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Autodefensas sin armas


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Autodefensas. Foto: EspecialDespertar conciencias, proclamarse autodefensas ante el imperio de la impunidad, ese fue parte del mensaje la mañana del pasado miércoles 28 en la ciudad de México, donde quedó constituido el Frente Nacional de Autodefensas. La organización cívica que aglutina a un grupo de personas representativas de todo el país tiene algo en común entre sus impulsores: todos, de alguna u otro manera han sido víctimas de la injusticia, algunos se han visto acosados por el crimen organizado en sus comunidades, pese a ello les han plantado cara conscientes de que puede ser lo último que hagan.

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México, 30 de mayo.- Gregorio López Gerónimo se veía un poco nervioso la mañana del pasado miércoles 28 de mayo en el Poliforum Cultural Siqueiros. El párroco de Apatzingán, uno de los asistentes al evento para anunciar la creación del Frente Nacional de Autodefensas, se levantó de su asiento y tomó el micrófono, de pie en el estrado miró al auditorio y comenzó a contar un pasaje que vivió en los últimos meses de forma continua en las oficinas de su parroquia, en la Tierra Caliente michoacana.

“Me la pensé mucho. Tengo hermanos, tengo amigos, puse en riesgo mi vida. Esperé que muriera una persona a quien no quería ver sufrir, fue mi madre, murió hace dos años. Fue el límite para empezar. ‘Hijo para atrás, ni un paso, ni para agarrar vuelo’, recuerdo que me decía”. El párroco relató cómo fue consciente poco a poco de que tenía que hacer algo no solo por sus feligreses, que a diario —aseguró—lo visitaban por lo menos 50 personas, sino por el resto de la comunidad que vivía asolada por el crimen organizado.

“México necesita hoy esta gente”, decía mientras señalaba con el índice de la mano izquierda al resto de los asistentes en el estrado, “que no tenga compromisos con ningún cartel, con ningún partido político, con ninguna religión. Que tenga compromisos con los más desprotegidos”.

Hubo un momento en que se tuvo que emplazar a la autoridad. Era el hartazgo no solo ante la inacción sino ante la complicidad criminal de quienes se supone eran la autoridad. El padre Goyo, como le dicen en Apatzingán y conocido por oficiar misa con chaleco antibalas, decía que quiso ser la voz de los sin voz. “A diario recibía no menos de 50 personas en mi oficina, y no venían a confesarse, no venía a bendecir algún rosario. Hasta que llegó un momento que dije no puedo seguir así. A mí lo que me golpeó muy fuerte fueron dos personas, un día llegó una mujer muy vieja y una muy jovencita. ‘Haz algo, si de algo te sirvo, has algo, grite’. Una mujer a esa altura diciendo que tengo que hacer algo. Después una pequeñita en un rosario en la plaza pública se me acerca y me dice: amo a una persona, es mi padre, y no lo he encontrado, va a ser un mes que lo levantaron los templarios y no ha regresado a casa, quiero verlo. Va conmigo y me dice, padre haga algo”.

“En mi región no había legalidad. Todo era ilegal, todo, si me chocaban había que ir a arreglarlo al cerro para que quedara… Yo tenía un amigo allá, estaba un alto mando que podía cubrir… Todo se hacía bajo el agua, ni los jueces, ni los ministerios públicos, ni los policías. Hablo de los policías, eran los más criminales, para ser policía tienes que ser gatillero, sicario. No podíamos seguir así. Hoy estamos en este trabajo empeñados en la cuestión de los derechos humanos, son los huérfanos, las viudas, es la cuestión legal. Las denuncias, la cuestión legal. El aspecto sicológico, a través de ayuda sicológica, ayuda a víctimas”. Sobre esos puntos, añadía, trabaja ahora como autodefensa.

Las amenazas de muerte se convirtieron en cosa de todos los días. Antes de irse una temporada al Vaticano, recuerda que pensó: “Morir otra vez sería ya ganancia. Morimos desde el día en que nos quisimos levantar, en la voz, no en armas, levantar la voz”.

El padre Goyo se dirigió a su asiento en medio de los aplausos y un dicho quedó como sello de la reunión. El estado está rebasado por la violencia y la corrupción. El gobierno no existe en amplias zonas del país donde los ayuntamientos, sus comunidades y caminos están controlados por el crimen organizado. Ante todo esto ¿qué hacer?

