No sueltan las armas

México, 16 de enero (Reforma).- En este Municipio el desarme de grupos de autodefensa no aplicó ayer.

Ese fue el principal objetivo del Gobierno federal desde el lunes, cuando se hizo cargo de la seguridad en Tierra Caliente.

Desde temprano civiles armados, encapuchados y con fusiles AK-47 a la vista, realizaron patrullajes en distintas calles de Nueva Italia, ubicado a unos 35 kilómetros de Apatzingán.

En camionetas Pick-Up principalmente, los grupos de autodefensa se encontraron de frente con convoyes de la Policía Federal y del Ejército, sin suspender sus actividades.

Incluso, en una acción, los encapuchados intentaron revisar un domicilio debido a que habían localizado afuera a un vehículo “sospechoso”.

“Sí, les dimos unas armas al Ejército, pero no todas, aún no queda claro cómo van a trabajar, necesitamos que haya una limpia de delincuentes, de Templarios, esa parte no queda clara ¿Qué van a hacer pues?, nomás andan (las fuerzas federales) paseándose en las carreteras”, expuso un integrante de los autodefensas en Nueva Italia.

En el cruce de Cuatro Caminos, que lleva a La Huacana, Nueva Italia, Apatzingán y Morelia, el grupo de autodefensas fueron más discretos.

“Estamos armados todavía, se tienen que poner de acuerdo los patrones (coordinadores generales) para que entreguemos las armas, mientras uno de los convenios que se hicieron fue que no tuviéramos las armas a la vista y así los soldados no nos iban a decir nada”, explicó un autodefensa esbozado en Cuatro Caminos.

“No sabemos cómo van a quedar con eso de las armas, están aferrados en seguir vigilando”, reprochó un federal.

Ayer, el grupo de autodefensas de Cuatro Caminos mantuvo al menos seis fusiles de asalto recargados junto a una tienda de abarrotes, cercana a una gasolinería.

Por la tarde actividad de los llamados policías comunitarios se redujo de manera paulatina luego del envío de cientos de federales a Nueva Italia, que ocuparon un hotel como cuartel.

Militares también se unieron al despliegue vía terrestre y aérea.

No obstante, los autodefensas no entregaron las armas y permanecieron en el retén en Cuatro Caminos para revisar a los automóviles que se dirigían hacia La Huacana, ante la mirada de las fuerzas federales.

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La credibilidad hacia los militares en Antúnez está por los suelos.

En este poblado cercano a Nueva Italia, donde comenzó el desarme ordenado por el Gobierno federal, no olvidan el altercado con el Ejército, el pasado lunes en la noche.

Mientras que las autoridades federales aseguran que sólo fueron dos los muertos derivado del zafarrancho, aquí afirman que fueron cuatro.

Los que reportó el Ejército y dos más: una menor de edad y un integrante del grupo de autodefensas de Buenavista Tomatlán.

Ayer dos de esas personas fallecidas fueron sepultadas en el panteón de Antúnez: Rodrigo Benítez y Mario Pérez, de 26 y 56 años de edad, respectivamente.

Ellos habrían participado en la protesta contra el desarme de los grupos de autodefensa.

“El pueblo apoya a esta gente, a los autodefensas, no queremos militares asesinos aquí, no al desarme, Antúnez merece respeto”, dijeron familiares de Benítez.

“Queremos paz para Michoacán, queremos justicia”, expusieron por su parte familiares de Pérez.

En la capilla del panteón, Juan Carlos Menera, un habitante de Antúnez, exigió la intervención del Gobernador Fausto Vallejo.

“¿Por qué no viene Vallejo? Porque tiene miedo, fue a Apatzingán un rato, y se fue porque tiene miedo, queremos que venga y atienda a estas señoras que perdieron a sus familiares”, dijo el habitante.

“El pueblo ya se puede defender solo”, gritaron los dolientes.

Los asistentes al sepelio ofrecieron un aplauso a los fallecidos, entre la música de banda que acompañó el evento luctuoso.

En el panteón de Buenavista Tomatlán, en el funeral de Alberto Flores, integrante de los grupos de autodefensa, fue retirado con honores.

Encima de su ataúd fue colocada una playera de su grupo y una serie de tiros al aire, como un homenaje.

“Apuntaron a la gente desarmada y eso esta prohibido por los militares, ese fue un error grave de los militares.

“Se supone que iban para resguardar a la gente, y la matan”, lamentó un policía comunitario.

“Michoacán se está echando a perder. Ya subieron los precios, queremos a los comunitarios, donde ya están viven muy felices, pues todo lo que han confiscado han dado al pueblo”, expresó una habitante de Antúnez.

Ayer en los funerales de esa localidad cercana arribaron los grupos los autodefensas, en solidaridad con las familias de los caídos. Sin soltar las armas.

Benito Jiménez