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México, 16 de mayo.- ¿Qué hicieron con Tamaulipas, además de cuadricular la violencia y el crimen?
Tal vez, se me ocurre, repartir el mando federal para evitar que se corrompa. En verdad, no encuentro una explicación lógica.
Habrá cuatro fiscalías, regionales, que dependerán de la PGR. Se anunció que esas cuatro regiones tendrán mandos militares y de la Marina, a la vez que se reforzará la presencia de la Policía Federal.
¿Todos ellos, más los que lleguen bajo su mando directo, de quién van a depender?
El esquema en sí, además de novedoso, puede ser atractivo pero en la práctica resulta muy complicado para funcionar, sobre todo en un territorio que ha sido víctima de la violencia y de la complicidad de la autoridad con los criminales.
En Tamaulipas existe una Región Militar que tiene mando sobre el comandante de la Zona Militar… ¿estos dos generales serán jefes o subordinados de los militares que envíen?… Se dice fácil pero en la práctica es terriblemente difícil de aterrizar responsabilidades y jerarquía, de ahí se derivan muchas de las omisiones en materia de seguridad en todo el país.
Porque la división de obligaciones en el combate criminal tiene muchas zonas nebulosas, no se diga legalmente cuando los militares llevan años insistiendo en que se modifiquen los esquemas legales para delimitar su trabajo.
En Tamaulipas, al no enviar un “comisionado” quedó doblemente establecido así, la Federación ha decidido respetar el “mando” del gobernador. Yo me pregunto, ingenuamente, si le habrán de avisar o consultar sobre las operaciones cada uno de estos jefes de región.
En esa entidad hay, también, un general Arturo Gutiérrez que todavía esta semana sigue siendo el titular de la Secretaría de Seguridad Pública, a quien sus propios policías le mataron a un coronel que recién había llegado a trabajar bajo sus órdenes. ¿Será confiable en los operativos? O simplemente habrán de trabajar por su cuenta los señores federales que llegarán a Tamaulipas…
Es obvio que los titulares de la Sedena y la Semar han aprendido mucho este sexenio sobre trabajar conjuntamente y que, además, han dado muy buenos resultados. Esto no quiere decir que los mandos inferiores o siquiera los medios puedan fácilmente instalarse en esta cultura.
No se diga a los ministerios públicos y policías ministeriales, que dependen de la PGR, que son civiles, que tienen otros usos y costumbres, y que obviamente no podrán confiar en sus pares por los nulos resultados que han dado. ¿De dónde podrán sacar a estos elementos inteligentes, valientes, educados, inteligentes, que sepan acatar órdenes de los militares?
Sobre el mapa, como si viésemos un dibujo resulta totalmente entendible, incluso aconsejable, atacar la corrupción, la violencia, la delincuencia organizada en cuatro distintos mandos. Esto busca, puede llegar a esa meta, “desarticular” la criminalidad. En la práctica va a estar muy complicado para decir lo menos.
Porque, como si no fuese suficiente con todo lo anterior, van a tener que confrontarse con usos culturales de convivencia de la sociedad con los criminales.
Es una respuesta urgente a una emergencia. ¿Y qué tal si no funciona?
¿Y qué tal si funciona? Y si funcionase muy bien, con resultados extraordinarios, no sería lógico que la sociedad exigiese que todo el país se cuadriculase de igual manera, que por regiones quienes tuviesen el mando fuesen militares, que quienes resolviesen el problema de violencia fuesen parte de la autoridad federal, del Gobierno federal.
Porque entonces estaríamos hablando de otro tipo de gobierno, de otro tipo de control, de otro tipo muy distinto y lejano a la soberanía de los estados que hoy está vigente en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
En una de las declaraciones posteriores a este anuncio, el secretario Osorio Chong aseveró que: “Habrá… la decisión de crear instituciones confiables”. Uno pregunta, insisto en la ingenuidad pertinente, si eso no les correspondería a los gobiernos locales.
Tamaulipas no es Michoacán… quién sabe si para bien o para lo contrario…
Isabel Arvide
@isabelarvide
Estado Mayor
10 comments for “¿Quién va a mandar a quién en Tamaulipas?”