¿Despertar conciencias?

En el estrado del Poliforum Cultural Siqueiros se podía destacar entre otros la presencia de un masón, tres curas, un militar, un agricultor, un médico cirujano, un ex presidente municipal y varios defensores de derechos humanos. Había un rasgo común en ese perfil ciudadano de quienes ahí estaban reunidos para lanzar el llamado de crear el Frente Nacional de Autodefensas. En el ambiente tras los mensajes se dibujaba la silueta de dos figuras que aglutinan desde hace tiempo el repudio ciudadano: el crimen organizado y los partidos políticos.

“Nadie se levantó en armas por deporte; somos gente productiva, somos gente de campo, pero vivimos en un estado que en 12 años no ha habido estado de derecho, orden social y seguridad pública. No es posible que ahora llegue una persona a Michoacán y que ahora meta a la cárcel a todas las personas que se defienden… y a los criminales ¿Cuándo?”, cuestionó José Manuel Mireles, el médico cirujano de Tepalcatepec que acaparó los reflectores de los medios de comunicación junto al obispo de Saltillo Raúl Vera, con quien estuvo sentado en el estrado.

“Todos luchas por nuestras familias, por un México con paz y dignidad. Nuestro objetivo no es llamar a la insurrección armada nacional, llamamos a la insurrección de conciencias, llamamos a la solidaridad y a la responsabilidad, queremos que los estados de la república que aun no se ven en la necesidad que nosotros nos vimos de tomar las armas, puedan darse soluciones pacífica, de reconstrucción del tejido social, a tiempo, ahora”, decía Mireles en su intervención que comenzó momentos antes, con un cambio de su camiseta verde por una playera blanca donde traía estampado el logo del Frente Nacional de Autodefensas sobre un mapa de la república mexicana.

El dato fue de que en 16 estados del país existen grupos de autodefensa con lo que se está en comunicación. No pasó por alto lo que en días pasados declaró en Michoacán, que sigue siendo el vocero de 36 de 38 municipios donde operan estos cuerpos. “Sabemos lo que sufren nuestros hermanos de Tamaulipas, Tabasco, Guerrero, Sonora, en el Estado de México, sabemos del dolor de los morelenses, de los veracruzanos, sabemos que México está ensangrentado y adolorido”. En seguida recordó que “en Michoacán pedimos dos cosas simples pero que son constitucionales: seguridad pública y acceso a la impartición de justicia. En Michoacán las autodefensas están dispuestas a seguir luchando, a seguir con las armas, pero de la razón y la verdad”.

Dijo que en buscan ser parte de la Guardia Nacional, se quieren legalizar por el movimiento es constitucional, de ahí que propongan que se expida la ley de la Guardia Nacional para crear “una fuerza civil, democrática, federal y republicana”. En una parte de su intervención rememoró: “Antes veíamos con terror sus crímenes y denunciábamos pero nadie nos escuchaba; se nos quitó el miedo, cuando nos dimos cuenta que quienes asesinaban solo mataban a gente maniatada, por eso ‘Yo soy autodefensa’”.

”Ya está preso Jesús Reyna, quien fuera uno de nuestros principales perseguidores; ya fueron abatidos o están siendo procesados varios de los líderes templarios. Reconocemos ese enorme logro, se tuvo éxito en esta parte del problema porque trabajamos juntos autodefensas y gobierno, sin embargo, vengo con la voz de muchos michoacanos a explicar que el problema de seguridad social e impartición de justicia está muy lejos de resolverse”.

Desde el nuevo Frente Nacional de Autodefensas no se hará la guerra ni nadie se levantará en armas, expuso, lo que se busca en primera instancia, es justicia y seguridad pública. Mireles junto a Javier Livas Cantú, el obispo Vera, el padre Solalinde, y otras personalidades que se han destacado por su lucha desde la trinchera contra la injustica y la impunidad, dejaron entrever que el gobierno ya no es tal mientras se permita que el poder de la corrupción, la desidia criminal y las mafias, operen en total impunidad en la república.

Juan Veledíaz

@velediaz424

Estado Mayor

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