México, 27 de marzo.- Su cabeza tenía precio, valía un millón de dólares y una tonelada de mariguana. La oferta la lanzó a principios de los años 90 Ramón Arellano Félix, uno de los jefes del llamado cartel de Tijuana. Fue durante una reunión en una de sus guaridas con su grupo de pistoleros del barrio Logan, a quienes anunció que el objetivo era su compadre, Ismael “el Mayo” Zambada…nota completa.
