México D.F., 16 de marzo.- Comenzó la desbandada de jefes de plaza de los Templarios mientras fuerzas federales realizan una operación de búsqueda y captura de Servando Gómez, alias la Tuta. Las divisiones al interior de los grupos de autodefensa afloraran en medio de una inminente ruptura de los principales dirigentes con el gobierno federal. Servando Gómez Martínez se esconde cerca de la comunidad de Tomendán, en la compleja orografía que conforma la sierra donde resalta el cerro del Tipitarillo, una de las 10 elevaciones más altas del país. El dato viene de varios reportes de integrantes de los grupos de autodefensa, quienes han hecho llegar la información desde principios del mes de marzo al cuerpo especial de la marina que realiza labores de inteligencia en la zona. La información se obtuvo del rastreo que se ha hecho de sus guaridas, las más usuales en los últimos meses, y de las comunicaciones vía radio y teléfono celular de su entorno más inmediato. De esta labor se supo que suele pernoctar en algunas de las cuevas que rodean a esta montaña.
El cerro de Tipitarillo, también conocido como cerro Grande, se encuentra entre los municipios michoacanos de Taretán, Salvador Escalante y Nuevo Urecho, y es una de las elevaciones naturales que cuenta con diferentes vías de acceso y salida. Su geografía física está compuesta por formaciones rocosas, cañadas, barrancas y cascadas que pueden ser usadas como refugios naturales.
Gómez Martínez ha utilizado esta región como un “santuario” de seguridad cada ocasión que el gobierno federal ha enviado al ejército y a la policía federal a reforzar la seguridad en los municipios de la Tierra Caliente michoacana, dice un integrante de los grupos de autodefensa del municipio de Tepalcatepec. El rastro de “la Tuta”, mote con el que se ha hecho célebre tras sus apariciones en Internet y en televisión en los últimos años, se ha reforzado después de que varios de sus “jefes de plaza” en varios municipios han sido detenidos en las últimas semanas, y algunos otros han desertado de la organización.
Los marinos que realizan la labor de inteligencia en Ario de Rosales y Taretán, entre otros municipios, están apoyados por miembros de los grupos de autodefensa quienes les han dado coordenadas, movimientos, e información sobre el equipo y armamento con que se apoya la logística de Gómez Martínez. Hace unos días declararon a la prensa que tenían referencias firmes de que había un grupo de militares guatemaltecos desertores de sus fuerzas especiales, conocidos como Kaibiles, que formaban parte del anillo de protección más próximo del jefe de los autodenominados Caballeros Templarios.
Puede ser cuestión de días que “la Tuta” quedé totalmente cercado, dice otro integrante de los grupos de autodefensa del municipio de Buenavista. Tanto la marina como el ejército han comentado que la orden es que se le obligue a rendirse, a que se entregue, lo quieren vivo, pero se sabe que es un individuo que no será fácil doblegar.
La fractura de los autodefensas
—Voy a hacer que valga madres esto—dijo en una ocasión hace pocos años el doctor José Manuel Mireles, cuando decidió no volver a interactuar con los Templarios. Tenía en su poder la nómina completa de la organización, nombres, domicilios, quién y quiénes integraban las jefaturas y las diferentes estructuras de los grupos. Su logística por municipio, tipo de vehículos, casas de seguridad y todo el personal que formaban parte.
Aquellos documentos que obtuvo Mireles fueron el inicio de todo. Los tenían ubicados a cada uno de los Templarios y a sus secuaces. Fue cuando comenzó la movilización de los grupos de autodefensas con los objetivos bien definidos: desarticular la estructura, detener, entregar o matar a los Templarios, y sumar a la gente de los poblados para que formaran sus consejos ciudadanos de vigilancia, dice un integrante de la dirigencia de los autodefensa que pidió no ser citado por su nombre.
La fractura que tuvo el consejo ciudadano de autodefensas hace unos días, luego del connato de enfrentamiento en la comunidad de Buenavista entre dos de sus líderes, Hipólito Mora Cervantes líder de la comunidad de la Ruana, y Luis Antonio Torres, conocido como “el Americano”, abrió paso a lo que varios de los integrantes conocían del pasado inmediato de algunos de sus líderes. Que habían tenido que ver con asuntos de narcotráfico por lo que en algún momento fueron detenidos y procesados en Estados Unidos.
