. McNair, en Washington, también fueron recibidos por el presidente de la junta de jefes de Estado Mayor Conjunto de los Estados Unidos, el general Martin Dempsey.
En un comunicado conjunto la Defensa y la Marina informaron que el objetivo de la visita, “es potencializar la cooperación en materia de Defensa Nacional, para atender problemas comunes de mutuo interés y lograr fortalecer las capacidades operativas en aspectos relacionados al adiestramiento, educación, adquisición de transferencia y desarrollo de tecnología militar, buscando una relación que privilegie los principios de responsabilidad compartida, confianza mutua y respeto a la soberanía de cada país”.
La gira, que concluirá el día 20, incluyó Canadá, a donde arribaron para reunirse con su contraparte en materia de defensa y relanzar la relación en materia de cooperación y seguridad regional. Durante los dos sexenios panistas, no se registró una gira en conjunto de los responsables de Marina y Defensa con reuniones de alto nivel con sus contrapartes en Estados Unidos y Canadá. A decir de observadores en materia de seguridad nacional, este es un nuevo mensaje de que ambas dependencias actuaran con mayor coordinación a diferencia de lo que ocurrió con el gobierno de Felipe Calderón.
Juan Veledíaz
@velediaz424
Estado Mayor
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