La cacería de ‘Kike’ Plancarte

Enrique Kike Plancarte SolisSabían que se movía con un anillo de protección mínimo y que era muy discreto. La captura el sábado pasado de uno de sus principales operadores, aceleró la ubicación de Enrique Plancarte Solís, número dos de los Templarios, quien fue abatido la noche del pasado lunes en un poblado distante a 20 minutos de la ciudad de Querétaro. Con su muerte los reflectores caen ahora sobre Servando Gómez Martínez, “la Tuta”, el publirrelacionista de la organización criminal y quien, se sabe, no ha salido de Michoacán. 

México, 2 de abril.- El pasado sábado 29 de marzo Samuel Díaz Benítez se sentía muy confiado cuando subió a su camioneta para dirigirse a un rancho a las afueras de Apatzingán, Michoacán. Cuando llegó a la comunidad conocida como las Tinajas, distante a escasos 20 minutos de la cabecera municipal, un grupo de agentes federales lo detuvo en un puesto de control para una revisión de rutina. Un tic nervioso antecedió al hallazgo de un arma larga con dos cargadores abastecidos, vinieron las preguntas de rigor, de quien era, para qué lo quería, a quién se lo compró. Tras pedirle que se identificara, sus apellidos se cotejaron con un listado y su nombre ahí apareció.

Cuando se lo llevaron detenido Samuel ofreció un millón de pesos para que lo dejaran en libertad, informaría horas después la oficina de prensa de la policía federal. Algo ocurrió que los agentes rechazaron la oferta. Díaz Benítez declaró que tenía 32 años de edad, que era oriundo de Apatzingán, que se dedicaba a labores agrícolas pero no pudo explicar de dónde provenían los más de 32 mil pesos que llevaba consigo en ese momento.

Horas después, cuando el interrogatorio se intensificó, y luego de corroborarse en la base de datos su identidad y relaciones con el grupo criminal autodenominado Caballeros Templarios, para quienes operaba como responsable del trasiego de droga hacia los Estados Unidos, comenzaron a salir datos sobre su jefe inmediato, Enrique Plancarte Solís. Era uno de sus operadores de mayor confianza, lo veía seguido y sabía dónde se ocultaba.

Díaz Benítez declaró que días atrás había regresado del estado de Querétaro, a donde viajó para entrevistarse con su jefe, Kike Plancarte, considerado tras la muerte de Nazario Moreno, el líder con mayor poder en la estructura de los Templarios. Detalló que hace cosa de un mes Plancarte junto a un reducido grupo de sus principales colaboradores viajó a éste estado del país donde se refugió. El lugar elegido había sido un pequeño municipio llamado Colón, donde rentó una casona en obra negra para intentar pasar desapercibido entre los pobladores. La información refería que la escolta que protegía al capo era reducida pero estaba bien armada. No dio la dirección exacta, solo se limitó a señalar que en este lugar se encontraba resguardado.

De nuevo la Marina

Durante la noche del sábado y madrugada del domingo en el gabinete de seguridad se decidió que quien realizaría el operativo sería la Marina Armada de México. Muy temprano por la mañana del pasado día 30 de marzo, un contingente de infantes de marina arribó al municipio de Colón, considerada una zona vinícola del estado de Querétaro, ubicado a escasos 59 kilómetros de la capital de este estado.

Una compañía de infantes de marina, compuesta por alrededor de 100 efectivos, llegó al poblado e instalaron tres retenes en los accesos al lugar. Iban en vehículos artillados, otros en camionetas blindadas, y minutos más tarde comenzaron a sobrevolar el lugar dos helicópteros Black Hawk artillados. La movilización durante la mañana del domingo pasado alertó a los habitantes, varios de ellos se mostraron temerosos pues Colón, decían, era una comunidad donde nunca pasa nada.

