Moreira, Calderón y nosotros

México, 5 de octubre (La Razón).- Independientemente de sus diferencias políticas, que fueron y son muchas, el gobierno del presidente Felipe Calderón reaccionó solidariamente con el ex gobernador de Coahuila y ex presidente del PRI, Humberto Moreira, tras el asesinato de su hijo José Eduardo Moreira.

No se podía esperar menos ni pedir más; tanto la PGR como la Policía Federal se coordinan con las autoridades estatales para localizar a los autores del crimen. José Eduardo no era el junior tradicional, hijo de gobernador; había mantenido un perfil bajo cuando su padre gobernó Coahuila y una vez concluido su mandato se dedicó a actividades privadas. Su asesinato debe ser condenado, como lo han sido condenados todos los homicidios registrados en esta guerra contra el narco, a pesar de que algunos escatiman esa condena bajo el argumento de las diferencias ideológicas.

Seguramente habrá resultado en breve; el Estado mexicano no puede ser rebasado por la delincuencia organizada, pero mientras eso sucede, habrá que dejar la mezquindad política aparte y solidarizarse no sólo con la familia Moreira, sino con todo el estado, con todo el país, atacado por una plaga de indiferencia social. O peor, de espíritu de revancha.

- En Veracruz corre la versión de que la versión en el sentido de que el gobernador Javier Duarte de Ochoa solicitará licencia para separarse del cargo ha sido alentada y difundida por el ahora senador Héctor Yunes Landa.

Yunes Landa, primo de Miguel Ángel Yunes Linares, priísta-elbista-panista, enemigo declarado de Duarte y de su antecesor, Fidel Herrera, quiso ser gobernador pero Herrera se decantó por quien fuera su secretario particular. El premio de consolación —¡vaya premio!—, fue la senaduría desde la cual, dicen sus detractores, alienta la versión de que Duarte será “invitado’’ al equipo de Enrique Peña Nieto, lo que sería una salida elegante para el veracruzano, acosado por una creciente criminalidad. A ver.

- Benjamín Grayeb Ruiz, productor de aguacate de Michoacán, ganó este jueves la elección para la presidencia del Consejo Nacional Agropecuario (CNA) para el periodo 2012-2014. En el marco de la XXIX Asamblea General Ordinaria del CNA, Grayeb, vicepresidente de Comercio Exterior de la representación del sector privado, obtuvo el 75% de los votos de la membresía por el 25% obtenido por su adversario, Álvaro Ley, presidente de la Asociación Mexicana de Engordadores de Ganado.

La Comisión Electoral del CNA, presidida por Jorge Mazón, dio a conocer que se contabilizaron 77 votos emitidos por los socios, que de acuerdo con los estatutos del organismo representan tres tantos, además de 99 sufragios de los asociados, con valor unitario.

Sorprendió la designación de María Cristina García Cepeda, como coordinadora de Cultura del Equipo para la Transición del presidente electo Enrique Peña.

La sorpresa se fundamenta en el hecho de que no se conocía cercanía alguna de García Cepeda con alguno de los pesos pesados del equipo peñista. Eso podría ser, al final de cuentas, una buena noticia pues Peña estaría eligiendo a su equipo no por su amistad sino por su capacidad. Ojalá.

Adrián Trejo

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