Han muerto 22 marinos y un civil en accidentes aéreos con AMLO y Ojeda

Estado Mayor/04 de octubre de 2022

Jorge Alejandro Medellín

El sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador y del almirante Rafael Ojeda Durán al frente de la Marina-Armada de México (SEMAR) es ya el más complicado, el de la mayor crisis en accidentes aeronavales desde el año 2000 a la fecha, superando lo ocurrido en los gobiernos de Vicente Fox, de Felipe Calderón y de Enrique Peña Nieto juntos.

Con el primer mandatario surgido del Partido Acción Nacional (PAN) para el periodo 2000-2006, la Marina sufrió 3 accidentes en los que perdieron la vida 7 marinos. De estos accidentes, dos ocurrieron en helicópteros Fennec AS 565 y el otro en un avión turbohélice Zlin Z-242L. Los accidentes tuvieron se dieron el 9 de enero de 2001, el 1° de mayo de 2005 y el 5 de junio de ese mismo año.

En el segundo mandato de un panista, periodo 2006-2012, hubo 5 accidentes en los que fallecieron 11 marinos. Tres de los accidentes ocurrieron en aviones turbohélice Zlin (2) y Lancair Super ES (1). Los accidentes sucedieron el 19 de septiembre de 2008, el 23 de junio de 2008, el 10 de septiembre de 2009, el 22 de junio de 2012 y el 5 de diciembre de 2012.

En el gobierno del presidente priista Enrique Peña Nieto hubo un solo accidente aeronaval ocurrido el 10 de abril de 2014 a un turbohélice Lancair Super ES en el que murieron sus dos ocupantes. Estos datos no son producto de la especulación periodística; se trata de información oficial solicitada a la SEMAR vía transparencia, para el periodo 2000-2018, años en los que la Armada de México sufrió el fallecimiento de 20 de sus integrantes en este tipo de eventos.

Ahora, en cuatro de los seis años del periodo de Andrés Manuel López Obrador y del almirante Rafael Ojeda Durán al frente de la SEMAR, la cifra de marinos fallecidos en accidentes aeronavales ya ha superado a lo ocurrido en tres sexenios juntos, con 22 marinos y un civil muertos en 8 eventos trágicos.

Estos datos revelan una crisis en la aeronáutica naval reciente, hoy a cargo del Vicealmirante Gilberto Carballo Ávila, actual Coordinador General de Aeronáutica Naval de la SEMAR, instancia que hasta el 2020 fue responsabilidad del Almirante Juan José Padilla Olmos, Jefe del Estado Mayor General (EMG) de la Armada de México. Sobre estos dos mandos navales recae la crisis de accidentes e incidentes que hoy vive la secretaría.

FAM y Marina, los peores años

En el sexenio de Peña Nieto, la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) vivió su peor etapa en la historia reciente del arma del aire, al registrar 61 accidentes en los que murieron cerca de 30 militares y 15 civiles, dejando alrededor de 90 elementos castrenses heridos. En esos años, la siniestralidad superó el 400 por ciento y elevó el costo de la póliza para asegurar el material aéreo, que cada mes de agosto debe quedar protegido para poder operar dentro y fuera del espacio aéreo mexicano.

Algo similar, con proporciones distintas, sucede ahora en la Marina-Armada de México, en donde la siniestralidad por accidentes fue de 1.39 por ciento y de 4.5 por ciento en incidentes para el mismo periodo 2000-2018, según datos de la propia dependencia. En la mayoría de los accidentes ocurridos en ese lapso la Marina determinó que se trató de errores humanos. Solo en dos casos no fue así. No obstante, en ninguna de estas situaciones la secretaría ofreció jamás explicaciones para que se conocieran las causas de fondo, las causas finales que provocaron las fatalidades.

En el lapso señalado los peritos de la Marina hicieron 27 análisis para determinar las causas de los accidentes y 81 análisis para conocer lo sucedido en los incidentes aeronavales. Ninguno de esos análisis fue hecho público en esos años, como tampoco ha ocurrido ahora con los peritajes sobre las aeronaves caídas en el sexenio de López Obrador y Ojeda Durán, salvo por el caso del desplome del helicóptero Mi-17 ocurrido en  Jalpa de la Sierra, entre Querétaro y San Luis Potosí, en donde murieron el Capitán Miguel Ángel Ramos Machorro, el Teniente José de Jesús Medina Santiago, el

Teniente Carlos del Toro Rosas, el Marino Misael Meneses Maldonado, Marino Andrés Valdovinos López y el ingeniero Luis Fernando Pérez Balderas, Coordinador Aéreo de la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR).

El 24 de mayo de 2019, el Mi-17 que comandaba el capitán Miguel Ángel Ramos Machorro, se estrelló cuando combatía incendios forestales con un helibalde de 2,500 litros de capacidad. Lois cinco tripulantes del ANX-2206 fallecieron en el accidente.

El capitán Machorro había grabado un video en el que se quejaba de que la SEMAR no estaba enviando a tiempo el combustible necesario para las misiones de combate aéreo a los incendios forestales. Horas después, el Mi-17 Matrícula ANX-2206, caía a tierra falleciendo todos sus ocupantes.

El video se hizo viral de inmediato. El  27 de mayo, tras el accidente fatal, el Vicealmirante Juan José Padilla Olmos, entonces Coordinador General de Aeronáutica Naval y hoy Jefe del Estado Mayor General de la Marina-Armada de México,  y el Almirante Rosendo Jesús Escalante Ilizarriturri, entonces jefe del Estado Mayor de la Armada -pasó a retiro en julio de 2020- hablaron ante reporteros en una inédita conferencia de prensa convocada por la Marina como reacción no a la caída del aparato y a la muerte de sus ocupantes, sino al video en el que el capitán Ramos Machorro se quejaba, horas antes de la tragedia, de la falta de combustible y logística para apoyar el despliegue naval para combatir incendios.

