¿Estamos listos para promulgar una Ley de Seguridad Interior?

México, 27 de febrero.- Durante la ceremonia del Día de la Bandera, el pasado 24 de febrero, el presidente de la mesa directiva del Senado de la República, Pablo Escudero, dio una declaración contundente: “…constitucionalmente, las labores de seguridad pública le corresponden exclusivamente a los cuerpos de policía…”.

A diez años de haber sacado al Ejército de sus cuarteles para confrontar y frenar las labores del crimen organizado, la declaración vertida por el senador Escudero remite una línea de pensamiento: durante una década el estado mexicano vive en la más completa ilegalidad.

Ante lo anterior no pueden resultar extraños los llamamientos y casi exigencias a gritos por parte del Alto Mando Militar hacia el poder Ejecutivo y legislativo para elaborar un paquete jurídico, el cual avale y proteja a cada uno de los elementos castrenses postrados en las calles realizando labores policiales.

No obstante, la elaboración de dicho paquete pareciera tener un camino poco definido, moldeado exclusivamente por las motivaciones personales y poco claras de todo aquel individuo, organización o dependencia de gobierno que pudiera tener algún beneficio de que las Fuerzas Armadas continúen patrullando las calles.

Es entonces cuando surge la pregunta ¿es necesaria una Ley de Seguridad Interior?, si el marco de referencia se restringe a lo expresado en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y a los diversos reglamentos internos de las Fuerzas Armadas, la respuesta es un contundente NO.

Pero si consideramos que durante una década el Estado Mexicano ha violentado su propia Carta Magna y los reglamentos de comportamiento de sus cuerpos castrenses, la inevitable respuesta en un SÍ.

Y es en la respuesta positiva donde los mexicanos se enfrentan a unos de sus más grandes peligros que como sociedad haya enfrentado: una ley que más allá de proteger a nuestros soldados y de procurar mayor seguridad para los habitantes de la nación, sea una ley que avale la ilegalidad, promueva la violación de los derechos humanos y exculpe a todos aquellos que han olvidado su tarea de servir al país en pro de buscar un beneficio personal.

El Presidente de la República, Diputados, Senadores y Alto Mando Militar se encuentran en un momento medular para la historia de México. Todos ellos tienen la oportunidad de una vez por todas proteger como es debido a nuestras tropas, quienes de manera diaria pierden minutos de calidad con sus familias, horas de sueño y hasta la vida cumpliendo una orden, la cual legalmente no les corresponde. Pero más importante, resulta la oportunidad de reconfigurar el concepto bajo el cual se trabaja la seguridad pública del país, atendiendo el verdadero problema de raíz: los cuerpos policiales poco capacitados, carentes de recursos e infiltradas hasta el tuétano por el crimen.

Es solo entendiendo los antecedentes jurídicos, diverso ejemplos internacionales y aprendiendo de nuestra propia historia que dicha empresa titánica será posible. Por ello, en EstadoMayor.mx nos hemos dado a la tarea a lo largo de estos cinco años de existencia de compartir el día a día de las Fuerzas Armadas y de los cuerpos encargados de la seguridad pública, así como de hacer una recopilación internacional y jurídica de todo aquel evento, reglamento y tratado que pudiera resultar relevante para la conformación de la Ley de Seguridad Interior.

Tenemos mucho que perder: nuestras vidas.

Angel Silva Juárez

@Usul16

Estadomayor.mx

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