Tibieza del Gobierno ante la tragedia en Egipto

México, 18 de septiembre.- Si no hubiese tanta indignación de la vulnerabilidad, tan torpe en sus respuestas, de la señorita Ruiz Massieu como titular de Relaciones Exteriores podría despertar ternurita. Así de desvalida se veía al enfrentar la tragedia de los turistas asesinados en Egipto.

Lo que no es admisible es que así, vulnerables y desvalidos, nos haya hecho ver a millones de mexicanos. Y, sobre todo, al Estado Mexicano.

¿Falta de capacidad? Lo que hubo, lo afirma de manera excelente el senador Jorge Luis Preciado, fue una “tibieza” inexplicable.

Frente al asesinato, incalificable, de ocho mexicanos en un ataque irracional del Ejército Egipcio, nuestro Gobierno habló de buenas intenciones y la “necesidad” de llegar a una “investigación exhaustiva” que, por cierto, es la muletilla favorita de los funcionarios públicos.

Nosotros, millones de mexicanos, no necesitamos que investiguen en ese país qué sucedió, nosotros, millones de mexicanos, tenemos unos muertos. Y de cara a esa realidad, a la que se suma los heridos, queremos que nuestro Gobierno tenga una actitud decidida, fuerte, de gran defensa de los connacionales.

No hay impunidad aceptable, no hay justificación que pueda ser atenuante para lo que sucedió: Un ataque aéreo contra turistas indefensos, que además se repitió por varias horas, hasta matarlos y asumir que los heridos estaban, también, muertos.

Sin atenuante alguno, sin que haya habido un aviso, un intento de identificación de los vehículos o las personas que, además, viajaban con todos los permisos pertinentes y estaban comiendo.

La respuesta oficial del Gobierno Egipcio ha sido ofensiva e inaceptable. Por eso hay que agradecer, frente al ridículo de la señorita Secretaria que repite los mismos gestos e idénticas frases huecas a todas horas del día, vestida con el mismo traje que llevaba (más de cinco días con el calor de ese país) cuando salió de México, que Miguel Osorio Chong les haya puesto un hasta aquí.

No hay semejanza alguna entre lo que sucedió en esa carretera de Egipto con nuestra realidad. Decir eso, oficialmente, es una ofensa que Ruiz Massieu trató de atenuar.

Dice el senador Preciado que hay que romper relaciones con Egipto, retirar de inmediato al embajador, romper la “tibieza” del Gobierno de la República. Y tal vez se está quedando corto. Había que pensar en más sanciones, recurrir a los organismos internacionales, exigir una indemnización millonaria para las víctimas.

No puede aceptarse que seamos tan indiferentes a esa tragedia, que el sentimiento oficial sea algunas menciones en discursos o mensajes de Twitter, y la acción principal haya sido “enviar” al avión presidencial a recoger a los heridos, mientras nuestra Canciller se sentaba a tomar té, perfectamente maquillada y tranquila, con los funcionarios egipcios. Como si fuese una reunión para promover el turismo.

Una de las razones de la baja de popularidad del presidente Peña ha sido la percepción de millones de mexicanos de que tarda demasiado en responder a las crisis. En el tema de las relaciones exteriores hay protocolos, hay reglas, hay formas establecidas para atender este tipo de situaciones trágicas. Y no hemos visto que se utilicen.

Estoy cierta, como millones de mexicanos, que ningún Gobierno se quedaría de brazos cruzados frente al cobarde asesinato de compatriotas por fuerzas armadas.

Aquí no hay que investigar qué sucedió. Los muertos y los heridos son un testimonio inequívoco de lo que pasó, el sindicato de guías turísticos de ese país ha documentado los permisos correspondientes para estar en esa parte del país.

¿Qué más debe investigarse?

En otros temas nacionales, de extrema sensibilidad social, la respuesta hacía las acciones de Gobierno, dirigida al mismo presidente Peña Nieto es cuestionar su “tardanza”. Otra vez estamos frente a lo mismo, en un ámbito donde titubear, confundir tiempos de una respuesta oficial tiene costos inmensos, contra nuestra soberanía, contra la obligación de la autoridad de proteger nuestros intereses por encima de cualquier otro razonamiento.

No es hora de tibiezas, ni hacía el interior del país ni frente a una tragedia incalificable en el exterior. Los vacíos de poder se llenan… y no siempre de la mejor forma…

Isabel Arvide

@isabelarvide

Estado Mayor MX

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