México, 21 de julio.- El desastre de los fiscales ignorantes ha sido suficientemente magnificado en medios de comunicación. Su incapacidad, falta de preparación, incluso ridículo frente a los requerimientos del Nuevo Sistema Penal Acusatorio, han provocado las peores críticas a la PGR.
Sobre todo, han incrementado la desconfianza hacia la intención oficial de castigar a Javier Duarte de Ochoa.
¿Hay un pacto entre el gobierno federal y el exgobernador de Veracruz? Se ha dicho tanto que para muchos es una verdad. Lo cierto es que los reporteros que tuvieron acceso a la primera reunión del acusado con sus acusadores, frente al juez, han dado suficientes elementos para asumir que los fiscales no sabían de qué lo acusaban.
Es decir, no estaban preparados para presentar su caso. Después de tantos meses.
Imposible aceptar que durante más de una hora tuvieron que hurgar entre sus expedientes buscando respuestas, que además no llegaron. Los extrañamientos del juez, como han documentado los reporteros que los presenciaron, demuestran por lo menos falta de capacidad.
¿Fue intencional?
Cuando el Primer Mandatario tiene los índices más bajos de aceptación a imaginar, cuando más de 75 por ciento de los mexicanos se siente inseguro, cuando la corrupción está presente en todas las respuestas ciudadanas a sus rechazos, resulta inconcebible que un caso emblemático esté en manos de autoridades sin preparación.
Esto es un problema del gobierno federal, pero sobre todo del Procurador Raúl Cervantes, que ha guardado silencio.
En cambio, el titular de Gobernación, que parece estar en una triste y fallida campaña, declaró que es necesario “tener fe” en estas autoridades. O sea, debemos entregarles nuestra “creencia” pese a que todos los argumentos en contra son comprobables, debemos poner el tema de la aplicación de justicia en paralelo a las creencias religiosas para muchos inexplicables.
La fe, dicen muchos hombres religiosos, es un privilegio. Es una inspiración divina, algo que no tiene forma de comprobación científica… ¿Es que nuestras autoridades necesitan que tengamos “fe” en ellos como si fuesen dioses?
O tal vez eso quiso decir Osorio Chong, se trata de poder creer en autoridades pese a que todo, absolutamente todo, demuestra que no merecen nuestra confianza…
Es una más de esas frases tan desafortunadas que hacen pensar que pagan millonadas a sus peores enemigos, a personas que en lugar de asesorarlos en temas de comunicación los llevan a pronunciarse siempre de la peor forma posible. Temas graves de comunicación que, obviamente, llevan al rechazo popular.
Igual que sucedió con las expresiones de Gerardo Ruiz Esparza, la peor aquella de pagar una “indemnización” a la familia de los muertos en el socavón por “el mal rato” que pasaron. Lo que es, absolutamente, incalificable.
Los chiles no embonan y las autoridades necesitan un acto de fe contra todas las evidencias… ¿Qué le pasa el gobierno de la República?
Seguramente mañana sábado el juez dictará prisión preventiva contra Javier Duarte, todo lo indica, pero eso no quiere decir que hayamos visto, el juez y nosotros, una acusación bien fundamentada. Lo que se abren son las puertas para su liberación…
¿Hubo un pacto entre el gobierno federal y Javier Duarte? A ver cómo le hacen para convencer a millones de mexicanos en contrario… Por cierto, Miguel Osorio Chong fue el responsable del pase de charola a varios gobernadores en la campaña…
Isabel Arvide
@isabelarvide
Estadomayor.mx
