Las sumas de las omisiones en Guerrero

México, 29 de octubre.- Al profesor con pasado guerrillero que sacaron, literalmente, de una manifestación para hacerlo gobernador le brillan los ojos frente a la fiesta del poder que ha sido desplegado para su uso y usufructo. A partir de una orden presidencial todos los reflectores ciegan a Rogelio Ortega.

Como si vestirse de blanco para asistir a una manifestación hubiese sido un pase a la gloria, transcribo sus propias palabras, de haberse “sacado la rifa del tigre”, este maestro gris sin ninguna experiencia administrativa será el rostro “amable” de Guerrero.

Apuntalado por el Gobierno Federal, ahora bajo la responsabilidad a distancia de Rosario Robles que envió a su subsecretario oscuro, no el Nemer del círculo presidencial sino el otro, a “fijar su residencia dos meses en Guerrero” para organizar el proyecto, también textual de reconstrucción del tejido social.

Para que no quede duda de la inmensa capacidad del Gobierno Federal, con gran sentido del tiempo político, unos sicarios y otros halcones, unos cuatro, decidieron cantar la sopa apenas había pedido licencia Ángel Aguirre y, abra cadabra pata de cabra a un conjuro republicano se ubicaron las fosas donde están los cuerpos de los estudiantes secuestrados.

Obviamente habrá que esperar qué dicen los expertos forenses de todos los restos humanos que, nos avisaron, ya fueron hallados donde corresponde, donde siempre habían estado.

¿Qué saldo nos va a quedar a millones de mexicanos mientras el primer acto de la tragedia de Iguala se cierra?

Por lo pronto más de ocho mil desaparecidos en este sexenio. Y el saldo pendiente de los miles y miles de desaparecidos que se acumulan desde que los criminales encontraron que este método otorgaba mayor impunidad a sus crímenes.

Y muchos cuerpos hallados en las fosas cercanas a Iguala que no tienen nombre ni apellido.

A lo que debe sumarse el infinito desaseo de las autoridades de Guerrero, comenzando por su “Fiscal” que fue el primero en meter manos para que la investigación de los desaparecidos quedase archivada como uno más de sus entuertos presuntamente legales.

Todas las omisiones del Estado Mexicano, que incluyen el papel del Ejército, primero al no enterarse de la dimensión de la complicidad criminal de la pareja Abarca y luego la noche de la violencia contra estudiantes de la Normal. Y pasan por el CISEN para citar unos cuantos ciegos y sordos.

La corrupción del PRD, la inmensa complicidad omisa de Andrés Manuel que recibió la información sobre José Luis Abarca a tiempo.

Y la pobreza ancestral, la violencia todavía más antigua que en Guerrero es rutinaria.

Hay muchos pendientes. Muchos agravios. Muchas omisiones para poder decir que en Guerrero ya todo cambió para que todo siga igual y todos aplaudamos.

No es solamente esa entidad de la República que tiene problemas irresolubles en el corto plazo, que es víctima de una violencia que ni siquiera está justificada por el tráfico de droga. Habrá que voltear a mirar hacía el Estado de México donde las desapariciones y los asesinatos de jovencitas aumentan cada día.

Queda para el análisis sociológico que está transformando a la sociedad mexicana hacía la violencia, que permite que tantos jóvenes se conviertan en asesinos como si fuese un juego matar.

Lo que tiene que hacer el Estado Mexicano, y obviamente el gobierno de la República, es hurgar todavía más en las cloacas que destapó Iguala y encontrar soluciones legales.

Los desaparecidos, esos miles y miles de hombres y mujeres que tienen los mismos derechos que los estudiantes de la Normal, deben existir frente a la autoridad que ha sido omisa. Sus familias se merecen el mismo respeto que los padres de Iguala.

Los cadáveres que fueron encontrados en las fosas de Guerrero tienen que encontrar su nombre y su apellido, pero sobre todo debe dárseles castigo a quienes los mataron.

La autoridad municipal, estatal y federal que no hizo su trabajo, lo que ordena la Constitución que debe hacerse, en Guerrero debe ser llevada a juicio y castigada.

El fracaso de los políticos debe llegar a donde corresponde legalmente.

Mientras vemos qué se hace de todo esto, que el profesorcito convertido en gobernante se monte en su ladrillo de poder sin darse cuenta de que a las marionetas se les puede cortar los hilos…

Isabel Arvide

@isabelarvide

Estado Mayor

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