Luego de que Hipólito Mora Cervantes fuera detenido el día 11 de marzo pasado por la Procuraduría de Justicia de Michoacán, acusado de su probable participación en el asesinato de Rafael Sánchez Moreno, apodado “el Pollo”, y José Luis Torres, conocido como “el Niño”, tras el connato de enfrentamiento a tiros con un grupo de autodefensas encabezados por “el Americano”, volvió a mencionarse que en los años 80 estuvo preso en Estados Unidos por narcotráfico.
El periódico Reforma publicó la semana pasada que Hipólito Mora, a quien fuentes oficiales vinculan con el Cartel de Jalisco Nueva Generación (CJNG), estuvo procesado al igual que otros cinco líderes de los autodefensas por delitos que iban desde secuestro, homicidio y tráfico de drogas. El rotativo señaló que éste estuvo encarcelado entre los años 1989 a 1995 por narcotráfico en territorio norteamericano. A mediados de la década de los noventa fue deportado al país.
Las acusaciones salieron de nueva cuenta, como ocurrió hace unas semanas, contra el doctor José Manuel Mireles, considerado uno de los jefes de los grupos de autodefensa con mayor autoridad moral entre las comunidades. El galeno tiene antecedentes penales por tráfico de mariguana, algo que nunca ha rechazado, sin embargo ha reiterado que por aquel suceso fue sancionado penalmente y cumplió su condena. Otro de los que se han mencionado con antecedentes penales es Luis Antonio Torres, conocido como “el Americano”, acusado en Estados Unidos por narcotráfico. Es un secreto a voces entre integrantes de los autodefensas que este individuo encabeza una banda conocida como H-3 que opera en la zona de Buenavista dedicada al tráfico de mariguana. Este individuo, según el diario, tiene un expediente abierto en investigación por los delitos de homicidio y secuestro en la procuraduría del estado, producto de declaraciones ministeriales hechas por integrantes del crimen organizado.
El cuarto involucrado y quien formó parte del llamado cartel del Milenio es Juan José Farías, conocido como “el Abuelo”, un individuo que fue fotografiado hace unos días junto al comisionado de seguridad del gobierno federal, Alfredo Castillo, y quien no había manifestado su apoyo a los grupos de autodefensa hasta hace poco. “El abuelo” es hermano de Uriel Farías, ex alcalde de Tepalcatepec y uno de los funcionarios detenidos en aquella redada de presidentes municipales ocurrida hace pocos años que se conoció como “el michoacanazo”. El quinto personaje vinculado a los autodefensas y señalado de tener antecedentes delictivos, fue Roldán Álvarez Ayala, ex alcalde de Apatzingán, a quien se le involucró a una banda de extorsionadores en el municipio.
Este pasado fin de semana Mireles, el líder de los autodefensas en Tepalcatepec, declaró a varios medios que era lamentable las acusaciones de las autoridades sobre todo en hechos que ya han sido juzgados. Dijo que era deplorable haber pasado de “interlocutores válidos” a perseguidos por las autoridades federales. “Públicamente y en privado nos llamaron interlocutores válidos. Nos dijeron a los mismos del Consejo de Autodefensas que ya nos habían investigado y que éramos gente honesta y confiable. A algunos nos dieron protección, pero querían a cambio el silencio. Cuando yo estuve herido y convaleciente, el secretario de Gobernación me exoneró públicamente ante cualquier suspicacia. Pero cuando dije lo que pensaba me desprotegieron y me dejaron tirado en mi cama a merced de asesinos. ¿Así actúan los amigos? ¿Así actúan los aliados?”.
El objetivo mediático, tras el episodio de los autodefensas con probables vínculos delictivos, se ha centrado en la búsqueda y captura de “la Tuta” y su socio Enrique “Kike” Plancarte quien, según varios fuentes en Michoacán, estaría oculto en alguna casa de seguridad del municipio de Ario de Rosales.
Juan Veledíaz
@velediaz424
Estado Mayor
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