¿Quién fue la verdadera Adelita?

México, 14 de marzo.- Hay tantas Adelitas como dedos hay en la mano. Porque sobran las hipótesis de quién inspiró y quién escribió la primera versión de este célebre corrido revolucionario.  Diferentes historiadores sostienen que la canción la compuso Elías Cortazar Ramírez, un joven capitán constitucionalista de origen veracruzano que la compuso antes de morir.

Otros afirman que es anterior a la Revolución y su creador es el sinaloense Ángel Viderique porque las líneas que dicen “la seguiría por tierra y por mar: si por mar, en un buque de guerra” prueban que el autor vivía en algún puerto y estaba familiarizado con la vida de la armada. Incluso hay quienes establecen una fecha de nacimiento: abril de 1913, cuando los revolucionarios Maclovio Herrera, Rosalío Herdández y Manuel Charo arrancaron Ciudad Camargo, Chihuahua, al general Manuel García Pueblita y le dieron muerte. Se dice también que es una canción anónima que el General Domingo Arrieta y sus tropas oyeron a unos músicos rancheros de Sinaloa y que fue él mismo quien encomendó al maestro de su banda militar, Julián S. Reyes, que la escribiera e instrumentara. No falta quien sostiene que fueron los carrancistas los que llevaron esta canción desde Tampico y que ésta no era conocida por las tropas villistas, razón por la que el sargento Antonio Del Río Armenta la adaptó y la declaró como suya porque estaba perdidamente enamorado de Adelita.

Esa es la versión más sólida, la que tiene el respaldo del testigo, porque “La Adelita” se parece tanto a Adela Velarde Pérez, una hermosa enfermera nacida en Ciudad Juárez, Chihuahua, que atendía a los heridos de la División del Norte, bajo las órdenes del General Carlos Martínez en distintos frentes de Chihuahua, Zacatecas, Coahuila, Aguascalientes, Morelos y Ciudad de México.

Por su valor y por oponerse a la usurpación de Adolfo Huerta, Adela Velarde Pérez, quien nació el 8 de septiembre de 1900, fue reconocida como veterana de la Revolución el 22 de febrero de 1941 y, en 1962, recibió la Legión de Honor Mexicana. ¡Tenía sólo 14 años cuando se integró a la brigada de la Cruz Roja que fundó Leonor Villegas de Manón en 1914 para atender los heridos de la División del Norte! Y todos, ante su belleza, temían que se fuera con otro. En suma, la Adelita no llevaba cananas ni rebozos ni andaba trepada en el tren siguiendo a su Juan sino portaba un uniforme blanco que a muchos debió parecer celestial.

 

 

La Adelita

 

En lo alto de una abrupta serranía,
acampado se encontraba un regimiento,
y una joven que valiente lo seguía,
locamente enamorada del sargento.

Popular entre la tropa era Adelita,
la mujer que el sargento idolatraba,
que además de ser valiente era bonita,
que hasta el mismo coronel la respetaba.

Y se oía, que decía,
aquel que tanto la quería:

Y si Adelita quisiera ser mi esposa,
si Adelita fuera mi mujer,
le compraría un vestido de seda
para llevarle a bailar al cuartel.

Y si Adelita se fuera con otro,
la seguiría por tierra y por mar,
si por mar en un buque de guerra,
si por tierra en un tren militar.

 

Y después que terminó la cruel batalla
y la tropa regresó a su campamento,
se oye la voz de una mujer que sollozaba,
su plegaria se escuchó en el campamento.

Al oírla el sargento temeroso,
de perder para siempre a su adorada,
ocultando su dolor bajo el esbozo
a su amada le cantó de esta manera:

Y se oía, que decía,
aquel que tanto se moría:

Y si acaso yo muero en campaña,
y mi cadáver lo van a sepultar,
Adelita por Dios te lo ruego,
que con tus ojos me vayas a llorar.

Arturo Mendoza Mociño

Estado Mayor

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