México, 9 de septiembre.- La intencionalidad es obvia. Incluyendo la invitación a generales que han tenido la responsabilidad de la Jefatura del Estado Mayor. El escenario del Campo Marte. La formalidad. Y, sobre todo, el discurso, las palabras de reconocimiento y gratitud del general secretario, Luis Cresencio Sandoval.
Un ungimiento público, con todos los asegunes pertinentes.
Dentro de la reorganización interna de las fuerzas armadas, la posición de mayor mando, por tanto, la más compleja, la que requiere de una confianza absoluta, será la del general Ricardo Trevilla Trejo.
No es sorpresa su “ascenso” desde la jefatura del Estado Mayor de la Secretaría de la Defensa Nacional, hasta el larguísimo nombre de “Estado Mayor Conjunto del Cuartel General Superior del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos”. Sí ratifica un espacio privilegiado, un mando que abarca mucho, un compromiso inmenso, tan grande como el escrutinio que tendrá cada día. Aunque su oficina siga siendo la misma.
Afirmó el general secretario: “… de esta manera se garantiza la eficiencia operativa y el control administrativo… gracias a su incesante labor se articulan en tiempo y espacio todas las acciones de las unidades, dependencias e instalaciones subordinadas”.
¿Por qué el general Trevilla? Antes que nada, por confianza, porque su jefe confía plenamente en su lealtad, en su subordinación, en su entrega a un proyecto de cambio muy ambicioso. Confianza que no se ha ganado en un día, que está íntimamente imbricada en la suma de resultados.
Es decir, el general Sandoval confía en la lealtad del general Trevilla, pero también confía, sabe, tiene constancia de que el general Trevilla cumple, sabe cumplir.
De esto, tan complicado como simple en su estructura, trata el nombramiento.
No es gratuito que el general secretario haya terminado su discurso asegurando “es un honor trabajar con todos ustedes y contar con su firme respaldo”.
Por su parte, el general Ricardo Trevilla comenzó su discurso recordando que es, también, un hombre de Academia, un lector de la historia militar, citando un fragmento de un libro titulado “Estudios sobre la Ciencia de la Guerra”, del general de división Sóstenes Rocha Hernández donde se escribió: “El Ejército es una máquina y el Estado Mayor su principal rueda motriz, para que la máquina funcione con perfección es preciso que la rueda no tenga defectos”.
¿Un Estado Mayor sin espacio para los defectos? Así lo concibe el general Trevilla.
Sin defectos, y como principal asesor del Alto Mando, “a través de un procedimiento ordenado, lógico y profesional” afirmó en su discurso. Aseveró que esta evolución está basada en una “planeación bien estructurada y definida, nunca improvisada y siempre con el objetivo de servir a México”.
Después de agradecer la confianza, otra vez el valor de la confianza como sentido único, superior, exacto, el general Ricardo Trevilla finalizó su discurso afirmando: “Hoy más que nunca nuestra vocación, lealtad institucional y amor a nuestro México, son nuestras principales fortalezas para avanzar a la par de nuestra patria”.
Para avanzar, para el futuro, para demostrar de qué está hecho. De eso trata lo que sigue, para lo que sigue…
La expresión de contento del general Luis Cresencio Sandoval queda impresa. Este es su juego, su cancha, sus jugadores y su balón.
Isabel Arvide / @isabelarvide / EstadoMayor.mx
1 comment for “El ungimiento del General Trevilla”