México, 20 de mayo.- Encimado a su anuncio de pretender ser Presidente de México, estaba la información de Contingencia Ambiental por primera vez en domingo, desde 1989.
¿De qué manera puede alcanzar su aspiración Miguel Mancera entre el humo de la corrupción y la necedad de un reglamento de tránsito tan negativo?
¿Por qué corrupción? Tan sencillo: Es obvio que los Verificentros no hicieron su trabajo. Como tampoco los policías cumplieron con su obligación de impedirles transitar. Y esto solamente puede explicarse por corrupción. La ciudad está invadida, hace mucho, por automóviles y camiones que echan humo con total inmoralidad.
A eso agréguese un reglamento de tránsito que obliga a contaminar, con sus paradas continuas y sus cambios de velocidad.
¿Y los baches? ¿Y poner a cargo de la secretaría correspondiente a una experta en azoteas verdes?
Querer gobernar el país solamente puede hacerse a partir de una eficiencia probada en su ámbito. En este caso, la Ciudad de México.
¿Los habitantes, los visitantes de esta ciudad se sienten seguros, pueden transitar sin problemas, tienen transporte eficiente? Estos puntos serían primarios y esenciales para estructurar cualquier posible candidatura. No es lo que sucede.
¿Por qué se le cae todo de entre sus manos?
Desde que se inició el Doble Hoy No Circula la ciudad sigue contaminándose más y más. Como si fuese una manera de burlarse de estas medidas. ¿Por qué si llegan a quedarse sin circular hasta la mitad de los vehículos?
¿Y los coches viejos, y los Uber, y los camiones oficiales, y las combis? El noticiero de Joaquín López Dóriga ha presentado por muchas noches imágenes de vehículos contaminando, literalmente echando humo gris a montones. ¿Qué le ha fallado al Gobierno de la Ciudad?
Mancera parecería caminar en una cuerda de absurdos.
Porque sigue permitiendo manifestaciones que obligan a un tránsito lento y todavía más contaminante, porque provocan atascos de vehículos que, obviamente, contaminan más.
Y al mismo tiempo se fomenta, oficialmente, el uso de la bicicleta en días de extrema contaminación. Con lo que se logra, como si hiciera falta, confundir a la ciudadanía.
Miguel Mancera es un hombre carismático. Lo que no tiene traducción.
Sentido común, confiabilidad, accesibilidad, resultados… De eso trata construir una candidatura. Parece que no se lo han dicho a Miguel Mancera.
Personalmente creo que es un hombre de gran inteligencia, de una imposible de tan grande disciplina, que sabe estudiar y resolver problemas… por eso es inaceptable el caos permanente en que nos obliga a vivir a millones de mexicanos.
La ciudad gobernada por él no es un sitio mejor para vivir, al contrario.
Si ya llegamos a los extremos de tener que quedarnos en casa en domingo por la contaminación, algo está muy mal en nuestra realidad. Y esa realidad no puede ser transformada por el Gobierno, por el hombre que encabeza el Gobierno de la Ciudad no hay forma de calificarlo en positivo.
Y menos todavía de acompañar sus sueños futuristas.
Cuando Mancera pide, además, que sus propuestas de Gobierno se comparen con las de Andrés Manuel López Obrador, pareciera que está haciendo campaña por el tabasqueño que, baste revisar la historia inmediata, no tuvo los problemas de tránsito y contaminación que hoy padece este Gobierno.
Frente a esto, a la realidad hecha un permanente desbarajuste, qué propuesta puede hacer a otros millones de mexicanos… Digo, en serio, de verdad, aparte del discurso político y politizado de una izquierda enredada en sus propios laberintos.
Isabel Arvide
@isabelarvide
Estado Mayor MX