Un pelotón de marinos, alrededor de 30 efectivos, que se distinguía del resto por ir mejor equipados, cubiertos del rostro y con líderes que conducían la acción, algunas fuentes refieren que se trataba de un grupo de fuerzas especiales, irrumpieron alrededor de medio día en el centro del pueblo. Una versión que recogió la prensa local, decía que los marinos irrumpieron en la iglesia, rodearon la plaza central y el palacio municipal. Hicieron revisiones exhaustivas pero no encontraron nada.

Por la tarde otro grupo de marinos rodeó el barrio las Cruces, ahí catearon varios domicilios, revisaron vehículos y poco después, avanzaron hacia la vecina comunidad del Lindero. Ahí registraron varias casas, tomaron fotografías y poco después ya con las sombras nocturnas encima se retiraron. La movilización seguiría horas más tarde.

El lunes Alejandro Arteaga Cabrera, presidente municipal de Colón, y el secretario de gobierno del estado, Jorge López Portillo, declararon a los medios de comunicación que la movilización de la marina era una acción preventiva. El operativo continuó en varias calles del municipio, los infantes de marina revisaron de nueva cuenta varias viviendas en calles como Puebla y Guanajuato, dos arterias céntricas dentro del barrio las Cruces.

El choque

Al iniciar la noche del pasado lunes, un grupo de marinos se percató que de una de las viviendas en esta zona céntrica, a pocas calles del palacio municipal, un individuo intentó huir disparando su arma de fuego. Comenzó una balacera que prolongaría por varios minutos y en medio de la confusión un hombre armado fue detenido. Poco después uno más caería herido por los disparos de los marinos.

Alrededor de las 20 horas, un grupo especial trasladó el cuerpo aun con vida en helicóptero hacia las instalaciones de la 17 zona militar en la capital queretana. Horas más tarde circuló la versión de que el herido era Enrique Placarte Solís, el líder de mayor relevancia de los Templarios, y quien había perdido la vida por las heridas del enfrentamiento. El cuerpo fue trasladado a la ciudad de México para ser llevado al área forense de la PGR donde se le practicarían varios exámenes para buscar corroborar del todo su identidad.

La prensa local reportó que Kike Plancarte había llegado hace escaso un mes al poblado, utilizaba una camioneta gris y siempre se le veía acompañado de otras personas. Vivió en una casa sin número que llevaba varios meses deshabitada, no llamaba la atención por fuera ni tenía mayor control de seguridad. Las imágenes que circularon mostraron una fachada gris, como la de una obra que se terminó pero no se le dieron los últimos retoques, y en el interior se podía observar algunos objetos domésticos junto a ropa en completo desorden. En una recámara las cámaras captar ropa tirada, un sombrero, botas así como revistas dedicadas a la música grupera, género que interpreta su hija Melisa, conocida como “la princesa de la banda”.

Fue hasta el medio día de este martes 1 de abril en que el Comisionado Nacional de Seguridad Federal Monte Alejandro Rubido García, confirmó en conferencia de prensa que el individuo abatido en el choque entre marinos y pistoleros, después de varias pruebas periciales, se trataba de Plancarte Solís.

El funcionario explicó que una vez que recibieron la información en días pasados sobre la probable presencia del capo en esta comunidad del estado de Querétaro, se inició una operación el pasado fin de semana entre la armada, el ejército y la policía federal, quienes establecieron diferentes perímetros de seguridad, para dar con su paradero. La noche del lunes, explicó Rubido, “al notar la presencia de las fuerzas federales, Plancarte intentó ocultarse y cuando le indicaron hacer aloto, respondió con disparos de arma de fuero. El personal naval, al repeler la agresión lo neutralizó. Se le proporcionaron primeros auxilios pero falleció cuando iba a ser trasladado”. Fue llevado al cuartel militar de Querétaro de donde voló en una nave de la PGR a la ciudad de México, horas más tarde su identidad quedaría confirmada.

Juan Veledíaz

@velediaz424

Estado Mayor

  5 comments for “La cacería de ‘Kike’ Plancarte

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *