
Estado Mayor/26 de octubre de 2022
Jorge Alejandro Medellín
A pesar de no estar contemplado en el Presupuesto de Egresos de la Federación 2023 (PEF 2023) autorizado a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la dependencia que en cabeza el general Luis Cresencio Sandoval reactivó el proyecto para adquirir una flota nueva de helicópteros UH-60M Black Hawk de fabricación estadunidense.
Documentos hackeados a la Defensa Nacional por el colectivo Guacamaya revelaron que en junio de este año el comandante de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM), el general Gerardo Vega Rivera, buscó al Comando Norte de los Estados Unidos para solicitarle informes y la cotización de una flota de 18 helicopteros UH-60M Black Hawk, entre otros temas.

La carta del general Vega Rivera fue enviada al Comando Norte el 2 de junio y tuvo respuesta hasta el 27 de ese mes, en una misiva en la que los mandos norteamericanos le proponían acordar los detalles para sostener un encuentro virtual para abordar cuatro temas de interés común: el envío de unidades militares mexicanas a uno de los centros de entrenamiento conjunto, la situación de los radares donados a México, así como los detalles de la Conferencia de Ministros de Defensa de las Américas y, finalmente, la compra de los UH-60.
La compra de los aparatos marcaría la reactivación de las adquisiciones de material y equipo bélico en el extranjero, canceladas por el presidente Andrés Manuel López Obrador desde el inicio de su administración bajo los lineamientos de su política de austeridad republicana.
La inversión estimada sería de unos 13 mil millones de pesos por la flotilla de aparatos nuevos, equipados con sistemas de visión FLIR y con montajes para piezas de artillería no incluidas. La FAM cuenta actualmente con una flota de 18 aparatos Black Hawk que fueron adquiridos en 2014 y entregados en 2016, con una inversión de 203 millones de dólares.
En el caso de la compra de una nueva flota de Black Hawks, estos aparatos ya están fabricados y su entrega sería en dos o tres meses a lo sumo, para integrarlos a los Escuadrones Aéreos 105, 1206 y 302 de la FAM. Con ello se consolidaría paulatinamente la sustitución definitiva de los 19 helicopteros rusos Mi-17.

De hecho, como parte de la reactivación del proyecto de compra de los 18 Black Hawks, las FAM envió hace unos días a cuatro tripulaciones den sus UH-60M a un curso de dos semanas de duración en Dallas, Texas.
El dato inicial sobre la compra de los UH-60M se conoció a partir de la difusión de documentos clasificados extraídos por los hackers que integran la red denominada Guacamaya, en los que se ha revelado el proyecto de la FAM, cuyo comandante, el general Gerardo Vega Rivera, envió una carta al Comando Norte de los Estados Unidos para solicitarle una cotización enfocada en la compra de 18 aparatos UH-60M.

El general Vega Rivera envió una carta el 2 de junio, la cual fue respondida el 27 de ese mes por mandos del Comando Norte en un texto para acordar una reunión virtual entre mandos militares de ambos países para revisar cuatro temas sugeridos: la participación de una Compañía de México (una unidad militar integrada por 130 elementos) al Centro de Capacitación de Preparación Conjunta (JRTC), el estado que guarda la donación de radares a México, la Conferencia DE Ministros de Defensa den las Américas y la Solicitud de Precio y Disponibilidad para los Helicopteros UH-60.
Esta compra no solo reactivaría la adquisición de material aéreo militar por parte del gobierno mexicano, suspendida a la llegada del presidente Andrés Manuel López Obrador cuya política de austeridad republicana afectó en principio el gasto bélico y con ello la modernización de equipo y armamento de todo tipo.

Sin embargo, el presidente de México amplió de manera inédita la agenda de misiones para las fuerzas armadas, incluyendo aspectos no relacionados con el quehacer militar, como la construcción de aeropuertos civiles, la construcción de hoteles, de cuarteles policiacos y la creación de empresas para administrar obras vinculadas a desarrollos de los que se espera surjan recursos financieros para fortalecer a la milicia, a sus retirados y pensionados y a los derechohabientes de estos.
Para lograr esta meta, Obrador ordenó puso en marcha la política de pobreza franciscana, ordenando en 2021 nuevos recortes presupuestales en todas las áreas de la administración pública federal, menos en lo concerniente a las fuerzas armadas, cuyos presupuestos para el 2023 crecerán en forma notable.
En esa dinámica se hizo pública también, mediante documentos hackeados a la Sedena, la entrega de recursos por 113 mil millones de pesos al Ejército Mexicano provenientes del fideicomiso aduanero en el que se concentra una parte importante de lo obtenido en el sistema de aduanas del país, integrado por una red de 50 establecimientos marítimos y terrestres localizados en las fronteras norte y sur, en los litorales y en el interior del territorio.
Datos contenidos en la documentación hackeada revelaron que, de esa suma, 53 mil 615 millones de pesos serán para Obras Prioritarias, incluidos 28 mil 289 millones de pesos para el corredor del Istmo de Tehuantepec, que administrará la Secretaría de Marina (Semar). Otros 21 mil 299 millones de pesos serán para obras de la Sedena en la frontera norte, y 3 mil 927 millones de pesos irán al denominado Proyecto Guaymas, que contempla una carretera y un puerto que serán construidos por ingenieros militares.
El rubro del que saldría una parte reducida del gasto para adquirir los Black Hawk sería el denominado Compra de Equipo, del que se recibirá un total de 9 mil 267 millones de pesos, de los cuales 7 mil 822 millones son para la Semar; mil 20 millones, para el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y 425 millones para el Tren Maya.

Los recursos principales para la compra de los 18 UH-60M podrían surgir de dos fuentes: el Fideicomiso Público de Administración y Pago de Equipo Militar (FPAPEM), que en 2020 fue de 31 mil millones de pesos o bien del mecanismo de Arrendamiento Financiero, mediante el cual el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos (Banobras) adquiere los bienes solicitados por las fuerzas armadas, paga el endeudamiento y aparece como propietario en tanto el Ejército o la Armada de México liquidan la compra.
Sin embargo, en el Presupuesto de Egresos de la Federación para el 2023 (PEF 2023) aprobado para la Sedena y que será de 111 mil 911 millones 638 mil 277 pesos, no aparece la compra de los 18 helicopteros Black Hawk en los 16 Proyectos y Programas de Inversión registrados.
Ni la Sedena ni el gobierno federal se han pronunciado respecto a la compra de los 18 UH-60M Black Hawk fabricados por la norteamericana Sikorsky Aircraft Corporation.
@JorgeMedellín95