La ola gélida que afecta varias ciudades estadunidenses, entre ellas Nueva York, no le restó interés a las últimas sesiones del juicio contra Joaquín Guzmán. En su alegato final la fiscalía pintó al Chapo como un monstruo que se adueñó de estructuras gubernamentales y criminales, además de cometer numerosos asesinatos; la defensa denunció que el gobierno de Estados Unidos fabricó el “mito” del sinaloense con ayuda de criminales sanguinarios a los que rebajará sus condenas si consiguen hundir a su presunto exsocio. Su destino ahora está en manos de una docena de mujeres y hombres que presenciaron una larga confrontación de argumentos, a veces intensa y por momentos aburrida, pero de gran trascendencia internacional…nota completa.
Jesús Esquivel