El aparato estaba en perfectas condiciones, no le faltaba combustible, había salido de mantenimiento el 17 de mayo, la caída se debió a otros motivos, aseguraron los mandos navales molestos por las preguntas de los reporteros. Mostraron datos sobre el mantenimiento a la flota aparatos Mi-17 y aseguraron que las aeronaves habían recibido 52 servicios de cambio de motores (usan dos cada una), combinados con 842 cambios de componentes mayores, además de 7,280 servicios periódicos (uno cada 100 horas de vuelo). Desde 1994, cuando fueron adquiridos, los Mi-17 solo habían sufrido tres accidentes.

Tras aquel accidente, la SEMAR salió al paso de las versiones y notas periodísticas que difundieron el video y asociaron la caída del aparato con deficiencias en la logística aeronaval, en este caso el suministro de combustible denunciado por el capitán Machorro.

La Marina pagó en total 650 mil 341 pesos por concepto de gastos funerarios; 208 mil 868 pesos a los deudos del Capitán de Corbeta Miguel Ángel Ramos Machorro, así como a los familiares del Teniente de Navío Jesús Medina Santiago (166 mil 560 pesos), del Teniente de Fragata Carlos del Toro Rosas (124 mil 095 pesos), del Segundo Maestre Misael Mases Maldonado (74 mil 753 pesos) y del Tercer Maestre Andrés Valdovinos López (76 mil 064 pesos).

Los mandos navales, molestos en cada pregunta de los reporteros, negaron que hubiera falta de combustible o una logística deficiente en la zona. Mostraron diagramas, mapas y documentos para apuntalar sus dichos. Ese fue el tenor de la conferencia inédita, ya que en los anteriores accidentes e incidentes ocurridos en la fuerza aeronaval nunca se había convocado a los medios para tratar de explicar las condiciones en que habían sucedido las cosas.

Mostraron también datos sobre el mantenimiento a la flota de 21 aparatos Mi-17 con los que contaba la Marina -la flota se ha reducido a causa de los accidentes registrados-. Este material ha volado –desde 1994 hasta la fecha de la conferencia– 72 mil 824.36 horas. Cada Mi-17 tiene una vida útil de 18 mil horas de vuelo o 35 años, lo que suceda primero. El ANX-2206 que pilotaba el capitán Ramos Machorro tenía apenas 3 mil 518 horas de vuelo y el último servicio mayor al que había sido sometido (cambio del motor número dos el 17 de mayo, una semana antes del accidente fatal) ocurrió 1,102 horas antes de su desplome, según la Marina.

Hoy, en el gobierno de López Obrador y bajo la administración del almirante Rafael Ojeda, ninguno de los accidentes fatales sufridos y en los que han muerto 22 marinos y un civil ha sido explicado por la secretaría. Solo se han difundido comunicados confirmando los accidentes y agregando que se investigarán las causas, pero nunca se han hecho públicas las verdaderas circunstancias en torno a la caída de los aparatos.

El caso más significativo y reciente fue el de la caída del UH-60M Black Hawk Matrícula ANX-2307, en el que murieron 14 marinos pertenecientes a un comando de las Fuerzas Especiales que dio apoyo aéreo durante la captura del capo Rafael Caro Quintero en San Simón, en la sierra de Sinaloa.

La aeronave se estrelló cuando regresaba a Los Mochis. El peritaje de la Fiscalía General de la República (FGR) fue emitido dos meses después del accidente y se basó en lo analizado por la empresa fabricante del aparato, la estadunidense Sikorsky Lockheed Martin, encargada de revisar la caja negra del Black Hawk.

En un comunicado de menos de tres párrafos, la FGR se limitó a señalar que la aeronave se había quedado sin combustible. La Marina no hizo mayor comentario y mucho menos amplió o detalló lo difundido por la fiscalía.

El tema quedó cerrado sin que se sepa a la fecha cuales fueron las causas de fondo de un accidente fatal, el más grave que ha sufrido la SEMAR en décadas, y que llevó a guardar 10 días de luto y a portar un listón negro a todo el personal de la secretaría en señal de duelo.

La Marina-Armada de México no dio ningún dato para saber:

  • ¿Cómo es que una aeronave avanzada como el UH-60M fue enviada a una misión de apoyo en un operativo especial sin el combustible suficiente para regresar a su base de operaciones?
  • ¿Quién dio la orden para que el Black Hawk volara sin combustible suficiente?
  • ¿Cuál fue la cadena mando por debajo del Vicealmirante Gilberto Carballo Ávila que supervisó, avaló y ordenó el despegue del Black Hawk en esas condiciones?
  • ¿Cuál fue la conversación y que mensajes intercambiaron el piloto y comandante del Black Hawk, el Capitán de Fragata Sergio Blasco Bandala, y la base de operaciones de Los Mochis; qué les reportó minutos antes de caer a tierra?
  • ¿Cuáles son exactamente los protocolos de seguridad en vuelo que deben cumplirse para las aeronaves UH-60M Black Hawk de la Marina-Armada de México, sobre todo en el desarrollo de operaciones especiales?
  • ¿Se cumplieron dichos protocolos?
  • ¿Quién o quiénes eran los responsables de que se cumplieran?
  • ¿Por qué no se cumplieron?
  • ¿Qué sanciones deben aplicarse a los responsables en tierra de lo sucedido al Black Hawk ANX-2307?
  • ¿Ha hecho la SEMAR algo al respecto?
  • ¿Por qué guarda silencio y no informa los detalles de un accidente que es, a la fecha, el peor que ha sufrido la institución en décadas?

@JorgeMedellin95

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